Con todo y Guardia Nacional, irapuatenses viven con miedo a la inseguridad
El miedo a la inseguridad no ha disminuido pese a tener una gran presencia de elementos de seguridad en la ciudad
Nayeli García
Irapuato.- Ni la presencia de la Guardia Nacional ni de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) disminuye el miedo a la inseguridad que tienen los irapuatenses al salir a la calle.
Aunque en el Centro Histórico todo luce seguro y vigilado el verdadero problema está en la periferia, en las colonias conflictivas, en esos lugares en donde los policías no entran.
Ver patrulla tras patrulla de la Guardia Nacional o de los FSPES ya es una escena común entre los irapuatenses.
De nada sirven, critican ciudadanos
Sin embargo, de nada sirven, consideró Sandra, quién vive por la colonia Independencia, mejor conocida como ‘El Ranchito’.
Contó que el fin de semana hubo una balacera y los de la guardia llegaron al final y ni siquiera fueron a buscar a los responsables.
“No entran a las colonias conflictivas que es en donde deberían de entrar. Se hacen de la vista gorda y entran cuando ya está el muerto y dónde andan que detrás de un borrachito llegan hasta siete”, comentó.
Señaló que en el centro, por donde quiera que se camina hay policías, y ni así se salva la gente de ser asaltada, pero en las colonias es donde está el problema. De ahí que el miedo a la inseguridad no cese.
“A mí me da igual si hay policías o no hay policías, sí se ocupan cuando hay problemas pero dónde deben de andar no andan”, dijo.
Isabel también ha sido testigo del patrullaje de las corporaciones policiacas estatales y federales. Sin embargo, ella sigue saliendo con miedo a la calle.
Consideró que tener mayor presencia abona a la seguridad, pero señaló que le tiene más confianza a los policías municipales, pues son ellos a los que se llama cuando la gente tiene un problema.
Por su parte, don Jorge consideró que los patrullajes no pueden evitar que se cometa un delito, pues los delincuentes estudian y saben la operatividad de las corporaciones y se esperan a que se vayan para cometer sus fechorías.