Sandra pide justicia; FGE reclasificó intento de feminicidio y liberó a su agresor
Nayeli García
Irapuato.- “Tengo miedo de ser asesinada”, expreso Sandra, quién después de casi morir a manos de su expareja hace tres años, aún no puede acceder a la justicia, pues pese las secuelas físicas que dejó en ella su agresor, se enfrenta a supuestas malas prácticas por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Centro de Atención a Víctimas.
Sandra contó que está apelando para que el delito por el que se persiga a su ex pareja sea por tentativa de feminicidio y no por violencia familiar como fue modificado el delito en la audiencia del 19 de noviembre, cuando su pareja fue dejado en libertad, ya que, durante el proceso, las autoridades determinaron que porque ella mordió a su agresor cuando la estaba ahorcando, el delito ya no era tentativa de feminicidio y recaía en el delito de violencia familiar.
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El hecho
Fueron cinco años los que vivió Sandra con su ex pareja, durante los que cayó en un círculo de violencia del que, comenta, era muy difícil salir y más cuando no se tiene ayuda de nadie, y es que ella ya había denunciado en la ciudad de León a Jaime, en dos ocasiones, una el 4 de febrero y el 22 de mayo del 2022 por agresiones, denuncias que fueron enviadas a la Agencia de Investigación 20-UEM01 de León.
En aquella ocasión retiró ambas porque la mamá de Jaime la convenció de hacerlo bajo el argumento de que se quitaría la vida y ella accedió, sin imaginar que tiempo después, entre el 15 y 16 de septiembre. Jaime la intentaría matar.
“Ese día me tapo la boca, se puso arriba de mi cuerpo y me hizo perder la conciencia, y que al parecer ese fue el motivo por el que me soltó; desperté cuando me aventó agua fría”, de esa agresión sufrió daños en las cervicales C3, C4, C5 y C6 según obra en diferentes estudios que se ha realizado en los últimos años.
La mañana de ese 16 de septiembre ella acudió a denunciar al Centro de Justicia para Mujeres en Irapuato, en donde se abrió la carpeta de investigación 96610/2018, y ahí empezó su lucha por la justicia.
Fueron más de dos años en los que Sandra acudió varias veces a médicos e investigó el paradero de Jaime para poder aportar pruebas a su caso, pues la fiscal Beatriz Bárcenas Ruiz no hizo gran cosa por atender su caso, ya que durante varios meses y tras perder los escritos de su caso en dos ocasiones, le dijo que no podía solicitar una orden de aprehensión al juez, hasta haber acreditado 10 puntos , pero solo se tenían 5.
Y es que el paradero de Jaime, era todo un lío, pues primero vivía en Arandas, después se fue a vivir a Guadalajara y solo estaba en Irapuato los fines de semana, días en lo que la fiscal no laboraba y le dejó bien claro, aseguró la víctima, que no iba a trabajar por ella en ese tiempo para poder encontrar al agresor.
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En marzo del 2020, Sandra incluso solicitó a las autoridades acceder al Fondo de Atención a la Víctima para cubrir los gastos que estaba generando la investigación, pues los estudios y los medicamentos le implicaban gastos de hasta 2 mil pesos a la semana, y ella ya no puede trabajar, pues la mitad de su cuerpo pierde fuerza debido a los daños que provocó el ahorcamiento.
En enero de este año, Sandra solicitó a la coordinadora del Centro de Justicia para Mujeres, Sandra Berenice Medina retomar el caso y seguirlo como tentativa de feminicidio, pues está demostrado que su ex pareja la quería matar, además pidió cambiar de fiscal, pues acusó que la propia Berenice le informaba a su agresor de las pruebas que había en su contra y a Sandra le decía que tuviera cuidado pues Jaime también tenía derechos y la podría denunciar para que demostrará sus dichos.
Finalmente su caso fue retomado y se giró una orden de aprehensión en contra de Jaime, pero aunque se buscaba que se juzgara por tentativa de feminicidio, en la audiencia se determinó que el delito por el que se sería juzgado sería por violencia intrafamiliar, por lo que el 19 de noviembre salió libre.
“Claro que tengo miedo porque no solo me amenazó a mí con estarme asfixiando, sino también a mis hijos que me iba a hacer daño con ellos, y que iba a matar a mis hijos”, contó Sandra, a quien sus asesores consolaron diciendo que al fin él ya no vivía en Irapuato.
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Sandra acudió a la Presidencia Municipal para pedir ayuda a la alcaldesa Lorena Alfaro García para que acudiera al Congreso y levantará la voz en nombre de todas las mujeres que están sufriendo violencia y que no pueden ser escuchadas, pues para las autoridades ‘necesitas estar casi muerta o ya sin vida’ para que atiendan la violencia hacia las mujeres.
Sin embargo, la alcaldesa dijo no poder hacer nada por ella y fue canalizada al Instituto de la Mujeres Irapuatenses, pese a esto, Sandra confía en que sí se puede hacer algo y por ello, dijo que decidió levantar la voz para que se revise qué está pasando con las autoridades que revíctimizan a las mujeres en su intento por acceder a la justicia.
LC