Iconoclasia feminista alarma a católicos de León: ellos preparan ‘la resistencia’
Los católicos, a toda costa y con la oración previa, buscan evitar las pintas feministas en iglesias de León
Scarleth Pérez
León.- Alarmados, grupos de católicos comenzaron la preparación de brigadas para proteger las iglesias de lo que llaman “actos vandálicos”. Pero que no son más que las manifestaciones gráficas de la marcha feminista para el 8 de marzo, en el Día de la Mujer. Y que, además, en los colectivos feministas ni siquiera figuran en sus planes.
La convocatoria de la autoproclamada ‘Resistencia Católica’ la atenderán unos 200 feligreses. Cada uno de ellos busca proteger los templos y el resto de la ciudad de la iconoclasia feminista.
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Verónica Ferreyra Cuevas, presidenta de la asociación civil Unión Nacional Sinarquista denunció: “los daños a patrimonio público nos cuestan a todos. Debemos evitar gastos del gobierno que pueden ser usadas en otros proyectos, cómo atención de familias y vidas. Por eso salimos cada que es necesario”.
Desde el 2017, los católicos ‘se infiltran’ en la marcha por el Día de la Mujer. Algunos a discreción, con la pretensión de salvaguardar la integridad de las personas.
Así, cada 8 marzo y en cada una de las manifestaciones de colectivos feministas, la flota católica acompaña al contingente. Ellas marchan por justicia e igualdad y ellos para identificar los lugares donde realizan pintas con aerosol.
Después, como buenos samaritanos, solicitan ayuda de la Policía de León para que limpien el lugar intervenido. Son 25 ciudades en las que los católicos que se arremolinan en sus iglesias en el Día de la Mujer.
Un ‘blindaje perfecto’ contra las pintas feministas en iglesias de León
Otra escuadra de feligreses se destina al cuidado de los templos. En algunas ocasiones implementan vallas humanas para resguardar los recintos religiosos.
“Todo depende de cómo se perciba el comportamiento de las manifestantes”, detalla Verónica. Y asegura: “en ningún momento intervenimos en su manifestación. Únicamente resguardamos nuestros templos y nuestra ciudad. Todos somos libres de expresarnos”.
Atentos, dicen preferir “salvaguardar la vida antes que el inmueble”. Inclusive, en pláticas de preparación, los participantes realizan ensayos previos para circular sin ser descubiertos por las mujeres manifestantes. Además, ya solicitaron seguridad al secretario Mario Bravo Arrona.
En el 2021, la iconoclasia tocó a la puerta de la Catedral y el templo de La Paz. Sin embargo, Verónica Ferreyra detalló que los locatarios de la calle Hidalgo registraron muchas pintas más en sus comercios.
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De igual manera, apunta Verónica, en el 2021 unos cuantos feligreses habrían resultado víctimas de agresiones físicas. Presuntamente, las denunciaron al entonces presidente Héctor López Santilla y nunca se investigaron.
Lo más importante para ellos: la oración de protección se realiza desde este sábado 5 de marzo en la Plaza Benedicto. Ello, con la intención de “protegerse del paso del contingente de mujeres”.
‘No temáis a las pintas’
Los planes para esta marcha no incluyen aerosol. Así lo asegura Rebecca, integrante activa de colectivos feministas en León, según indican las organizadoras y participantes de la marcha. Y si lo hacen, ¿por qué pintan?
Un iconoclasta, en su sentido original, es una persona que se opone al culto de imágenes sagradas. Etimológicamente, la palabra, proveniente del griego εἰκονοκλάστης (eikonoklástes), significa ‘rompedor de imágenes’.
Hoy en día, por su parte, se reconoce como iconoclasta a quien va a contracorriente de las convenciones sociales y de los modelos estatuidos. Precisamente, la manifestación iconoclasta es el romper y destruir las imágenes, monumentos y símbolos de estas.
La historia de la iconoclasia es extensa y por oleadas, y está relacionada con la protesta feminista desde hace más de un siglo. Para muestra, en 1914, la sufragista Mary Raleigh Richardson mutiló de siete cuchillazos la obra ‘La Venus del Espejo’, de Velázquez, en Londres.
Si estás interesado en la historia de la iconoclasia, puedes consultarla aquí y aquí. El vandalismo es otra cosa: simple destrucción sin motivo, vandalismo como principio y fin en sí mismo que se produce de forma incontrolada por razones individuales “sólo por hacer el daño”.
El vandalismo está ahí, a diario, pero de fondo lo que molesta no son las pintas ni los vidrios reventados. “Lo que molesta es que quien ejerce esta forma disruptiva y controversial de protesta sea la mujer exigiendo derechos y justicia”, aseguran organizaciones internacionales.
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