Juana Campos Carrasco perdura el arte del deshilado y bordado en Tarandacuao
Juana desea que más personas aprendan la técnica del desilado y bordado para evitar que esta hermosa tradición se pierda con el tiempo. Foto: Lourdes Juárez
Tarandacuao, Guanajuato.- Cuando era pequeña Juana Campos Carrasco veía a su abuelita y tías realizar carpetas de deshilado y bordado, a la edad de 11 años comenzo aprender esa bonita tradición qué existía en su familia, actividad que a lo largo de 40 años continua realizando.
"Los trabajos que realizó de carpetas, caminos de mesa, servilletas en un principio eran para la casa, en ningún momento paso por mi mente el poder vender mi trabajo".
El material que utiliza para realizar las prendas debe ser tela 100% de algodón. En el año 2007 fue invitada a participar en el concurso "Premio a la creatividad artesanal". En Guanajuato, la invitación se la hace en ese entonces el Director de Desarrollo Económico del municipio quien conocía el trabajo que realizaba Juana. Cada año participa en el concurso estatal obteniendo 1er o 2do lugar.
"Las prendas que realizó lo hago porque me gusta elaborar prendas con la técnica qué me enseñaron mis antepasados, no lo veo como negocio, aquí en la semana santa el miércoles santo se acostumbra a llevar canastas con pan, vino a bendecir entonces toda la señoras llevan a presumir sus carpetas y ahí fue cuando me empezaron a pedir que les realizará sus carpetas o alguna otra prenda".
Al año elabora de 1 a 2 prendas en las que llega a tardar unos 20 días aproximadamente. Todo depende de la prenda qué vaya a realizar, ya qué en otras que son más laboriosas y puede tardar más de un mes para terminarla; toma como un desestrés el tema del deshilado y bordado ocupádose en esa actividad de 1 a 2 horas al día.
Con el paso del tiempo ya le cuesta más trabajo sacar los hilitos, deshilar es un es una labor que requiere como cierta ciencia. La gente de la localidad se le hace caro el precio en que da a las prendas que realiza, pero sucede todo lo contrario a la ciudadanía de otros municipios qué valoran la calidad de su trabajo.
Los precios en los que vende sus productos oscilan de los 8 mil a 3 mil pesos dependiendo del tamaño y lo laborioso qué sea el deshilado y bordado.
Juana indicó que le gustaría que alguien más aprendiera esta actividad del deshilado:
"Incluso una vez me pusieron en un taller en casa de la cultura para que yo diera este taller, pero nadie se inscribió no les interesa aprender esta actividad tan bonita. Sí me gustaría que alguien aprendiera a elaborar prendas de deshilado para que al paso del tiempo no se perdiera esta costumbre".
