Recolección de basura en Silao, historia de retrocesos
Karla Silva
Silao.- El problema de la basura en Silao surgió hace muchos años cuando se canceló el contrato de prestación del servicio a cargo de una empresa particular, lo que originó un juicio que se resolvió en contra del Municipio.
Dos décadas atrás cesó operaciones el tiradero municipal que se ubicaba en territorio de la comunidad Bajío de Bonillas y las labores se trasladaron al Ejido de Nápoles, donde entroncan las carreteras Silao-San Felipe y la carretera Silao-Puerto Interior. Por mantenerlo a cielo abierto el Municipio recibió multas de autoridades de protección ambiental y debió adquirir un predio de 10 hectáreas donde es hoy el relleno sanitario. En junio del 2000 inició la construcción de la primera celda, no se concluyó y se convirtió en otro tiradero municipal.
La administración 1998-2000 se declaró sin capacidad administrativa, técnica y financiera para enfrentar la situación y en agosto el Ayuntamiento autorizó asignar la concesión a una empresa, que contemplaba el confinamiento, construcción y operación de un relleno. El 17 de agosto del mismo año el Ayuntamiento solicitó al Congreso del Estado permiso para entregar el derecho de explotación del servicio por un periodo de 15 años, lo que se aplazó hasta 2001 y asumió la responsabilidad la nueva administración. De la convocatoria emitida fue ganadora la empresa “Urbanizadora, Promotora y Diseños Caba” y el 25 de abril de ese año se determinó entregarle la concesión, pero la rechazó por circunstancias financieras y cedió los derechos a ‘Servicios de Tecnología Ambiental’ conocida como Setasa.
Los 15 años corrieron a partir del primero de marzo de 2002 y Setasa liquidó a gran parte de los ‘trabajadores de Limpia Municipal. Además clausuró los tiraderos y comenzó la construcción de la celda.
Al comenzar 2003 el Ayuntamiento de Guanajuato evidenció su interés de utilizar el relleno de Silao y en marzo se informó la intención del gobierno estatal de convertirlo en regional. En abril se firmó un convenio con la capital que generaría ahorros del 20% para Silao y, luego Guanajuato desistió. Para ese entonces existían observaciones de la otrora Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso por cobros indebidos por parte de la empresa a cargo.
En octubre la empresa se inconformó y ya con la administración 2003-2006 en el poder, el Ayuntamiento negó la ratificación que según el convenio, se realizaría en los primeros dos meses de administración. El 6 de diciembre la Secretaría del Ayuntamiento tomó posesión del relleno y de los vehículos de recolección, por lo que Setasa presentó dos demandas ante el entonces Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
La Contaduría Mayor (hoy ASEG) pidió al Municipio aplicar sanciones a Setasa por cobros indebidos y luego, la empresa demandó al Municipio por pagos pendientes de octubre y noviembre de 2003, por revocación de la concesión e hizo el reclamo de daños y perjuicios; pidió amparo de la justicia federal contra las sanciones. En febrero de 2009 se sentenció al Municipio a cubrir tarifas del convenio en favor de la empresa, además de los intereses moratorios y por el plazo restante a los 15 años que marcaba el contrato. La autoridad apeló varias veces pero el Tribunal ordenó pagar a “Setasa” más de 98 millones de pesos y sus intereses.
Mientras se resolvía se asignó la labor a la persona física Víctor Castillo Zacarías, con contratos periódicos pero en marzo de 2014 apoyada por el Gobierno del Estado, la administración 2012-2015 firmó un convenio para cumplir dicha sentencia. En ese momento eran 145 millones 700 mil 120.03 pesos porque no se había hecho los pagos a “Setasa” desde noviembre de 2003 y, el Municipio aceptó pagar 7 millones de pesos en 12 mensualidades. El resto con la ampliación de la concesión por 15 años, tiempo por el que tendrá en comodato el relleno, al igual que un terreno contiguo. Concluirá en junio de 2029.
Ahora la empresa francesa Veolia es la que presta el servicio de la mano de su filial “Productiva, Medio Ambiente Setasa”. Veolia concluirá la gestión de residuos en junio de 2029.
LC