Restauran histórica casona del siglo XVIII en el corazón de Acámbaro: “es un palacio”
Aseguran que más que una casona, es un palacio del siglo XVIII, ya que es la construcción más icónica del periodo virreinal que existe en Acámbaro
Aseguran que más que una casona, es un palacio del siglo XVIII, ya que es la construcción más icónica del periodo virreinal que existe en Acámbaro. Foto: Lourdes Juárez
Acámbaro, Guanajuato.- Tras ocho meses de ardua labor, la histórica casona que alguna vez fue hogar de la condesa ha recuperado su esplendor original. La restauración, un proyecto anhelado por los amantes de la historia local, ha devuelto a la ciudad una joya arquitectónica de la segunda mitad del siglo XVIII.
Las acciones de restauración realizadas en la casona de la Avenida Juárez fueron trabajos delicados. La restauración es un arte que implica el uso de materiales adecuados, lo que convirtió el proceso en una laboriosa tarea de ocho meses que, según Leonardo Amezcua Ornelas, jefe de Imagen Urbana de la Dirección de Desarrollo Urbano, "valió la pena".
“Por sus características arquitectónicas de estilo neoclásico con tintes barrocos, la propiedad ya había sufrido estragos a lo largo de más de 200 años. Por ello, se realizaron diversas intervenciones, como la reposición de aplanados, la inyección de grietas, la aplicación de pintura a la cal —respetando la original del siglo XVIII—, trabajos de herrería en balcones, sellado de piezas de cantería, limpieza de las mismas, reposición de gárgolas y la impermeabilización de las azoteas. Todo ello fue una labor compleja y detallada”, explicó Amezcua.
Restauran histórica casona del siglo XVIII en el corazón de Acámbaro
La casona, construida en el siglo XVIII, es un referente del periodo histórico de la ciudad. Su arquitectura comparte similitudes en los elementos decorativos con la casa del Conde de la Cala, ubicada en Santiago de Querétaro. Ambas datan de la segunda mitad del siglo XVIII y pertenecieron a personajes de la nobleza, convirtiéndolas en testimonios vivos de nuestro pasado.
Esta emblemática edificación, de dos plantas y ubicada frente al Jardín Principal de la ciudad, es conocida en la tradición popular como la casa del antiguo Marquesado de San Francisco de Acámbaro. El marquesado incluía la gran Hacienda de San Cristóbal y otras propiedades. El conde Don Pedro Romero de Terreros, fundador del Monte de Piedad, fue dueño de este marquesado en el siglo XVIII.
El conde heredó gran parte de sus bienes, incluida la casona, a su hija, Doña María Micaela Romero, conocida como la famosa Condesa de Acámbaro. Con la llegada de la Independencia, las familias nobles de origen español fueron expulsadas de México, y para la década de 1850, la casona fue adquirida por la familia Álvarez del Castillo, dueños de la Hacienda de Andocutín. Posteriormente, en la década de 1960, la casona fue vendida a la familia Morales.
“Más que una casona, es un palacio del siglo XVIII. Es la construcción más icónica de casas habitación del periodo virreinal que existe en Acámbaro, por lo que su restauración es de suma importancia. Es una pieza clave”, añadió Amezcua.
La entrega oficial de los trabajos de restauración por parte de las autoridades municipales está prevista para el 21 de noviembre. Se espera que la casona se convierta en un nuevo atractivo turístico y cultural de la Acámbaro.
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