30 de abril
Este 30 de abril festejamos a los seres humanos más maravillosos en el hogar como son las niñas y niños. Independientemente de la condición en la que viven, sin duda que son el motor de alegría y de inocencia que alimenta de esperanza y de impulso para lograr un mundo para todos cada día.
Y en este sentido me quiero referir a niñas y niños que viven con discapacidad, quienes desde que nacen se enfrentan a obstáculos y retos que deben sortear a lo largo de su vida.
Mi reconocimiento a ellas y ellos, así como a sus familias que diariamente luchan y se esfuerzan por hacer valer sus derechos, mismos que están contemplados en el artículo 7 de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad que establece que deberán de gozar plenamente de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones como los demás niños y niñas.
El mencionado tratado contempla que los gobiernos deberán de garantiza el derecho a obtener una asistencia especial que se ajuste a los niños y las niñas con discapacidad para que tengan derecho a expresar su opinión libremente sobre todas las cuestiones que les afecten en igualdad de condiciones con los demás y a recibir asistencia apropiada con arreglo a su discapacidad y edad para poder ejercer ese derecho.
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Derecho a una educación orientada a desarrollar sus personalidades y capacidades que los preparen para la vida adulta, adaptada y favoreciendo la igualdad de condiciones y oportunidades, es otro aspecto fundamental.
En Guanajuato contamos con políticas públicas transversales, incluyentes y progresivas para que este sector reciba atención en tres principales ejes de acción: rehabilitación, habilitación e inclusión.
Desde el Instituto Guanajuatense para Personas con Discapacidad (INGUDIS), estamos trabajando por cumplir con este mandato ofreciendo servicios dirigidos a nuestras niñas y niños como la sala de estimulación multisensorial donde se les brinda atención desde temprana edad.
Además de apoyo en la elaboración de prótesis, rehabilitación física, terapia de lenguaje, entre otros.
Todo lo que estamos haciendo está orientado a cumplir con la protección del interés superior de la niñez, porque es necesario recordar que los niños con discapacidad no dejan de ser niños y el mejor regalo que podemos ofrecerles es más atención y trato igualitario. Hasta la próxima.