El Apocalipsis en Guanajuato
Es imposible no hablar y no ver los hechos violentos que suceden día a día en nuestro estado; como un mal ejemplo, la semana que termina en León, por más que se quiera permanecer positivos no podemos pasar por alto; son hechos reveladores que denotan que nuestras autoridades sean ineficaces e ineficientes, al ser rebasadas por el poder de fuego de las organizaciones criminales; es urgente y necesario, que las autoridades se tomen en serio su papel, que rindan un informe a la población, sobre qué está pasando en cuestión de seguridad en Guanajuato, así como qué acciones contundentes se están tomando para contener el índice de criminalidad y delincuencia. Es ya un reclamo social generalizado de todos sectores. Si nuestros legisladores están ocupados en sus campañas de reelección, tiene que haberse quedado alguien que atienda la gravedad de este problema y que exija cuentas a la autoridad.
No sabemos: ¿Qué están haciendo nuestros gobernantes? ¿Cómo aplican los recursos en materia de seguridad? Nos estamos convirtiendo en una sociedad indolente, que ya perdió la sensibilidad, la paz y la tranquilidad pública, que se siente insegura, incluso en su propio hogar, envilecida por la cobardía de no poder enfrentar el problema a cabalidad, y ver que los delincuentes actúan con total impunidad; deben entender que los enemigos del estado no son los periodistas, ni lo comunicadores que informan los hechos violentos y de sangre. El enemigo son los propios delincuentes.
¿Para qué sirve el Gobierno? Si no resuelve nada; si no garantiza la paz y la tranquilidad pública, se convierte en un estado fallido, un estado de facto, si es la propia sociedad la que se tiene que organizar en los comités de colonos, con sus vecinos, para resolver los problemas de inseguridad en sus colonias, instalando alarmas vecinales, video cámaras de vigilancia, cerrando calles y en algunas hasta contratar seguridad privada. Cuando nuestra propia Constitución establece como una función y responsabilidad del Estado, el brindar seguridad pública. Les recuerdo que establece:
Artículo 21. La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las policías, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función. El ejercicio de la acción penal ante los tribunales corresponde al Ministerio Público. La ley determinará los casos en que los particulares podrán ejercer la acción penal ante la autoridad judicial.
La seguridad pública es una función del Estado a cargo de la Federación, las entidades federativas y los Municipios, cuyos fines son salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social, de conformidad con lo previsto en esta Constitución y las leyes en la materia. La seguridad pública comprende la prevención, investigación y persecución de los delitos, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta Constitución.
Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional. El Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir los fines de la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública, que estará sujeto a las siguientes bases mínimas:
Son tiempos electorales, y los siete jinetes del apocalipsis cabalgan sobre el territorio guanajuatense, esparciendo las plagas de Egipto y la muerte. Los ciudadanos nos preguntamos:
¿Y dónde están las autoridades?