El uso y abuso de la pena de prisión en Guanajuato
Creer que incrementar las penas y usar la privación de la libertad (la prisión), como solución para atacar los problemas derivados de la violencia, la adicción al alcohol u otros estimulantes drogas o enervantes; es un contrasentido, por un lado vemos como han aumentado los permisos para instalar antros y cantinas; véase la calle Madero en León. Y por otro queremos castigar a los conductores ebrios; provocando el hacinamiento en las cárceles, porque existen evidentes razones de peso, que obligan a buscar otras opciones, como las que brindan las ciencias como la psicología y la criminología; para atacar el problema.
Me refiero a la iniciativa propuesta por el H. Ayuntamiento de León, presentada al Pleno del Congreso del Estado y turnada a la Comisión de Justicia; de imponer pena de prisión a conductores ebrios:
1.- Lo declarado a los medios esta semana, nos pone en alerta. Nuestro gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, señaló para que entiendan el mensaje: “Existe una sobrepoblación en los Ceresos del Estado”; los datos duros nos señalan que a octubre del 2021, se supera el 23 %. En Guanajuato existen no menos de 10 diez y no más 12 doce, prisiones o centros de reclusión, con las que se cuenta en el Estado, con una capacidad para 6 mil 043 internos, y con una población recluida de aproximadamente 7 mil 449, es decir más de mil 406 internos. No les podemos llamar Centros de Readaptación Social, porque distan mucho de serlo en la realidad, más bien son ‘Universidades del Crimen’, centros de reclutamiento de las organizaciones criminales, entre otros muchos despropósitos; sin que se tenga un seguimiento adecuado sobre cuántos reclusos realmente se reinsertan en la sociedad cuando salen, cuántos logran encontrar un trabajo con salario digno o quiénes regresan a prisión por delitos más graves, como un fiel reflejo de la violencia que se vive afuera en la sociedad. Tan solo en León, según los datos informados por la Dirección General del Sistema penitenciario del Estado, solo se tiene capacidad para mil 672 internos, pero su población llega a cerca de 2 mil 091 personas recluidas.
Ver nota: Taxistas de León aplauden iniciativa de cárcel a conductores ebrios
2.- El costo que tiene para el Estado tener una persona recluida en una prisión por delitos no graves es alto, puede llegar incluso en un reclusorio privado hasta más de 3 mil pesos diarios por persona recluida.
3.- Debemos recordar que el último recurso legal que tiene el Estado para mantener el control social, la paz y la armonía pública, se encuentra en la razón de ser del Derecho Penal. Y tiene como máxima la pena de PRISIÓN. Se le conoce como ULTIMA RATIO para proteger los bienes jurídicos y se utiliza como medio coercitivo de control social cuando las demás alternativas han fracasado. Y la pena debe tener un principio humanizador como finalidad, la resocialización y la prevención del delito.
4.- La pena de prisión -entendida como la privación de la libertad personal- en la institución penitenciaria que el Ejecutivo del Estado designe. Art. 39 del Código Penal para el Estado de Guanajuato. Debe ser el último recurso que aplica el Estado, cuando ya no existen otras opciones.
Ahora que nuestros legisladores buscan analizar e incrementar las penas y revisar el catálogo de delitos, es altamente recomendable que inviten a participar a los abogados para que, escuchando diversas opiniones, se tomen las decisiones más adecuadas. Y no se siga generando la desorganización social. Cuando el crimen y los delincuentes se dan cuenta que no tenemos suficientes policías y que tienen más posibilidades de cometer un delito y que este quede impune, como ahora ocurre, cuando las autoridades encargadas de perseguir el delito solo pueden procesar el 1.9 % del total de los ilícitos que se cometen y de estos solo pueden sentenciar al 0.9 %, debido a la corrupción y la impunidad que impera, ¿para qué creamos mas leyes, que al final ni se aplican?
La violencia solo produce violencia; el desajuste entre los medios y los fines, socialmente aprobados, nos constriñen a evitar las contradicciones y las incompatibilidades cuando estas abarcan un amplio espectro del fenómeno social. Debemos razonar más nuestras propuestas antes de que nuestra incompetencia se convierta en un mayor desorden social como los vistos en otros estados vecinos. Como existen altas probabilidades que pueda ocurrir un motín con cárceles sobre pobladas.