La gran tarea por hacerse; regreso a la escuela
¿A qué se debe la prisa y preocupación por la supuesta normalización de la educación en el país con la posible vacunación de los profesores para abril o mayo y el retorno antes que termine el ciclo escolar actual? Una sola causa o sinrazón: las elecciones del 2021, ante la posibilidad de simular una acción que brinde la imagen que luego de la pandemia México está de pie con el restablecimiento del orden por medio de la vacunación. Quienes empezarán a pilotear el plan de retorno estatal en mayo, sabrán que los factores que intervienen en el movimiento les dictarán que para la masificación deberán esperar varios meses más.
Suponer el retorno masivo a las clases presenciales en el territorio guanajuatense durante el ciclo escolar 2020-2021, ordenado por los gobiernos federal y estatal, podría renunciar a un proceso metodológico debidamente sistematizado para tal propósito, a fin de inscribirse en un orden pragmático, incluso vulgar o de simple ocurrencia. Realizar “pilotajes” hasta una serie, no significa que de manera automática se puede realizar el despliegue, porque los riegos se multiplican para los actores: alumnos, mentores, padres de familia y autoridad educativa.
Los factores, como la estructura básica y condiciones de “preparación” cuentan mucho; aunque las autoridades durante la pandemia sólo han considerado algunos aspectos, dejando que la vacuna contra la COVID-19 sea la especie de “quid” para regresar a las escuelas, debido a que “produciría inmunidad” en los profesores, directores, supervisores, etc. Así, el proceso de inoculación del biológico a los adultos mayores que lo están convirtiendo en “una esperanza” se está utilizando de parte de la Federación como la coartada o emblema en el apresurado retorno.
En la lógica de no ser “superados” por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la mayoría de los mandatarios locales se pusieron las pilas -en especial los opositores al residente de Palacio Nacional- se engancharon al proyecto nacional, aunque no cubrían una condición sine qua non para ello, tener su semáforo epidemiológico en color verde. Pero, les quitó el dique el subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, al anunciar el 16 de abril que el regreso a clases presenciales podría ser con semáforo en amarillo.
¿A qué se debe la prisa y preocupación por la supuesta normalización de la educación en el país con la posible vacunación de los profesores para abril o mayo y el retorno antes que termine el ciclo escolar actual? Una sola causa o sinrazón: las elecciones del 2021, ante la posibilidad de simular una acción que brinde la imagen que luego de la pandemia México está de pie con el restablecimiento del orden por medio de la vacunación. Quienes empezarán a pilotear el plan de retorno estatal en mayo, sabrán que los factores que intervienen en el movimiento les dictarán que para la masificación deberán esperar varios meses más.
La herejía de origen
Cabe mencionar que los nuevos secretarios de Educación, de la SEP, Delfina Gómez Álvarez y de la SEG, Jorge Enrique Hernández Meza, están en el supuesto de que este retorno en mayo 2021 representa una prolongación de marzo del 2020, una segunda parte, porque no tratan de innovar ni tampoco considerar que las instalaciones deberán de modificarse para recibir los alumnos, evitándoles el menor riesgo que sea posible. En especial de nivel básico, sin soslayar el medio superior y superior que atiende solamente población de adolescente y jóvenes.
En junio del año pasado luego de que la Federación presumió que había “domado la curva”, contagios y decesos que producía la enfermedad, AMLO en el salón Tesorería de Palacio Nacional anunció su plan de regreso a la Nueva Normalidad; dijo que de aplicación voluntaria y respetándose si alguna autoridad, municipal o estatal, “decide no acatarlo”. Agregó: “estaré informando constantemente del plan hasta que todos sepamos de qué se trata, porque en una primera exposición no es fácil de internalizar lo que significa”. No se habló más del asunto porque las crisis estallaron con contagios y defunciones.
La proyección que sorprendió tres meses después del error de junio, la concibió como su éxito el subsecretario López- Gatell, quien el 2 de septiembre presentó un reporte donde tenía 10 estados en semáforo amarillo, con la ilusión de que el país arribará al color verde en octubre: que resultaría en reanudación de actividades del ciclo escolar 202-2021 con “relativa normalidad”; los niños a las escuelas. Pero no se alcanzó.
El 12 de diciembre de 2020, el aún secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, antes de ser expulsado del cargo, informó en una mañanera que estaba listo el protocolo de la SEP para el regreso a clases con semáforo en verde. El alto funcionario dijo que la sana distancia, el uso de cubrebocas artesanales, garantizar agua y jabón, eran algunas de las medidas a seguir en las escuelas que “inicien clases presenciales en Campeche y Chiapas”.
En ese marco, también mencionó al cierre de 2020 que en los estados en color verde, buscarían vacunar a maestras y maestros. Aprovechó para una revelación, los docentes, deberán de informar si tienen motivos de salud para no volver a clases, pues hay “riesgo de trabajo”.
Además de dar a conocer que las actividades presenciales iniciarían desde enero de 2021, dijo el argumento central sobre la medida: el regreso es con la finalidad de “mitigar los daños colaterales que empiezan a padecer algunas alumnas y alumnos debido al aislamiento preventivo”. Y se fue de la secretaría.
Tercera ola por volver, volver
Para esta ocasión, el regreso a las clases presenciales, el Estado Mexicano, fortaleció su propaganda, “disminución de los contagios”, pero con incremento de vacunación en los adultos mayores y calendario de aplicación del biológico a profesores del sistema educativo nacional durante los meses de abril y mayo. Aunque en nuestro país se espera el rebrote de la pandemia y en el estado de Guanajuato todavía no se consulta a las partes que deberán participar en el retorno a las aulas… ya se anuncia.
Topografía
Altimetría. Machetazo al de espadas
Hubo sorpresas en la lista de los candidatos a diputados locales de Morena por el principio de representación proporcional -pluris- porque el diputado local Ernesto Prieto Gallardo, que esperaba la fácil reelección, se le está dando la oportunidad, pero en el cuarto sitio que se convertirá por las reglas jurídicas del juego en séptimo a la hora del reparto. La perversidad lo pondrá out.
En tanto, la dirigente local Alma Alcaraz está en el primer lugar, cuando no la divisaban. La senadora Malú Micher consiguió el segundo lugar para su esposo David Martínez, que podría estar en riesgo porque Prieto quiere ser y lo puede impugnar. En tercera posición va la “intocable” Hades Aguilar Castillo quien es otra recomendada del súperdelgado de la Secretaría del Bienestar, Mauricio Hernández.
Planimetría. Simple: nada nuevo.
En el PRI nada cambió a pesar del legítimo pataleó de las tricolores guanajuatenses. Quedaron como fue informado hace una semana: Ruth Tiscareño Agoitia, Alejandro Arias Ávila y Yulma Rocha Aguilar. Con la dirigente estatal foránea, a la cabeza que va por coordinación del grupo.