La leyenda negra del robo del estadio León
La leyenda negra de León, más famosa, que las momias de Guanajuato; no por el bagaje jurídico y los secretos que encierran los expedientes, de la historia de cómo se perdió el estadio, del equipo León, el cual era un bien del dominio público, inalienable, inembargable e imprescriptible en sus orígenes; o como se extinguió el fideicomiso en un desaseado proceso; en eso menesteres ya ni llorar es bueno como dice Juan pueblo. Pero de eso, a querer seguir derrochando dinero del erario público a manos llenas; con la mentada compra de los terrenos para el estadio. Como que ya es mucho encaje. Pese a que confieso ser un fiel seguidor del equipo León. Pero, ¿A usted estimado lector le han preguntado alguna vez, si quiere seguirse endeudando para comprar los terrenos del equipo León, con dinero del pueblo? ¿Le parece prioritario el tema de los terrenos del equipo león, frente a la actual crisis económica que atravesamos?
Es innegable la situación crítica que enfrentamos, una dura realidad, con una problemática social, aumento en el desempleo, en la comisión delitos, de homicidios dolosos, de robos con violencia, por señalar solo algunos. Si además le agregamos el cierre de la industria local, las empresas que han decidido bajar sus cortinas, ante el clima de inseguridad y la falta de apoyos del gobierno. Resulta irritante, las intenciones de nuestro gobierno de que querer comparar “terrenos para el equipo de fútbol” en varios millones de pesos, otra vez, con cargo al erario público.
Endeudando a todo el Estado, no solo al municipio de León. Sobre todo ahora, que existen otras prioridades, urgentes, para los ciudadanos guanajuatenses. Como son la compra de medicinas e insumos para la salud, la construcción de hospitales, el pago de mejores salarios a los médicos y personal de salud, la contratación de elementos de seguridad. La falta de tino, en la actividad financiera del Estado, con el objeto de procurarse los medios necesarios para los gastos públicos, debe estar enfocada a la satisfacción de las necesidades públicas prioritarias y urgentes; para la realización de sus fines. No en el despilfarro, es increíble que crean que pueden hacer lo que les plazca con el dinero público, cuando este debe emplearse en mejores causas. Buscando cambiar la percepción, que hasta ahora tiene la ciudadanía del desempeño gubernamental. Para lograr gobiernos honestos, que hagan más y cuesten menos. Que sean profesionales, transparenten sus gastos.
Se les olvida que el Derecho Financiero Público como una rama del Derecho Público que se encarga del estudio de la actividad financiera del Estado, sus ingresos y egresos, los cuales son columnas fundamentales y normas jurídicas que regulan la forma en que gasta los impuestos y contribuciones que recauda. Gobernanza, es el arte de gobernar cuyo objetivo, es el desarrollo económico, social e institucional duradero. Es urgente, acabar con la ineficiencia de los gobiernos, estatales y municipales, para atacar la corrupción y los malos manejos de los recursos, círculo vicioso que constituye el monopolio de las decisiones, la opacidad y la nula rendición de cuentas, solo con el voto de castigo a los partidos políticos que fomentan la corrupción entré sus miembros. Para cambiar las estructuras burocráticas ineficientes y débiles, que llevaron a perder el estadio león, al velar por los intereses de unos cuantos, enfocados en obtener privilegios y no a resolver los problemas de la ciudad que nos aquejan, la autoridad adolece de legitimación cuando solo busca el interés propio. No el bien común.