Las sotanas de Yáñez
EL SUBSECRETARIO DE Desarrollo Democrático, Participación y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, César Yáñez, ahí va tejiendo poco a poco alianzas con los obispos y otros líderes religiosos del país.
La instrucción que tiene es que ni la jerarquía católica, ni los ministros de otras confesiones, se conviertan en un pasivo en las elecciones del Estado de México del año próximo.
Pero no nada más en la contienda crucial del año próximo que definiría o no la supremacía definitiva del movimiento de la 4T, sino sobre todo en las elecciones presidenciales del 2024.
En sólo dos meses el quinto interlocutor de Andrés Manuel López Obrador con la jerarquía católica sentó a la mesa a los seis miembros del consejo de la presidencia de la Conferencia Episcopal Mexicana.
Hablamos de los arzobispos de Monterrey, Yucatán y San Luis Potosí, Rogelio Cabrera, Gustavo Rodríguez y Jorge Alberto Cavazos, respectivamente, y del obispo de Cuernavaca, Ramón Castro.
Asimismo, apunte al nuevo obispo de la diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, y al obispo de la diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz.
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Tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas, el hombre de confianza del inquilino de Palacio Nacional fue sacado de la congeladora política e instruido para distender el enfrentamiento que existe con la Iglesia Católica.
En muy poco tiempo Yáñez logró con los obispos lo que no pudo hacer Olga Sánchez Cordero ni Rabindranath Salazar: cubrir el vacío de tres años de cero diálogo de la 4T con la jerarquía católica.
Para el nuevo subsecretario de Gobernación, la relación con los obispos no ha sido unos meses de vacaciones: los prelados lo han puesto a prueba y ha tenido que aguantar vara y aceptar todo tipo de reclamos.
Desde el esclarecimiento de la muerte de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora hasta la descomposición social del país y los problemas de salud agravados con la pandemia del Covid y su manejo.
Pero sobre todo la arrogancia mostrada por López Obrador en estos cuatro años de gobierno para no escuchar y mancillar a quienes no piensan como él, así como su nula disposición de su gobierno para pacificar al país.
Ahora viene un periodo de probar que la 4T quiere un diálogo abierto y franco con los obispos: pasado mañana, sin ir más lejos, tienen que encontrarse con los líderes de todas las iglesias en Mexico.
Será una reunión en el Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de México, en la que habrán que incorporarse como gobierno a los esfuerzos de construcción de paz, a través de comités estatales.
Estos comités buscan acompañar a las familias de las víctimas y crear organizaciones donde participen el gobierno estatal, académicos, ONGs y dirigentes religiosos de todos los credos.
Cesar Yañez tiene el reto de su vida: a pesar de que muchos obispos no creen en este gobierno, dan el beneficio de la duda a este funcionario que aprende rápido y es empático.
Pero como en todos los ámbitos de la vida nacional: económico, político, social o de estado de Derecho, no están seguros que su jefe López Obrador vaya a respetar y compartir compromisos con la iglesia.
El precio de cumplir o no cumplir acuerdos se va a reflejar en los procesos electorales del 2023, pero sobre todo en las elecciones presidenciales del 2024.
Lo que es un hecho es que aunque la 4T ponga todo el dinero de los programas sociales y la capacidad de movilización, incluido con el narco, la ausencia del apoyo religioso sería un lastre difícil de remontar.
EL JUEVES ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR recibió por segundaocasión en menos de tres meses a los jerarcas de Samsung. Otra vez a Sungan Choi, director de Samsung Engineering, y a su jefe, Lee Jae Yong, ni más ni menos que presidente del grupo. Aquí le platiqué semanas atrás que los coreanos andaban entre tristes y molestos porque no han fallado en sus labores en Dos Bocas y en el gobierno sí les falló con más contratos para la reconfiguración de la refinería de Salina Cruz, cuyos cuatro paquetes en que se dividió toditos el de Palacio Nacional se los dio a ICA, negocio de unos tres mil millones de dólares. Pues la novedad es que López Obrador pidió a Guadalupe Phillips convidar parte del negocio a Samsung y éstos están siendo subcontratados por ICA para esa obra.
TODA LA PLANA mayor de Unifin está regresando de Nueva York. El equipo de Rodrigo Lebois mantuvo en la llamada urbe de hierro reuniones con diversos acreedores y fondeadores a quienes habló del esquema que trabajan para reestructurar su pesada deuda, casi 80 mil millones de pesos, y sobre todo de un nuevo plan de negocios. Por lo pronto mañana sostendrá otro encuentro aquí con los tenedores de Certificados Bursátiles. Tienen en custodia unos tres mil millones de pesos y los representa CI Banco, que dirge Mario Maciel. Para la empresa que lleva Sergio Camacho es fundamental el tratamiento a sus acreedores. Unifin está cierto que deben de ser el de acreedor garantizado, aunque no lo sean.
SI NO HAY cambio de última hora, hoy se firmará en Nacional Financiera el acuerdo de reestructura de la deuda de ese banco con Crédito Real. Son alrededor de dos mil 200 millones de pesos. El viernes la sofom dirigida por Felipe Guelfi pagó al Bank of Tokio se adeudo. Con la institución al mando de Luis Antonio Ramírez será a través de daciones en pago. Un tramo de poco más de mil millones con terrenos e inmuebles y el otro tanto con cartera. Hasta ahora la empresa ha reestructurado también con Banorte de Carlos Hank González, BBVA que comanda Eduardo Osuna y Santander que encabeza Héctor Grisi. Vienen atrás varios más. El pasivo de esta otra financiera anda por los 53 mil millones de pesos.
DONDE SE VIVE un conflicto inter accionistas es en Médica Sur. Hace exactamente dos semanas la acción cayó más de 40% por las crecientes diferencias entre los socios. El mayoritario es Misael Uribe, que posee 30.1%, y el fondo ProActive Capital, de Mario Sicilia, otro 20%. El público inversionista tiene un 49.9%. La tensa relación entre los dos primeros está relacionada con la venta, el año pasado, de los laboratorios al grupo alemán Synlab Internacional, que pagó unos dos mil 250 millones de pesos. Hay un plus amarrado a resultados de 2021 y 2022 que parece es el origen del conflicto. El fondo, donde uno de sus accionistas es José Antonio Fernández Carbajal, el CEO de FEMSA, ya quiere vender.
INTERJET YA TIENE conciliador para su concurso mercantil, que para como se ve el panorama, no es extraño que termine en una quiebra, aunque la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, les abrió la rendija para pagar cerca de 10 mil millones de pesos de impuestos en lugar de los 30 mil millones que contabiliza con multas y recargos. El conciliador es Gerardo Sierra, el mismo que lleva el concurso de Altán Redes, que dirige Carlos Lerma. A Sierra lo designaron desde Gobernación, que encabeza el cada vez más metido en todo Adán Augusto López, con el aval de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes.
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JRP