Lengua de Señas Mexicana
La Lengua de Señas Mexicana es sin duda una importante herramienta que facilita el intercambio de ideas y la inclusión social de las personas con discapacidad auditiva.
Es propicio reconocer a quienes, desde su ámbito de competencia, impulsan el conocimiento de este sistema de comunicación: desde quienes ya tienen esta habilidad y que se siguen preparando como intérpretes.
La Lengua de Señas Mexicana (LSM) es un sistema de signos lingüísticos articulados con las manos, producto del uso de diferentes señas y combinación de las mismas, acompañados de movimiento y expresión corporal, expresiones faciales y mirada intencional.
Su finalidad es la comunicación con personas no oyentes y que forma parte del patrimonio lingüístico de dicha comunidad y es tan rica y compleja en gramática y vocabulario como cualquier lengua oral.
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Me complace mucho comentarles que en Guanajuato la lengua de señas mexicana está cada vez más socializada en todos los sectores de la sociedad y cada vez más gente aprende el lenguaje y lo hace parte de sus actividades laborales, profesionales y familiares.
En el Instituto Guanajuatenses para las Personas con Discapacidad –INGUDIS- impulsamos su socialización con el propósito de que cada día sea más conocida.
Incluso, recientemente, Estrella Salazar, estudiante mexicana de Ingeniería en Biotecnología, presentó una aplicación para traducir Lengua de Señas Mexicana (LSM) a texto y voz (y viceversa).
Constituye un factor esencial para preservar y promover su sentido de identidad y es un derecho cultural de las personas con discapacidad auditiva.
El 10 de junio del 2005, la Lengua de Señas Mexicana fue elevada a Lengua Nacional, que es el más alto reconocimiento que se da en México a los idiomas equiparándolo con el español y las lenguas indígenas.
Es importante que impulsemos una sociedad justa e inclusiva donde se garantice el acceso igualitario a la información, la comunicación y sobre todo se normalice la discapacidad de todas las personas. Hasta la próxima.
