LOS PANISTAS EN SU TINTA HAN DESCUIDADO AL OPOSITOR
Vendrán muchos cobros de facturas, como conflictos directos entre los grupos y entre los liderazgos, porque en la práctica política la militancia tiene marcas, ideología hasta pragmatismo vulgar, color y religión. Sin embargo, la clase política guanajuatense estaría faltando a las citas y al debate de seguir auto eliminándose en lugar del florecimiento. No será el legislador Juan Carlos Romero Hicks, sino el panismo guanajuatense, porque el mandatario estatal no puede cubrir tanta cancha, pues si se distrae le ganarán posiciones locales cuando llegue la competencia por la gubernatura.
Luego del autodestape por la candidatura presidencial del exgobernador, Juan Carlos Romero Hicks, no hubo tropel de búfalos ni una oleada universitaria como en el 2000, cuando consiguió el abanderamiento del partido conservador PAN a la gubernatura. No ha habido línea a fin de que los muchachos “romeristas” se lancen a favor, o de plano le hagan la “sana distancia”. Al parecer prefieren el confort que producen los cargos o la burocracia dorada; o los traen a raya desde la jefatura política estatal para recrearle el vacío y mostrar que Romero Hicks no tiene apoyos.
La emergencia nacional del diputado federal, que semanas antes había perdido la coordinación (corona) del grupo parlamentario que “ostentó” en la 64 y no tendría en la 65 Legislatura, resultó una tanteada política con sentido de futuro, porque la membresía panista -a pesar de la aparente calma y anunciar una renovación en unidad- está más revuelta que nunca, con onda grupera “animada” para interpretar cualquier son.
Para el panismo guanajuatense resultaba una táctica pragmática y la manera de aprovechar la coyuntura a fin de enfrentar el embate que vendrá contra el PAN y entre sus filas, sin olvidar las deserciones. La expulsión de Juan Carlos de la coordinación en San Lázaro no sólo simbolizó el arribo de un incondicional del presidente Marko Cortés, sino también la aceptación de Paseo de la Presa en Guanajuato Capital, tal vez por ello en el territorio guanajuatense los albiazules no han dicho ni pío ni dado el clásico paso adelante. Miguel Márquez (3M) simplemente se arrugó.
En esos embrollos, el PAN más ganador en el país quemó algunos de sus cartuchos de guerra para mantener sus balas de salva y creer que la unidad se hace acallando e inmovilizando a los cofrades en tiempos muy difíciles, cuando Morena -en poder de República- ha mantenido el fuego graneado contra la oposición y tiene en su mira a los panistas de Guanajuato, quienes requieren no únicamente el bicéfalo con un cuerpo sólido de dos cabezas, sino incluso una medusa para luchar y alcanzar las posiciones nacionales; de entrada tendrían al gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo con el académico y diputado federal, Juan Carlos Romero Hicks.
Lo sucedido en las elecciones distritales locales pasadas, con los 21 triunfos de 22, no debe obnubilar las vistas de los jóvenes estrategas de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, sino considerar los conflictos internos con más visión, porque no tienen ni siquiera 50% de los 46 municipios y perdieron dos posiciones federales que antes estaban en sus manos. Sin soslayar que la lucha por la candidatura a la gubernatura, soterrada y reptando suavemente, se empieza percibir como guerra “sin cuartel” con sobre presencia de las féminas.
Pareja en la adversidad
La relación que mantiene la dupla, Ricardo Anaya y Marko Cortés, que le permitiera controlar la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, y poseer la candidatura presidencial durante las elecciones en el 2018, no será posible para 2024 porque las condiciones políticas habrán cambiado radicalmente, en este año los morenos suman gubernaturas a la 4T, más las que logren durante los comicios en 2022. Además está la amenaza sobre Ricardo Anaya Cortés, espada flamígera de la justicia federal porque lo consideran “presunto delincuente”.
La denuncia penal por recibir presuntos sobornos, contenida en la carpeta FED/SEIDF/CGICDMX/865/2020, es un arma poderosa de la Federación que deberá cargar el queretano, Anaya Cortés y que estará compartiendo con el presidente del CEN, en su retorno, el michoacano Cortés Mendoza.
Además del jaque al precandidato panista mejor posicionado en las encuestas o el más conocido al momento, el partido conservador en el orden nacional, por ahora no tiene más ante el partido Morena, con un grupo de suspirantes presenciales que están reventando las tablas de resultados de las encuestas de opinión. Si Ricardo Anaya Cortés resulta encarcelado y sentenciado, los blanquiazules no tendrían remplazo reconocido para el encare contra una marabunta rojo marrón que se les viene encima. Marko Cortés escoltará a su jefe político en la desdicha en donde correrá el riesgo de perderse la ruta presidencial 2024.
El panismo de Guanajuato tendrá que estar preparado para ocupar los espacios en la dirigencia nacional del PAN como en la búsqueda de la candidatura para la grande. Cuando se perciban los trabajos de las instancias estatales con sus cofradías porque no será la imposición que se estila en la entidad, se necesitarán voces divergentes y la integración y vigorización de fuerzas, la verdadera unión para la incursión ganadora.
Vendrán muchos cobros de facturas, como conflictos directos entre los grupos y entre los liderazgos, porque en la práctica política la militancia tiene marcas, ideología hasta pragmatismo vulgar, color y religión. Sin embargo, la clase política guanajuatense estaría faltando a las citas y al debate de seguir auto eliminándose en lugar del florecimiento. No será el legislador Juan Carlos Romero Hicks, sino el panismo guanajuatense, porque el mandatario estatal no puede cubrir tanta cancha, pues si se distrae le ganarán posiciones locales cuando llegue la competencia por la gubernatura.
A manera de distracción y encontrar el relax, los liderazgos de la vieja guardia conservadora, cuando se dieron cuenta que sus cofrades de la nueva ola no estaban enlistados para buscar la presidencia nacional del PAN, como impulsados dijeron que se tenían a la mano para esa faena dos personajes, Alfredo Ling Altamirano y Luis Felipe Bravo Mena, este último en la representación de Guanajuato en la CDMX en dónde es un florero. Ellos, se insinuó, son la especie de chiles de todos los moles y cobran muy bien.
Ubicuidad del mandatario
Siguiendo las encuestas que han circulado básicamente en el territorio estatal, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez navega en dos aguas, en su condición de mandamás de Guanajuato y precandidato del PAN a la presidencia de la República. El 15 de julio pasado, se sembró que “usuarios de las redes sociales” han realizado sondeos de opinión tras los recientes destapes de los probables candidatos presidenciales y el mandatario, Diego Sinhue, va al frente de las preferencias por encima de los morenos. Ora sí cabe aquello de “créete chencha y vete al baile”.
En manos de las encuestadoras, como en el caso de la firma Mitofsky de Roy Campos, en una parejera entre Andrés Manuel López Obrador y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, sobre las aprobaciones de sus administraciones, federal y estatal, el guanajuatense desde julio del 2020 a julio 2021, le viene ganando el tente al tabasqueño; en el cierre del presente, Diego obtuvo 56 por ciento y Andrés logró 36.8 por ciento.