Mayor transparencia para combatir la inflación
Desde finales de los años ochenta, los bancos centrales tanto de países desarrollados como emergentes comenzaron a adoptar regímenes de objetivo de inflación explícito, lo que se conoce en inglés como “Inflation Forecast Targeting” (IFT). Lo que significa que estas instituciones tienen el compromiso explícito de alcanzar una meta (rango) de inflación específica en un período de tiempo determinado.
Hoy día alrededor de 70 países conducen su política monetaria bajo este régimen y países pioneros en adoptar este enfoque fueron Nueva Zelanda, Canadá y Reino Unido e incluso naciones latinoamericanas como Brasil, Chile y Colombia también lo hicieron antes de que Banco de México lo adoptara en 2001.
De ahí proviene la meta de inflación anual que busca alcanzar Banxico de 3% con un intervalo de variación de +/- 1 puntos porcentuales. Sin embargo, algo que poco se comenta es el horizonte de tiempo en el que operan las decisiones de política monetaria, lo cual es muy importante para mejor comprensión de las decisiones tomadas.
No hay un período de tiempo objetivo propiamente, tampoco olvidemos que un rezago entre las acciones tomadas y el momento en que surten efecto en la economía. Desde 2018 los pronósticos de inflación publicados en los informes trimestrales consideran un horizonte de ocho trimestres, y dado que bajo el régimen que sigue nuestro banco central toma sus decisiones para converger con los pronósticos de inflación, podemos asumir que ese es el período determinado bajo el cual se orientan las decisiones de política monetaria.
Al interior del banco central las visiones encontradas respecto a lo transitorio de las presiones inflacionarias han sido evidentes y han generado confusión ante la ausencia de una guía de acciones que podrían seguirse en meses siguientes. Por lo mismo, es de celebrar que todavía oportunamente, se anunció a través de un comunicado de prensa el pasado 05 de agosto, la implementación de dos acciones adicionales para mejorar la comunicación de sus decisiones con entrada en vigor en el siguiente anuncio programado para hoy.
Lo anterior va en línea con lo que el FMI ha mencionado como fundamental en la configuración de expectativas de inflación, (Actualización De Las Perspectivas de la Economía Mundial – Julio 2021), donde habla de la importancia de la claridad en la comunicación de los bancos centrales, sobre todo al considerar que la inflación seguirá siendo elevada en 2022, especialmente en algunas economías emergentes.
Uno de los cambios que se introducirá en la comunicación es que ahora se incluirá en el comunicado la actualización del pronóstico de inflación general y subyacente para los siguientes ocho trimestres y el otro es que se identificará el sentido de la votación de cada uno de los integrantes de la Junta de Gobierno.
Lo anterior permitirá tener información con mayor oportunidad sobre la trayectoria de precios que se está considerando para discusión en cada anuncio de política monetaria, evitando tener que esperar hasta la publicación del informe trimestral para conocer los pronósticos de inflación actualizados, así como proveer un mayor contexto que facilite la comprensión de las decisiones tomadas. Por otro lado, tampoco tendremos que esperar hasta la publicación de las minutas de estas reuniones para identificar quienes disintieron o estuvieron de acuerdo en lo aprobado.
Una mayor transparencia, fortalecerá la credibilidad de Banco de México, indispensable bajo el régimen bajo el cual conduce su política monetaria, pero no menos importante es que continua el acercamiento a los ciudadanos avanzando en facilitar la comprensión de cómo se toman las decisiones en un entorno como el actual, donde todavía no tenemos una recuperación económica plena, pero padecemos presiones inflacionarias.
Habrá que estar atentos al comunicado de hoy, esperando que el cambio en la comunicación surta el efecto deseado.