Morena San Luis: radiografía de una camarilla voraz
Lo que no se cambia abajo, de poco sirve se combata arriba, podría decirse de los afanes de López Obrador, pues mientras él madruga alentando desde las alturas de Palacio Nacional el país utópico de la 4T y todos los días desenvaina la espada contra las ‘mafias’ del poder, a ras de tierra muchos de sus protegidos reproducen y se benefician de esas prácticas extra legales.
En San Luis de la Paz, Arisbeth y Aidaveth García Monjaráz favorecidas del afecto presidencial, de la mano de Ernesto Prieto, otro que medra con esos vínculos afectivos, no tuvieron ningún escrúpulo en conformar una planilla de Morena que exhibe sin recato alguno que su aspiración no es ganar la alcaldía, sino consolidarse como un brazo más de un grupo de poder voraz que encabeza el alcalde con licencia Gerardo Sánchez, quien ya anda en campaña para reelegirse vía la alianza PRI-PRD.
Se trata de una camarilla política que usa la apariencia de pertenecer a distintos partidos, pero que comparte el propósito de controlar y utilizar para beneficio propio el aparato de gobierno. Por la obviedad de esa trama no sorprendió que el mandatario, conocido como ‘El Chino’, dejara de interino a su aliado y operador Jairo Álvarez, quien se desempeñaba como secretario de Ayuntamiento.
Hacia el flanco panista, un protagonista principal y beneficiario de ese entramado es el empresario de ferias y funcionario de Sedeshu, Roberto Carlos Terán, quien tiene en la nómina a una de sus prestanombres, así como a otros allegados y familiares. Esa red también alcanza a Nueva Alianza, el candidato perdedor en 2018, Juan Antonio Torres, logró colar en una regiduría a su hermano Isaac y él mismo se incorporó a la plantilla municipal ocupando el cargo ‘vinculación educativa’ con sueldo de 14 mil mensuales. Ahora repite por ese mismo partido con la doble candidatura de alcalde y primer regidor.
Pero una de las principales extensiones y complicidades de ese grupo es hacia Morena. Durante el trienio ha sido evidente la cercanía de las hermanas Arisbeth y Aidaveth García con Gerardo Sánchez, la primera desde la subdelegación que ostentaba y que abandonó en medio de escándalos de corrupción, y la segunda, como integrante del cabildo donde nunca asumió un papel crítico y de contrapeso, por el contrario desde la estratégica comisión de adquisidores apuntaló las iniciativas del alcalde.
La planilla: cinismo sin límites
Todo apunta a que esa camarilla parapetada en varios frentes va por todo otros tres años, y que Morena es solo un instrumento más para sus propósitos y ambiciones.
El modo como se integró la planilla rojo marrón aporta evidencias precisas de lo que buscan, la jugada está muy anunciada: Aidaveth García al mismo tiempo que compite para alcaldesa, va como primera regidora, por lo que aun perdiendo (que es lo más probable) casi tiene asegurado repetir en el Ayuntamiento. Luego, en la segunda posición aparece Faustino Reséndiz, esta persona conocida en el poblado con el mote de ‘Chicano’, fue destituido como servidor público en la administración panista 2015-2018 por diversas irregularidades, pero también se trata del mismo que protagonizó los sospechosos tejemanejes de la Feria Regional 2019, esta columna documentó en su entrega del 29 de junio del año pasado, que sin licitación alguna le fue adjudicado un contrato por 5.5 millones de pesos. Ese solo hecho que con detalle y pruebas documentales se describe en ese trabajo periodístico, es ilustrativo del modus operandi de esa red que cruza por el PRI, PAN, Morena y más…
Pero Faustino no solo va en posición privilegiada, sino que en la planilla también aparecen dos de sus hijos. Luego, en la suplencia lleva a José Guadalupe Regalado, un abogado que fue regidor suplente por el PRI en 2006, y de quien es muy conocida su activa participación en un club de tiro, afición compartida con la exsubdelegada federal Arisbeth, que ha divulgado imágenes practicando su puntería, y quien por cierto ahora regresa a escena como la quinta en la lista de aspirantes a regidores propietarios.
Aunque el sesgo familiar y patrimonialista de la planilla de Morena no termina ahí. La candidata a alcaldesa y regidora, lleva como suplente a Susana Jazmín Carranza, esposa de uno de sus hermanos; también, en la sexta posición va su marido René Rangel que por estos días no solo es candidato sino también funcionario público, pues como en 2018 fue su compañero de fórmula ahora la está sustituyendo en el cabildo para que ella ande de campaña, de modo que la familia no perderá los 42 mil pesos de salario mensual que recibe un regidor.
Incongruentes con la prédica de no utilizar los programas federales y la estructura de gobierno para fines electorales, en la planilla también aparecen dos personas que laboraban como Servidores de la Nación: Andrea Frías y Marlén Reséndiz.
Está muy claro: las hermanas García Monjaráz, que se asumen dueñas de Morena en ese municipio, lo único que buscan es preservar su asiento en la mesa de esa camarilla voraz, que camuflada en diversos partidos desde hace tres años tomó por asalto la administración… y el erario público.