Política, ayuda y emprendimiento
“El fin justifica los medios”
El Príncipe, Nicolás Maquiavelo
Asomarse a ver lo que sucede en el mundo y poner atención a lo que acontece puede ser un ejercicio interesante. En lo personal, hay un grado de agobio muy fuerte cuando al toparme con tantas malas noticias. Si a la guerra, los asesinatos, las injusticias, los movimientos negativos de las variables económicas, le sumamos el cinismo de los líderes que están al frente de nuestros destinos, hay veces que uno quisiera apagar el cerebro un ratito y darle un poco de oxígeno a las neuronas. No se puede. Los antiguos filósofos griegos sostenían que los seres humanos somos seres que buscan definiciones. Así que frente a las situaciones que nos rodean, emitimos una valoración.
Por supuesto, no siempre es fácil hacerlo y desde luego, es imposible que nuestros juicios siempre sean correctos. Claro que si, de entrada, una receta tiene como ingredientes política, ayuda y emprendimiento, uno tiende a sospechar que el resultado final podría no ser glorioso. Si aislamos los elementos que componen la fórmula, podemos apreciar que emprender y ayudar es una buena combinación. El ingrediente político es lo que nos hace elevar la cejas. Por supuesto, juzgar antes de analizar nos hace prejuiciosos y eso sí que no está bien.
Resulta que por el periódico The Jerusalem Post me entero que un diseñador checo ha ideado una forma novedosa de recaudar dinero para los ucranianos que sufren la guerra en su país: hacer almohadas con el retrato de su presidente, Volodymyr Zelensky, quien dice que se ha convertido en un símbolo para algunos. En la imagen vemos al mandatario ucraniano cansado, sin afeitar, pero desafiante con su característica camiseta verde, se ha convertido en la cara de la resistencia de Ucrania a la invasión de Rusia, reuniendo a sus compatriotas desde su búnker en Kiev en transmisiones diarias en las redes sociales.
Es increíble como el gobernante ucraniano se ha convertido en una figura. Para muchas personas, el hombre es un ejemplo de unidad y resistencia, de fortaleza frente al abuso, de valentía, y para algunos es como una especie de símbolo sexual. “Así que tuve la idea de hacer una almohada que se viera como si estuviera realmente en su cama”, dijo el diseñador Tomas Brinek a la agencia de noticias Reuters.
Brinek es todo un personaje en la República Checa. Dirige un canal satírico de Instagram llamado TMBK que tiene más de 540.000 seguidores y suele burlarse de los políticos. Así que se le ocurrió dar un siguiente paso y emprender con causa. Declaró que su edición limitada de almohadas hechas a mano ha atraído más de dos mil pedidos y con esto ha logrado recaudar alrededor de 420.000 coronas —es decir, 18.900 dólares—. También ha generado empleos. El dinero que consigue esta destinado a una organización benéfica que ayuda a los ucranianos afectados por la guerra.
Como muchos proyectos de emprendimiento, éste en partícular, empezó como algo y terminó en otra cosa diferente. “La idea era realmente una broma, pero hay un lado serio de que las ganancias puedan hacer algo bueno para Ucrania”, dijo Brinek, y agregó que ahora planeaba hacer otro lote debido al fuerte interés. Y, entonces, uno no deja de preguntarse en lo válido que es mezclar política, ayuda y emprendimiento.
Lo cierto es que la República Checa ha enviado decenas de millones de dólares en ayuda a Ucrania y hasta ahora ha acogido a unos 270.000 refugiados, en su mayoría mujeres y niños, que huyen de la guerra. Los datos duros nos muestran que miles de personas han muerto y más de tres millones han huido a países vecinos desde que Moscú lanzó lo que llama una “operación militar especial” en Ucrania el 24 de febrero.
Cada uno de nosotros tendrá la mejor opinión. ¿Se vale utilizar la figura del mandatario para estos fines? ¿Todos los ingresos que se reciben van a dar a un fondo de ayuda? La verdad es que se necesita mucha ayuda y se necesitará más. Seguramente, Nicolás Maquiavelo le dará la razón a Brinek. Tal vez, la receta que lleva política, emprendimiento y ayuda no resulte tan mal. Tal vez.