¿Qué es el voto útil?
La elección que tenemos en puerta es compleja y es muy importante. La próxima semana estaremos frente a la urna y en la soledad de nuestra conciencia vamos a escoger lo que va a definir el rumbo de nuestra vida democrática y de nuestra cotidianidad. Las elecciones de medio término sirven para ratificar el camino o para rectificarlo. Es la forma en que los votantes tenemos para continuar por la ruta que nos trazaron o bien para decirles que no es por ahí por donde queremos ir.
En la elección presidencial, se eligió un cambio de rumbo. El electorado mexicano dejó claro que los aires que soplaban no les parecieron convenientes y se decidió modificar la dirección y dar oportunidad a un hombre que desde la oposición fue crítico, que tuvo el asertividad de señalar lo que estaba mal y se propuso como candidato para recomponer las cosas. Forjó un movimiento que denominó de regeneración nacional y que de acuerdo con sus estatutos: “es un partido político de hombres y mujeres libres de México que luchan por la transformación pacífica y democrática de nuestro país”.
Se inflamó la esperanza en muchos corazones y muchos creímos que tanta promesa no sería posible de cumplir. Hoy, esa esperanza que se forjó a lo largo de tantos años en campaña es una realidad. Se les dio la oportunidad y los hemos visto operar, tienen el manubrio en la mano, hicieron una promesa y están en el momento de hacerla real. Muchos están encantados, felices de la vida y creen con un fervor inagotable en su caudillo. Otros, son detractores a los que nada de lo que se ha hecho les parece bien. Ambos grupos están en los extremos y hacen algo en común: reaccionan en automático y sancionan en favor y en contra como quien aprieta el botón de una máquina.
Hay otro grupo al que le gusta analizar. Que saben que no todo lo que brilla es oro, que el cambio no fue bueno. Ven lo que está pasando, juzgan por los resultados y basan su decisión en un soporte que les permite tener una mirada objetiva. Este grupo ha ido creciendo. Se conforma por personas de diversos estratos. Están los que nunca creyeron las promesas, los que no se sintieron seducidos por el personaje. Pero también están los que creyeron y están desencantados. Este grupo, tampoco olvida que las opciones anteriores no fueron maravillosas. No obstante, se dan cuenta de que el rumbo que está tomando la 4T nos está dejando más cerca del despeñadero y que aquello que tanto criticaron, hoy lo están haciendo igual, pero con peores resultados.
Este grupo de personas analíticas se siente en la orfandad. No sienten simpatías por el actual gobierno y tampoco por los anteriores, que no han sido eficientes al promover una propuesta que les pueda ganar la preferencia electoral. La oposición ha hecho un muy mal trabajo, no obstante, creen que la 4T lo ha hecho peor. Pare este grupo, el voto útil es la opción. ¿Qué es el voto útil? Se denomina voto útil a un sufragio estratégico. Es una modalidad para que el ciudadano decida en función del eventual resultado de las elecciones. Se trata de evitar seguir en un rumbo inconveniente y frenar el carro de un tren que va ganando fuerza y velocidad y que, si no se para a tiempo, después no habrá forma de frenarlo.
El voto útil confiere máximo valor a ganar la elección concentrando el voto no para que gane el candidato preferido sino para que pierda el que no nos gusta. A la vez que busca evitar el desperdicio del voto en múltiples alternativas que no tienen posibilidades. Hoy el ciudadano mexicano está enfrentando una situación compleja: una concentración de poder en gente que se dice democrática y no lo es, en personas que no respetan las leyes y que, si no se hace su voluntad, se brincan las trancas.
Si lo que se quiere es ayudar a ganar estas elecciones a alguien que no pertenezca a la coalición de Morena, el voto debe ir al partido o coalición que vaya en segundo lugar, según las encuestas creíbles, o en primero, por encima de Morena, para que consolide su ventaja. El voto útil no se emite por el candidato favorito, se usa para cambiar el rumbo. Estamos a las puertas de una elección compleja. Sin embargo, en la soledad de las urnas, lo podemos simplificar. ¿Qué queremos? Seguir por donde vamos o modificar el camino. Es ahora o nunca.