Segundo aire de Diego Sinhue, el futuro utópico
Inmerso en su batalla épica por reactivar al estado luego del letargo pandémico, esta semana Diego Sinhue presentó, con la ya muy característica espectacularidad oficial, su nuevo Programa de desarrollo, competitividad y sustentabilidad turística, con la meta de atraer a 21 millones de visitantes y con ello provocar una derrama económica de más de 44 mil millones de pesos en beneficio de Guanajuato.
Sin lugar a dudas que las medidas emergentes que el gobernador está implementando, forman parte de una muy acertada estrategia gubernamental para retomar el camino de la consolidación del estado como el oasis del desarrollo y el progreso económico. Este programa de fortalecimiento del sector turístico debe servir de plataforma de reposicionamiento del gobierno, conjuntamente con el de desarrollo social que previamente presento Diego Sinhue como “Guanajuato, contigo sí”.
Ahora que el país parece decidido a implementar un modelo político retardatario y apático al desarrollo socio-económico, donde ya 22 estados se han infectado de morenitis aguda, es la oportunidad de oro para que Guanajuato se yerga como el puntal del desarrollo industrial, turístico, agrícola, social, cultural y educativo que preserve los vientos de libertad, justicia, desarrollo y evolución. Precisamente ahora es cuando nuestro estado puede acaparar las áreas de desarrollo e inversión que otras entidades soltarán debido a sus políticas públicas, prioridades de gobierno y desconfianza de los mercados.
Una de las medidas más significativas del nuevo programa de desarrollo turístico es la preservación y rescate de inmuebles patrimoniales, lo que representa un reto de gran magnitud si consideramos que además de arreglos y mantenimiento deberá dignificarse el entorno y la iluminación. Desde luego que el rescate del patrimonio histórico debe incluir los monumentos más significativos, además de que en torno suyo se desarrollen estrategias de promoción adecuadas, donde el uso de la mentefactura sería buen recurso para incorporar aplicaciones que permiten acceder a tours interactivos de todos los atractivos turísticos y funcione a manera de imán o motivación.
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En fin, que el relanzamiento del programa turístico debe tener el alcance suficiente para transitar del sexto lugar nacional al top-3 o al menos al primer destino turístico de sitios sin playa. Sería bueno que Diego Sinhue aprovechara este segundo aire de su administración para renovar el marketing de promoción turística del estado, incorporando una muy eficiente campaña en redes sociales y plataformas diversas que en verdad nos pongan en los ojos del mundo, donde con un clic se desplegara todo el abanico de atractivos históricos, religiosos, gastronómicos, culturales, tradicionales y de negocios.
Considerando que la premisa que más presume el gobernador es la incursión de la mentefactura, le caería bien al gobierno la automatización de su vida productiva y que se vea reflejado el uso de la inteligencia artificial y los avances tecnológicos en sus programas de reposicionamiento como el de turismo y desarrollo social, así como otros que faltan y son por demás importantes, como uno que podríamos denominar “Por una educación de vanguardia” o uno que evocando los 50 años del FIC se denominara “Cultura que trasciende”.
Atraer la dinámica de trabajo de la estructura de gobierno a la incorporación de mecanismos de inteligencia gubernativa, generando portales específicos con dispositivos de gestión automática, servicios electrónicos totalmente digitalizados, accesibilidad inteligente a programas y procesos burocráticos, sistemas interactivos de seguridad ciudadana, escuelas inteligentes y promoción turística con visitas virtuales y simuladores, sí sería estar en sintonía con la ilusión discursiva del gobernador, pero algunos miembros de su gabinete no están listos para este tipo de modernidades disruptivas.
El día que el gobernante haga coincidir el discurso con la realidad, estaremos acariciando la anhelada utopía.