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Silao en el Capitolio de Washington

Opinión

Héctor Andrade Chacón - Sociedad y economía

Silao ya está inscrito en las actas del Congreso de los Estados Unidos, la mayor potencia del hemisferio occidental, lamentablemente su registro no es por gloria, por el contrario, aparece como sede de un conflicto que los representantes (diputados) estadounidenses consideran oprobioso para los intereses de su país y para el cumplimiento del Tratado México-Estados Unidos Canadá: entre los directivos de la planta General Motors (GM) y el sindicato titular del contrato colectivo de trabajo (“Miguel Trujillo”) parecen confabulados para que no haya ni democracia sindical ni mejores condiciones laborales para los trabajadores como instruye el propio T-MEC.

El pasado 11 de junio, debió realizarse la consulta en la planta, entre casi 10 mil empleados, sobre la validez o no del contrato colectivo de trabajo de la empresa con el sindicato Miguel Trujillo de la CTM. Había un emplazamiento de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social y no se respetó. Este miércoles el caso fue revisado en el Capitolio, en una reunión convocada por los legisladores de Estados Unidos, vea usted entre quienes: Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes y otros demócratas de alto rango, por un lado, y por el otro Mary Barra, directora ejecutiva de General Motors. Si, hablaron de Silao.

Dan Kildee, representante demócrata presente en la reunión, dejó en claro a la directiva de GM que “la situación en Silao es un problema”. Para los diputados estadounidenses el asunto no es un mero tema dentro de un sindicato, no, consideran que hay situaciones de corrupción aprovechadas por la armadora para tener bajos costos en su mano de obra, lo cual resulta en perjuicio de los trabajadores estadounidenses, pues fue uno de los factores para sacar a sus fábricas de la Unión Americana.

Ahora, con el T-MEC en vigencia, quieren que haya condiciones de igualdad laboral en ambos lados de la frontera, para que no haya más fuga de empresas estadounidenses, uno de los puntos de negociación cuando se trata de dar apoyo de la principal organización obrera de Estado Unidos, la AFL-CIO, al partido demócrata en las elecciones.

El caso escala en los Estados Unidos, mientras que en México los líderes sindicales cetemistas del “Miguel Trujillo” creen que todo se resolverá con volver a realizar celebraciones del Día de las Madres para los trabajadores. Siguen sin entender que estoy ya es trinacional y que hay intereses más poderosos en juego que sus prerrogativas que les han enriquecido por años.

En la reunión en Washington, de este miércoles, los legisladores demócratas han pedido a la General Motors a comprometerse a proporcionar a los trabajadores en Silao copias físicas del contrato, publicar los contratos y cumplir con otros requisitos.

La armadora, por cierto, para nada está manejando en los Estados Unidos que abandonará la planta de Silao, como andan tratando de espantar los líderes “charritos” a sus compañeros a cambio de aceptar un contrato colectivo que minusvalora su aportación de fuerza de trabajo y les resta derechos. Información obtenida por nuestra compañera Karla Silva, deja en claro que han lanzado el cuento de que si no firman, GM se va en 2022.

Sería bueno que los líderes sindicales de GM en Silao nos expliquen cómo tienen esa información privilegiada, que no se lee en los informes financieros a los accionistas de Nueva York o en las sesiones del Congreso de los Estados Unidos, donde se habló de inversiones por 35 mil millones de dólares de la empresa en sus plantas para acelerar la transición al auto eléctrico. A lo mejor no saben que ya existe internet.

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