Turismo de riesgo
En los municipios de Guanajuato, en especial los de perfil turístico como Guanajuato capital, los prestadores de servicios y algunos funcionarios se acicalan el bigote en espera de que verano se signifiquen como la panacea para su alicaída economía. La pretensión no es mala por sí misma, es la aspiración natural; sin embargo, la ambición puede llevarles al fracaso y poner en riesgo el propio Festival Internacional Cervantino de octubre próximo.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas remojar, reza el adagio popular. Sucede que hasta ahora todos los indicadores citan una disminución en las tasas de contagios y muertes por el Covid-19, la pandemia que ha destruido más de 220 mil vidas en México en los últimos 15 meses y que ha sumido a la economía mundial y nacional en una crisis no vista desde la década de los años 30´s, en el caso mexicano, lo cual ha llevado a una confianza excesiva entre la población y de forma muy preocupante, entre la clase política que administra estados y municipios. El riesgo de repunte está frente a nosotros y Cancún es el botón de muestra.
El Ayuntamiento de este puerto, ante la gran movilidad social y fiesta, determinó este fin de semana cerrar la circulación en varias de sus avenidas, con la idea de restringir las actividades callejeras entre las 11:00 de la noche y 1:00 de la mañana. Las medidas se toman con la finalidad de evitar aglomeraciones debido a que el municipio se encuentra en riesgo de regresar al color rojo del semáforo epidemiológico estatal.
El asunto es que la gente de niega al uso de cubrebocas, ya no hay sana distancia y las aglomeraciones ya son cosa común en bares, restaurantes y puntos de entretenimiento. En esto, los propietarios de los lugares han relajado las medidas, a fin de no incomodar a sus clientes y permitir que sigan consumiendo. El beneficio económico por encima del sanitario.
La cosa es que ante el aumento de casos de contagio, a pesar de la vacunación que se ha tenido en adultos mayores y personal médico, así como entre turistas, sobre todo estadounidenses, podrían decretarse medidas más severas y estas caerían en plena temporada alta veraniega.
Las autoridades del municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, refuerzan los protocolos sanitarios establecidos para mitigar el impacto de la pandemia y otra vez retoman la campaña Cancún Safe. Los casos han comenzado a repuntar, luego de verse a la baja por semanas.
Ante este espejo del turismo nacional e internacional, donde pueden verse ciudades como Guanajuato, León o San Miguel de Allende, cabría preguntarse si realmente se cree que ya la libramos en el territorio estatal ante la pandemia, luego de que es posible ver las calles inundadas, los bares atestados y casi nadie usando cubrebocas en espacios donde desapareció la sana distancia gracias a la permisividad del semáforo amarillo.
Se sabe que la industria turística mexicana, que aporta el 8.7% del Producto Interno Bruto nacional, no se recuperará por completo hasta 2023 (aún conque Andrea Meza sea la Miss Universo 2021), según las estimaciones del propio Miguel Torruco, titular de la Secretaría de Turismo, pero es mejor caminar con pies de plomo, antes que dejar ir otra vez las fuentes de ingresos permanentes, por perder el sentido de responsabilidad. Por acá, hoy en día, todos quieren fiesta y no se ve un Guanajuato Seguro frente a el Covid-19.