Un galimatías el retorno a clases presenciales
Mayo de 2020. “Las clases de educación básica en el país se retomarán el lunes 10 de agosto, si el semáforo de casos se encuentra en verde, con curso remedial, informó el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma”. La titular de la SEG, Yoloxóchitl Bustamante, reviró con: “el ciclo escolar en la entidad concluirá en la modalidad de clases a distancia”. Marzo de 2021. Después de que el presidente de México, Andrés M. López Obrador prometió “que los alumnos en todo el país regresarán a clases presenciales antes de que concluya el presente ciclo escolar”, la secretaria, Bustamante Díez, aseguró que “ello no depende de la decisión de una sola persona, sino del comportamiento de la pandemia”.
Las secretarías de Educación, federal y estatal, procuran solucionar las consecuencias de la pandemia que está resultando “endémica”, ante el escenario y las entidades con semáforo en verde resultan estudios de caso para retornar a clases presenciales. Para el inicio, en Campeche después del mes de abril, la titular de la SEP, Delfina Gómez Álvarez y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo LópezGatell, mostraron las tres reglas o condiciones para ese retorno a las escuelas con clases presenciales: personal educativo vacunado contra la covid-19; entidad federativa en color verde; y el retorno voluntario, que decidan madres y padres de familia, en atención a las encomiendas de las autoridades competentes.
La cuestión escolar en territorio nacional, incluidas las particularidades regionales durante las crisis provocadas por la pandemia, carece de los estudios a fin de que se conozca el gran impacto que está provocando entre la población la covid -19, porque en los ciclos escolares, 2019- 2020 y 2020-2021, el alumnado ha sido sensiblemente “afectado” y se está produciendo una especie de rezago educativo “imperceptible”.
En las entidades federativas que están en la media tabla del nivel educativo del país, como Guanajuato, para la tarea por recuperarse todavía no existen los elementos de cómo se hará, ni tampoco la efectividad de los programas, ni mucho menos el “aprovechamiento”. Lo cierto es que la enfermedad no sólo alteró las metodologías del proceso enseñanza-aprendizaje, empezando con clases a distancia, también está afectando grandemente el comportamiento de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, parecido a sus profesores.
Los planes de gobierno, sexenales, de Federación y estados, deben analizarse “a la luz de los avances” de las investigaciones sobre los efectos en la salud y la economía. También de las condiciones de las familias, como los avances de los programas de estudios de educación básica, media superior y superior. Lo que está sucediendo que aún no ha concluido, ni se ha superado porque se necesitan los resultados de la enfermedad hasta que la inmunidad de rebaño se masifique para la normalidad “nueva”; pero aún desconocida frente a los cambios y la adaptación como la evolución de las personas y comportamientos.
Desesperada vuelta a las aulas.
Lo otro, el retorno a las aulas que de forma maniquea se maneja por los gobiernos con semáforos epidemiológicos -un instrumento para el tránsito de las personas y diversas actividades durante la pandemia-, se presenta como la respuesta de regularidad gubernamental ante el grave deterioro en la materia. La evolución de los niños y jóvenes no se detuvo con el confinamiento en marzo de 2020 al cerrar los salones, la atención en lo inmediato fue para salvar programas de acuerdo al ciclo escolar correspondiente.
Respecto de cuándo, en qué condiciones, cómo y de acuerdo a cuáles parámetros, deberá de realizarse el retorno a los salones de clases ya que el juego político “reflejado” con luces, está tratando de generar una necesidad imperiosa cuando las condiciones básicas todavía no están dadas. Las autoridades, de acuerdo a la economía o las ganancias de los damnificados con los cierres de las escuelas, están en la búsqueda de la respuesta positiva para volver a la llamada normalidad, que creen será como en 2019. Por lo pronto recrean los debates pro-escuelas.
Las secretarías de Educación, federal y estatal, procuran solucionar las consecuencias de la pandemia que está resultando “endémica”, ante el escenario y las entidades con semáforo en verde resultan estudios de caso para retornar a clases presenciales. Para el inicio, en Campeche después del mes de abril, la titular de la SEP, Delfina Gómez Álvarez y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, mostraron las tres reglas o condiciones para ese retorno a las escuelas con clases presenciales: personal educativo vacunado contra la covid-19; entidad federativa en color verde; y el retorno voluntario, que decidan madres y padres de familia, en atención a las encomiendas de las autoridades competentes.
Durante la 52 Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas fue entregada una guía de orientación para la apertura de escuelas ante la covid -19 presentada por la SEP, para preparar el regreso a clases presenciales con apoyo de autoridades de la Secretaría de Salud (SSA). Ese 24 de marzo, en Campeche, López-Gatell admitió que, como en cualquier parte del mundo, México corre el riesgo de la tercera ola de la enfermedad.
El pasado martes, horas antes de la firma del “Acuerdo Nacional por la Democracia” entre gobernadores y el presidente López Obrador, Diego Sinhue Rodríguez avanzó que solicitaría al Ejecutivo la apertura de las escuelas en Guanajuato. La razón de su petición, dijo: es urgente que los niños vuelvan a las aulas de manera presencial, “pero con protocolos y responsabilidad con el fin de evitar contagios y se pueda contener la propagación de la covid-19”. El gobernador no tuvo suerte, no pudo abordar a AMLO, porque no hubo diálogo entre las partes y el retorno deberá de esperar
La titular de educación estatal, Yoloxóchitl Bustamante, con el pie en estribo, exteriorizó que la decisión para el retorno al camino escolar dependerá de varios factores y no solo de la determinación del presidente de México, pues se busca no poner en riesgo a nadie. Con los datos sobre la cuestión escolar se volvió un verdadero “galimatías” por falta de claridad y estudios.
Topografía.
Planimetría. El club 11 no volverá. El gobierno de Silao de la Victoria informará desde mañana lunes que un grupo de 11 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quedarán fuera de la corporación porque “dieron positivo” en el examen antidoping, aplicado a mediados de febrero pasado, violentando así el inciso h) del artículo 80 de la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado; abstenerse de consumir sustancias psicotrópicas. La respuesta radicalmente diferente de otras, cuando se intenta darles tratamiento psiquiátrico para su recuperación.
Un referente importante de la limpia de adictos en la policía municipal de Silao; los 250 exámenes aplicados se encargaron a un laboratorio externo que entregó los resultados positivos a Asuntos Internos de la Preventiva. Más allá del Operativo Tormenta que se aplica en el estado para hacer la limpia en las policías; la especie de “tormentita” al pie del Tabor mexicano debiera de servir a los municipios para llevar a cabo tareas elementales. La clave no es barrer sino impedir las anomalías con reclutamiento estricto y sin aceptar las recomendaciones, además del adiestramiento profesional que requiere del ejemplo de sus mandos.