Cárteles cumplen más de 20 años de historia en Guanajuato, ¿quiénes están detrás de la violencia?
Preocupa la violencia escalada en Guanajuato. Foto: Generada por IA
Guanajuato, Guanajuato.- Aunque la situación actual de violencia en Guanajuato pareciera estar impulsada por el conflicto entre cárteles como el Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la presencia de actores delictivos en Guanajuato no es un fenómeno nuevo. Los diagnósticos de diferentes organizaciones civiles como Red Lupa, la Comisión Nacional de Búsqueda y académicos sugieren que la historia de los cárteles en Guanajuato es más compleja que la narrativa reciente centrada en el huachicol y el conflicto entre estos dos cárteles.
Una mirada por los diagnósticos de seguridad sobre la violencia en Guanajuato entre los 2000 y hasta 2023 exploran la relación de la escalada con los cárteles y el crimen organizado. Si bien la violencia del cartel es la más visible, las fuentes enfatizan que es un síntoma de problemas estructurales más profundos y arraigados en la región.
¿Quiénes están detrás de la violencia de los cárteles en Guanajuato?
Llama la atención en este sentido un estudio del 2023 publicado en la UNAM, donde los autores plantean que la violencia del crimen organizado es, a la vez, causa y consecuencia de la desigualdad social en el sur de Guanajuato. Esta desigualdad limita el acceso a necesidades básicas como alimentos, vivienda, educación y seguridad, lo que los autores denominan "seguridad humana".
Para los académicos, la falta de seguridad humana empuja a los jóvenes a la delincuencia, convirtiéndose tanto en víctimas como en perpetradores de la violencia. Esta situación crea un ciclo vicioso donde la violencia genera más violencia.
A esto se suma lo evaluado por la Comisión Nacional de Búsqueda en su Diagnóstico sobre la Desaparición en Guanajuato. En este estudio se conecta la violencia con la "captura del Estado", donde las redes de macrocriminalidad se infiltran y corrompen las instituciones gubernamentales, debilitando el estado de derecho y creando un ambiente donde pueden operar con impunidad.
En este sentido, tales redes se benefician de economías ilícitas como el robo de combustible (huachicoleo) y el tráfico de drogas, utilizando la violencia para controlar el territorio y la población. Así pues, el control territorial por parte de grupos criminales como el CSRL y el CJNG ha intensificado la violencia en Guanajuato.
Historia de los cárteles en Guanajuato: más allá del CSRL y el CJNG
En una revisión cronológica sobre el desarrollo de la violencia en Guanajuato, es posible rastrear el aumento de la violencia desde el 2000. Durante este período, la presencia militar en Guanajuato aumentó un 125.6%, pasando de 728 elementos en 2000 a 1,643 en 2012.
No obstante, no es hasta el periodo de Juan Manuel Oliva y de Miguel Márquez Márquez donde se observa un crecimiento lento pero constante de la tasa de homicidios y otros delitos de alto impacto. Puntualmente, ya en el 2013 y gracias a la publicación del libro ‘Niños del Crimen’ de Sherer, es posible rastrear como el crimen organizado ya estaba presente entre los niños en Guanajuato y que sus delitos se debían a la pobreza, la falta de acceso a la educación y la falta de protección social y familiar.
Tales periodos también coinciden tanto con la llegada al cargo de Carlos Zamarripa Aguirre como procurador de Justicia del Estado de Guanajuato y los sexenios del panista Felipe Calderón Hinojosa y el priísta Enrique Peña Nieto en la presidencia de México.
La rápida escalada de violencia se da para el 2015 cuando los análisis del Registro Nacional de Personas desaparecidas y No localizadas, da cuenta de un aumento alarmante en los registros de personas desaparecidas. A la par, se publicaba un informe del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que identifica al CJNG, al CSRL y al Cártel de Sinaloa como células delictivas operando en Guanajuato para beneficiarse del robo de combustible y la distribución de drogas.
El mismo Diagnóstico de Guanajuato de la CNB, menciona en este periodo y como factor clave el inicio de la construcción de la Fase I del gasoducto "Los Ramones" que transporta gas de Texas a México, atravesando Guanajuato. Tal obra se terminó hasta el 2016, trayendo consigo los principales golpes del gobierno a los cárteles en Guanajuato.
Justo en este periodo, Guanajuato ya figura en revistas como Nexos, como un estado con un aumento constante de homicidios a partir de 2008, sugiriendo que las explicaciones relacionadas únicamente con el narcotráfico no son suficientes.
Sin embargo, no es hasta el 2018 cuando con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, el gobierno federal formaliza una estrategia contra el robo de hidrocarburos, incluyendo el combate a la corrupción interna de PEMEX. Justo apenas en enero comienza la implementación de la estrategia federal contra el robo de combustible, involucrando a las fuerzas armadas.
Desde entonces y hasta 2021, se intensifican las operaciones del gobierno federal contra los diferentes cárteles con la participación de la Marina, la Gendarmería y las Fuerzas Estatales. Este hecho da como resultado la expansión de algunos actores criminales a asumir actividades ilícitas como la extorsión y la trata de personas en Guanajuato.
Guanajuato en los últimos años de Andrés Manuel López Obrador y el inicio de Claudia Sheinbaum
A pesar de los esfuerzos por combatir la violencia y las desapariciones en Guanajuato, la situación sigue siendo crítica. Los estudios revisados resaltan la complejidad del problema, señalando factores como la desigualdad social, la impunidad, la corrupción y la falta de recursos para la seguridad y la justicia como elementos que contribuyen a la persistencia de la violencia.
Si bien, desde 2021 y hasta la fecha se observa una disminución en delitos como los homicidios. Es difícil observar la cifra con objetividad, ya que también es la más alta desde 1990.
Aunado a esto, llama la atención que el delito que más se registra es la posesión de sustancias, pero solo en 2012 hubo un enorme repunte en este delito y un ligero aumento a partir de 2019. Mientras que la extorsión o cobro de piso es un delito que ha subido en el estado (no tanto como el homicidio doloso) y que a partir del 2021 va en aumento.
Para 2023 incluso se da cuenta de la incursión del Cártel del Golfo en Guanajuato y diferentes alianzas. La confirmación corrió a cargo del propio gobernador Diego Sinhue, quien dio cuenta de que esto fortaleció más la violencia en Guanajuato.
Fue a inicios de este mes de septiembre 2024 que, a través de un video, hombres encapuchados, con equipo táctico y presuntos integrantes de una célula del Cártel de Sinaloa difundieron un video en el que se aseguraba presunta operatividad en el municipio de San José Iturbide, aunque sostenían que tenían “años trabajando”.
Lo anterior se confirmó por el fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa, luego de informar sobre la detención de una célula criminal oriunda de Tamaulipas y uno de ellos de nacionalidad Hondureña, quienes fueron liberados por un juez federal, pero posteriormente vinculados a proceso penal por el asesinato de dos policías municipales de Tarimoro.
Así y hasta el inicio del periodo de Claudia Sheinbaum, las jornadas violentas que se han registrado los últimos días en Guanajuato han sido propiciadas por embestidas y ataques contra las posiciones de control que tiene el cártel originario de Jalisco. Tal fue como lo reveló el especialista en seguridad, David Saucedo.
Explicó que en el caso de León se estima diferente, pues el grupo originario de Jalisco es el que se ha abalanzado sobre las posiciones del cártel local, por lo que las masacres de Guanajuato no se pueden atribuir ni a los mismos grupos ni a los mismos factores de interés.
Con todo esto, la situación para los siguientes meses no es alentadora para la entidad, pues se esperaría la respuesta del grupo que está siendo atacado, y que dependerá también de las ‘herramientas’ con las que cuenten los grupos enemigos.
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