Diabetes: un enemigo ‘silencioso’ para la salud de los guanajuatenses

Staff Correo

Guanajuato.- En Guanajuato la diabetes mellitus fue la segunda causa de muerte en el año 2019, al igual que a nivel nacional, después de las cardiopatías isquémicas. Siendo así que la prevalencia de diabetes en la entidad fue de 9.9%, solo 0.4% por debajo de la media nacional.

Según a la Secretaria de Salud del Guanajuato (SSG), la prevalencia de la diabetes ha aumentado con rapidez, especialmente durante las últimas dos décadas, impulsada en gran medida por el aumento del sobrepeso y la obesidad.

La SSG señaló que del 2013 al 2020 en el estado de Guanajuato se han realizado 6 millones 119 mil 194 detecciones de diabetes y con ello ha incrementado en más del 68% los casos en tratamiento de pacientes en los últimos siete años y gracias a la intervención, tratamientos y recomendaciones entre la población ha mejorado un 32% su control en el mismo periodo.

Sin contar que un gran número de personas con diabetes no saben que tienen diabetes y no son diagnosticadas por lo que no mantienen un control sobre su estado de salud y eso es un factor que significa un aumento de la morbilidad y la mortalidad debido a la diabetes.

En el año 2000, Basado en la información proporcionada por la SSG, en el Estado de Guanajuato se registraron 2 mil 565 muertes por Diabetes Mellitus tipo 2, mientras que en el año 2010 esta cifra incremento un 68% con 4 mil 333 muertes y en el año 2019 las muertes por esta enfermedad fueron de 5 mil 712; lo que representa un aumento del 122% más en comparación al año 2000.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, la prevalencia general de diabetes por diagnóstico médico previo en México es de 10.3% (11.4% en mujeres y 9.1% en hombres), cifra que representó un incremento de 1.1% con respecto a lo registrado en la Ensanut 2012.

Basado en la información emitida por Ensanut se estima que del total de pacientes con diabetes el 90% está asociado a sobrepeso y obesidad; es por ello la importancia de que la población mantenga hábitos de alimentación saludables y una vida activa.

No lo subestimes, dice Mónica

Mónica Dolores Garza Morales es técnica en computación y artesana, desde hace cuatro años dirige el tianguis artesanal ‘Dulce Nido’ y tiene 19 años con diabetes. Recientemente le tuvieron que amputar dos dedos del pie izquierdo.

Dice que cuando se recibe el diagnóstico “la gente se bloquea y dice ‘no es cierto’ y mucho menos cuando te dicen eres prediabética; en mi caso, mi diagnóstico me llegó a los 26 años, justo al año después de tener a mi segundo hijo, después de un problema de pancreatitis y hoy ya tengo serios problemas”.

De un año para acá tuvo que apoyarse en un bastón para apoyar la pierna, “fue parte de la degeneración por parte de la diabetes que no controlé nunca; admitía que estaba enferma, pero el típico ‘de algo me he de morir’; pero la verdad es que la diabetes se tiene que controlar en la alimentación, bajo supervisión médica y ejercicio, cosa que no hacía”.

Desde abril comenzó con ampollas que no le dolían, detectó que olía feo y se veía mal: estaba necrosada. Ante la gravedad acudió al IMSS donde el diagnóstico fue que le tenían que amputar el dedo gordo del pie izquierdo, pero al día siguiente de la primera cirugía, regresó el quirófano y así en cuatro ocasiones, porque el segundo dedo ya estaba muerto, a partir de ese momento ha tenido que utilizar insulina dos veces al día.

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Conocerse para salvarse, pide Jorge

Jorge , tiene 10 años de haber sido diagnosticado con diabetes, en enero de este año contrajo Covid-19 y, de acuerdo a los pronósticos médicos, por su condición de salud “tenía todas las de perder” ya que también es hipertenso, situación que no le daba muchas esperanzas de librarla.

Así comenzó Jorge narrando su experiencia de vida que le tocó experimentar hace ya unos diez meses cuando resultó positivo a Covid-19, su salud se vio severamente afectada y cayó al hospital de donde, reconoce, no pensó en salir con vida pues, recuerda, que casi todo el que entraba por esta causa “no la libró”.

Sin embargo recordó que desde que lo diagnosticaron con Diabetes él siempre estuvo atento a los cambios de su cuerpo y a las necesidades que tenía cuando registraba un aumento o descenso de glucosa y entonces en la batalla contra el Covid-19 también le implicó vigilar su diabetes, por lo que “a escondidas metía chocolates” pues los doctores no lo permitían y él sabía que lo necesitaba para controlarse y aunque reconoce que su acción no fue la más adecuada, se siente feliz de haberlo hecho pues asegura que haber aprendido a vivir con la diabetes y conocer su cuerpo “le salvo la vida”.

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Se suma el riesgo de covid

Hace dos años la diabetes llevó a Doña ‘Mico’ a enfrentar la amputación de una de sus piernas y hoy la pandemia del coronavirus le impone un nuevo reto: cuidarse al extremo para evitar que un contagio le cause complicaciones médicas. Micaela Anaya tiene 69 años de edad y vive en la colonia Los Espárragos de Silao. Por 24 años de edad ha vivido con la enfermedad que provoca que sus niveles de glucosa en la sangre sean muy altos, por lo que todos los días debe suministrarse insulina.

La pérdida de la extremidad inferior derecha ocurrió hace aproximadamente dos años cuando su calzado comenzó a lastimarle uno de los dedos. Combinada con su enfermedad la herida no sanó, por lo que debieron amputarle un dedo. Luego viajó a Michoacán donde a través de un método alternativo de salud le colocaron ungüentos en un intento de sanarla, pero la situación se complicó y perdió su pierna. La pandemia la ha orillado a cuidarse mucho más aun y cuando no ha dejado de asistir a su puesto de venta de flores naturales y artificiales afuera de los panteones municipales de la calle Prolongación La Paz.

El pequeño negocio significa para ella una oportunidad de distracción. “Quiero venir, me gusta vender (si no) no me hallo; me ayudan (mis hijos)”, compartió.

Más propensos en la pandemia

La pandemia ocasionada por la Covid-19 impactó de manera muy negativa en pacientes con Diabetes, afectó en aspectos alimenticios y mermó en gran medida la actividad física de la población en general propiciando riesgos de contraer este mal que año con año arrebata la vida a miles de mexicanos.

Laura Herrera, Coordinadorade Servicios de Salud de la Jurisdicción Sanitaria Número 1 de la SSEG, manifestó lo anterior y resaltó que es necesario que las personas que ya han sido diagnosticadas con diabetes sepan que es un padecimiento que es altamente controlable siempre y cuando se atiendan, sigan tratamientos, mejoren su alimentación y hagan ejercicio.

“Hoy sabemos y reconocemos que la enfermedad es una enfermedad, pero es una enfermedad que se puede prevenir y que hay que trabajar en hábitos sociales, sobre todo en hábitos saludables”.

Señaló que desafortunadamente durante el tiempo que duro el confinamiento, obligado por la pandemia de coronavirus, implicó que la población redujera la actividad física y estuviera tentado a comer más y no tan saludable, por ello señaló es importante que retomen una buena alimentación.

Para aquellas personas que ya han sido diagnosticados o bien en su familia hay una carga genética con detenía a padecer la enfermedad la especialista en salud recomendó que, con mayor razón, cuiden su estilo de vida que vaya acompañado de mínimo una revisión médica anual que permita detectar a tiempo la enfermedad y prevenir una mala calidad de vida.

“Ciertamente los factores de riesgo como el sobrepeso y obesidad incrementaron y tiene que ver con los hábitos de alimentación, entonces se debe reforzar que el tema no es que no coman, si no que coman saludable, que puedan elegir entre unas papas y una manzana; eso es realmente el valor agregado”, acotó Herrera.