Le gana batalla al COVID; queda con graves secuelas
María Espino
Guanajuato.- Un milagro salvó a Brayan David Lozano Guerrero, el capitalino de 15 años de edad que, al no detectarle a tiempo que enfermó de covid-19, estuvo al borde de la muerte.
El joven luchó y ganó la batalla pero las secuelas han sido devastadoras; presenta daño en riñones, pulmones y cerebro, situación que lo mantiene postrado en una cama de la que los doctores auguran que no se podrá volver a levantar.
Sus padres, David Lozano y María de los Ángeles Guerrero Rivera, aseguraron que Dios les hizo el milagro de salvarlo, pues contaron a Correo que un día los médicos les informaron que no había nada más que hacer e incluso les pidieron que entraran a despedirse y ahí se quedaran hasta el final.
La mamá de Brayan recordó que en ese momento ella y su esposo entraron a la habitación en donde su hijo estaba postrado en una cama y ahí le comenzaron a hablar, a decirle cuánto lo aman y pedirle que luchara por seguir con ellos.
Requieren de toda la ayuda posible
Lo que sucedió después, para David y María, fue producto de un milagro pues recordaron que su hijo prácticamente ya no podía respirar ni con apoyo artificial, además los médicos habían reportado que Bryan tuvo dos paros respiratorios y todo indicaba que su cuerpo no resistiaría más e informaron que su muerte era inevitable en cuestión de horas.
“(…) me dijeron que si daba autorización de que lo intubaran. Les dijimos que sí, nos fuimos como a las 12 del día y nos hablaron como a las tres de la tarde; nos dijeron que viniéramos de emergencia”, dijo María llorando, aunque sin que se le quebrara la voz.
“Nos dijeron que el niño no estaba resistiendo que ya había tenido dos paros respiratorios y que la verdad ya no aguantaba más; nos dieron permiso de entrar a despedirnos, pero Dios es tan grande que estuvimos hablando con él y de una forma nos respondió”, prosiguió el padre del adolescente.
Hoy, a casi dos meses de estar ingresado en el hospital, su salud ha evolucionado muy poco y podrían darlo de alta, sin embargo sus padres explicaron que requiere de cuidados especiales a base de aparatos y medicamentos que son costoso y ellos, ahora desempleados, no tiene cómo comprarlos.
Por ello, María y David pidieron a los tres niveles de gobierno y a la población que les ayuden para lograr un segundo milagro para Brayan a quien la vida le cambió para siempre en menos de tres días.
Diagnóstico erróneo
La señora recordó que en la segunda semana de enero su hijo comenzó a presentar fiebre y dolor estomacal pero pensó que se le pasaría; sin embargo, el lunes las molestias se agudizaron y su esposo lo llevó al Centro de Salud en Marfil en donde se negaron a recibirlo porque presentó síntomas relacionados con covid-19.
Al no obtener atención médica, lo trasladó al Centro de Salud en Pardo, en dónde tampoco lo quisieron valorar bajo el argumento de que, debido a la pandemia, no había suficiente personal.
Finalmente, en el Hospital General le hicieron un estudio y los médicos dijeron a su madre “que tenía infección en vías urinarias, le dieron medicamento y lo inyectaron, me dijeron que si vomitaba era normal; se le calmó el dolor y la fiebre pero sí comenzó a vomitar”.
Ahí comenzó una larga lucha por ganar la batalla al coronavirus, pero, sin saber que estaba infectado por que hasta ese momento y luego de más de tres semanas de suplicio los médicos no le habían practicado una prueba, a pesar de los síntomas que tenía y al detectar covid, se aclaró el panorama del cuadro clínico que presentaba.