FGE: centralizar ante la crisis
La centralización de los servicios forenses podrá estar atendiendo necesidades operativas al interior de la Fiscalía General del Estado (FGE), pero no las de los deudos de víctimas de crímenes violentos en Guanajuato.
Fue un movimiento brusco e intempestivo. Sin previo aviso ni mayor notificación, familias de diferentes municipios fueron remitidas a las instalaciones centrales de la FGE en Guanajuato capital, para dar seguimiento a sus procesos de identificación sin importar la latitud de la que procedían.
Fue hasta la pregunta expresa de los medios de comunicación el 22 de marzo, que el fiscal general Carlos Zamarripa Aguirre confirmó el movimiento argumentando la eficiencia y prontitud de los procesos que se realizan apenas desde el último año en el Edificio de Servicios de Investigación Científica.
Si bien se trata de un inmueble diseñado para seguir los protocolos más estrictos en la materia, este llegó en los momentos de máxima crisis de violencia y desaparición de personas en Guanajuato. De manera que su lanzamiento el 1 de octubre en un evento junto al exembajador de Estados Unidos, fue la aceptación tácita del rezago de las unidades forenses existentes.
La eficiencia y la transparencia, ahora son una promesa que se antoja complicada.
Servicios Funerarios que se encarecen, procesos que se complican con traslados no contemplados, información que se resguarda en una sola unidad; son solo algunas de las circunstancias que se agolpan con esta decisión que terminó por desactivar las unidades regionales del Semefo que ya se encontraban rebasadas desde antes del nuevo edificio.
¿Cuál es el universo de víctimas que deberá atender el modelo forense centralizado de Zamarripa? La cifras son inciertas. Apenas el 17 de marzo, la Secretaría de Gobernación ratificó los 818 cuerpos sin identificar registrados en Guanajuato, que el Movimiento Nacional por los Desaparecidos (MND) dio cuenta en agosto del 2021.
En el aire queda nuevamente la opacidad, las dudas y las suspicacias sobre una decisión tomada a contrapelo de la realidad violenta de Guanajuato.
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2.- Osvaldo Chávez, primero su imagen
Las denuncias sobre las condiciones en las que opera el Teatro Principal de la Universidad de Guanajuato (UG), colocaron ante la luz pública a un funcionario que desde hace varios años, se viene configurando como un activo tóxico entre la comunidad estudiantil y la burocracia universitaria.
Se trata de José Osvaldo Chávez Rodríguez, quien se desempeña como Director de Extensión Cultural. Figura clave entre los cercanos al rector Luis Felipe Guerrero Agripino, suele moverse con aires de gran funcionario haciendo uso de una cuadrilla de allegados que cuidan su lugar en los eventos cual si fuera la avanzada del gobernador.
Su imagen es la prioridad.
Pero flaco favor se hace con un proceder que terminó por ser una bomba de tiempo, al escamotear los recursos de mantenimiento de un Teatro Principal que opera apenas con los mínimos de seguridad en sus instalaciones, según se pudo constatar en el último dictamen de la dirección de Protección Civil municipal.
Instalación eléctrica con cableado expuesto, estructuras sueltas y extintores caducos, son parte de una lista que junto a las humedades existentes en las partes altas del teatro, requieren atención de un José Osvaldo más preocupado por el autobombo que por las responsabilidades de su encargo.
Fue desde su paso como Director de Desarrollo Estudiantil, que se hizo fama de apropiarse de proyectos estudiantiles, para luego usarlos como un coto personal de condicionamiento que rayó muchas veces en acoso. Testimonios directos dan cuenta de su intervención arbitraria en iniciativas culturales para el lucimiento personal.
Ahora, el Teatro Principal de la UG es un recinto histórico que por la misma razón requiere un mantenimiento acorde con la alta actividad que registra. Los aires de grandeza de un burócrata universitario, sin duda, pasan a segundo término.
3.- ¡Arre mulas no se me queden!
En su afán por ser un verdadero contrapeso en el Ayuntamiento de Pénjamo, los regidores de Morena y Nueva Alianza han unido fuerzas para consolidarse como una oposición real en el gobierno del panista Gregorio Mendoza Flores, pero sólo han exhibido sus pocas tablas para ejercer su función.
El jueves, en la sesión extraordinaria del Cabildo, la regidora María del Rocío Cabrera Hinojosa, de Nueva Alianza, reconoció que ignoraba a cuánto asciende del Presupuesto de Ingresos de este año, a pesar de que ella es vocal en la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública.
Ese documento se supondría que ella misma lo analizó en comisiones y votó por su aprobación a finales de 2021.
El resbalón no pasó desapercibido, pues sus mismos compañeros criticaron que no domine un rubro que es clave para el municipio.
Así, la alianza que integran otros regidores como José Jesús Canchola Ramos, líder de la fracción de Morena, se debilita al evidenciar su mediana preparación y poca iniciativa como grupo.
Basta citar que a cinco meses de asumir el cargo, hasta el momento ha sido nula la participación de los regidores Estela Mejía Duarte y Yone Soria Echeverría, ambos morenistas, quienes sólo han seguido el sentido de la votación y la pauta que les marca su líder, sin generar propuestas ni enriquecer el debate dentro del Cabildo.
Así se la pueden llevar, nomás mirando, dos años y medio más…
Juan Manuel Oliva
El PAN aprovechará el desencanto que generó Andrés Manuel López Obrador en los mexicanos para llegar a la presidencia de la República. Así lo cree Juan Manuel Oliva. “El escenario está presto”, advirtió el exgobernador, que regresa a la vida pública esporádicamente.
El panista arremetió contra AMLO “ya vimos que se puede doblar, ya vimos que llora, ya vimos que se lamenta y ya vimos que se pelea con todos”. Tras enumerar las debilidades del mandatario, llamó a crear una alianza de partidos y estudiar quién debería encabezarla (por supuesto, alguien emanado de Acción Nacional).
¿Será que veremos con mayor frecuencia a Oliva luego de este arrebato de seguridad y confianza en el PAN? No hace mucho, el líder estatal Eduardo López Mares lo contaba entre la lista de presidenciables junto a Juan Carlos Romero Hicks y Miguel Márquez Márquez.
Aunque no ha hecho la mínima alusión al tema, Oliva parece tener ya una idea muy clara del camino que sus correligionarios deben seguir. Captar la atención de jóvenes y mujeres, es una de las estrategias que considera necesarias.
Las declaraciones del exgobernador coinciden con las marchas que invitan a desairar la Consulta de Revocación de Mandato impulsada por López Obrador. El movimiento ‘¡Terminas y te vas!’ tuvo eco en ciudades muy teñidas de azul, como León.
Pero mientras Juan Manuel Oliva habla de una 4T “rota, quebrada”, su partido tampoco puede presumir de cohesión y estabilidad. Otro exgobernador, Carlos Medina Plascencia, desató la controversia al hablar de discriminación a militantes de cierta edad, corrupción, y de ayuntamientos sometidos por el gobierno estatal.
Mientras tanto, “aún no son los tiempos”, dicen todos los que se guardan sus intenciones de ‘destaparse’.
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