Violencia política: repensar el debate
1.- Violencia política: repensar el debate
De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la violencia política de género consiste en toda acción u omisión dirigida a una mujer, por el hecho de ser mujer, que obstaculiza o anula el reconocimiento, goce y/o ejercicio de sus derechos político-electorales o en el ejercicio de su encargo.
Hablamos de un concepto que llegó para quedarse en el debate público, pues ha visibilizado los tratos y maltratos dentro de la dispar ubicación de hombres y mujeres en el ejercicio de la política, que esta semana confluyó en dos casos que atañen al Ayuntamiento de León que preside Alejandra Gutiérrez Campos.
Justo ayer, la Sala Monterrey del Tribunal electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó la sentencia contra Ricardo Sheffield Padilla, por cometer violencia política contra Gutiérrez Campos, cuando ambos eran candidatos a la presidencia municipal de León; él por Morena, ella por el PAN.
Se trata del último recurso disponible para el actual Procurador Federal del Consumidor (Profeco), quien cuestionó insistentemente cuál era la conducta sancionada, pues a su ver, la declaración que lanzó descalificando las capacidades de la candidata del PAN, no hizo referencia a su género, sino a su perfil profesional.
El propio Tribunal Electoral del Estado de Guanajuato (TEEG) en una primera resolución rechazó el agravio, sin embargo el TEPJF ordenó reponer la valoración del asunto, pues para los magistrados la violencia política se acreditó al tratarse de un trato diferenciado. Ayer, finamente la sentencia quedó en firme.
Del otro lado de la moneda, el jueves pasado el Tribunal Estatal Electoral de Guanajuato (TEEG) determinó que el síndico leonés José Arturo Sánchez Castellanos, ejerció violencia política de género en contra de la regidora de Morena, Gabriela Echeverría González, al haberla calificado como “cínica e ignorante” en plena sesión de Ayuntamiento.
Sánchez Castellanos tiene aún la posibilidad de impugnar la sentencia dictada en su contra. Claro, considera que no ejerció violencia política en contra de la regidora.
En julio el TEEG desechó otra denuncia por violencia política de género en contra del sindico, presentada por la regidora morenista Erika Rocha Rivera en diciembre de 2021, por haberla acusado de mentir durante un debate. Aunque esta decisión fue impugnada ante el mismo TEPJF, el resultado se vuelve previsible.
¿Dónde comienza y termina la violencia política? Es quizá la pregunta que prevalece, pero también la más pertinente para repensar el debate político y público, en momentos donde la equidad de género es ya parte de una normalidad que exige una mayor altura de argumentos.
Ver nota: No hay vuelta atrás: Sheffield estará en registro nacional de violentadores de género
2.- Un menor acusado de extorsión
No se trata de cualquier delito. La extorsión violenta está en boga en los municipios de corredor industrial de Guanajuato, con represalias que han llegado a niveles que rayan en el terrorismo y las ejecuciones múltiples. Realidad que ha provocado el temor generalizado en plazas como Celaya.
La ciudad cajetera ha vivido una de las oleadas más intensas de extorsión, sobre todo en sus zonas comerciales. La central de abastos como epicentro, ha concentrado durante meses la amenaza del cobro de piso.
Fue en ese contexto que surgió el caso de Raúl N., hijo menor de edad de la regidora panista Cristina Villalobos Hermosillo, a quien se le acusa por el delito de extorsión perpetrado precisamente contra comerciantes de la central de abastos.
Su detención derivó en presiones políticas a todos niveles contra la edil panista, cuyo partido no sólo puso en tela de juicio u militancia, también la presionó para solicitar licencia, en medio de una cargada de rumores sobre las motivaciones de su hijo para involucrarse en estos crímenes.
Fue el 24 de agosto en audiencia que se vinculó a proceso al menor y ese día se impusieron medidas cautelares de internamiento.
Ayer se dio a conocer que Raúl enfrentará el proceso penal en libertad hasta que se le dicte sentencia. Mientras tanto, no puede salir ni de Celaya con la responsabilidad para su padres para cuidar que así sea.
Lo anterior fue a petición de la defensora particular del menor, con la que se acordó enviar la presente causa al Centro Estatal de Justicia Alternativa, para hacer uso de los medios alternos de solución de conflictos, ordenando suspender la causa por el término de diez días hábiles.
Es así que un caso que despertó la atención por la edad del implicado y el trasfondo que acarrearía, se llevará como un caso individual que no ha lanzado mayores señales sobre su participación en una estructura mayor.
Por ello la duda persiste: ¿Raúl actuaba solo?
Ver nota: Hijo de regidora de Celaya, acusado de extorsión, enfrentará proceso
3.- Morena: más priistas y panistas
Que uno de los primeros actos de bombo y platillo de la dirigente estatal de Morena,
Adriana Guzmán Cerna, sea un evento en Yuriria con los regidores y legisladores de su distrito para anunciar la adhesión de dos panistas y dos priistas a sus filas, deja en claro la tónica que la política estatal tendrá para el siguiente año.
Por supuesto, los cálculos políticos tienen un lugar preponderante en las decisiones de servidores públicos que, sin importar su partido de origen, apuestan su trayectoria en un draft que como en esta ocasión, es parte de un rejuego para asentar el nuevo liderazgo de Morena.
Es así que los regidores Edgar González González y Manuel Salinas Romero del PRI y PAN respectivamente, así como al exregidor por el PRI, José Luis González, y Gerardo López expanista y líder de comerciantes, anunciaron públicamente su cambio de partido.
“Este cambio (de dirigencia) también ha provocado que también haya mucha renovación en la actitud de los morenistas”, aseveró la lideresa morenista, con un discurso más encaminado a la operación cicatriz que a la adhesión de sus exadversarios políticos.
Pero para ellos quizá no significó lo mismo. Por ejemplo, Edgar González que todos en algún momento simpatizaron en algún “equis” partido, pero asumió que la realidad lo ha alcanzado como para no sumarse al partido en el gobierno federal.
“Es momento de salir del fango en el cual nos encontramos todos”, expresó el expriista ya entrado en calor, incluso llamando “nuestro líder moral” al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es así que la nueva dirigencia de Morena comienza a moverse en terrenos ya trabajados y dominados por sus estructuras ¿lograrán resultados similares en otras plazas más adversas?
Ver nota: Impulsa GPPAN iniciativa en favor de las mujeres rurales de Guanajuato
CONTRARETRATO
Rodrigo González Zaragoza
No importaron los principios de la base, la lealtad a su militancia o de plano la solidaridad con una correligionaria agraviada. Su presencia en la fiesta de matrimonio que celebró el alcalde Alejandro Navarro Saldaña con su esposa Samantha Smith Gutiérrez, dijo mucho más al interior de su partido que cualquier discurso.
El dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Rodrigo González Zaragoza, no se aguantó las ganas de estar incluido en el convite de Navarro Saldaña de hace una semana. Aunque trató de pasar desapercibido, para sus correligionarios fue suficientemente notorio que en él no cupo la solidaridad.
Y es que se suponía que el acto de violencia política de genero, cometido por Navarro en contra de la regidora Liliana Preciado, era suficiente como para cerrar filas y marcar la línea frente al edil agresor. Incluso, para descartarlo como posible candidato de MC en alguna posición para el proceso electoral del 2024.
Pero este gesto lo cambia todo. Durante toda la semana, la asistencia de González Zaragoza a la fiesta de los Navarro-Smith ha sido comentado no sólo como una incongruencia, también como un gesto que vuelve a avivar las especulaciones, justo en el inicio de una clara campaña para promover la imagen de Samantha.
De esta manera, justo cuando MC daba muestra de un proyecto claro sin lugar a alianzas políticas, su líder estatal decide privilegiar sus relaciones políticas por encima de sus militantes. Un tropiezo que sin duda, pinta de cuerpo entero sus prioridades.
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