Y sí, la violencia y la necedad pueden empeorar
1.- Y sí, la violencia y la necedad pueden empeorar
Parece inaudito. Mientras la violencia sube de nivel sin freno en las principales ciudades de Guanajuato, las respuestas oficiales parecen cada vez más evasivas, fuera de la realidad de un estado que desde hace al menos seis años ha hecho de los ataques armados parte de su cotidianidad.
La última masacre suscitada en la colonia Santa María de Cementos de León, que dejó seis personas muertas y otras ocho heridas, evidenció el desparpajo con el que un grupo armado puede irrumpir en una fiesta familiar, para disparar a diestra y siniestra contra sus asistentes.
Es la prueba viva de lo que 30 ataques similares han causado en diferentes puntos del estado en lo que va del año, pues el impacto social causado va más allá de las cifras alegres que el secretario de Seguridad Pública, Álvar Cabeza de Vaca Appendini, presume en sus pocas participaciones ante la prensa.
Lo peor de todo, es que esa narrativa que refiere homicidios a la baja y detenciones espectaculares ya ha sido adoptada por otras voces responsables, como la de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos y la secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Sophia Huett López.
Hablando del impacto social de estos actos violentos, ayer familiares de las víctimas de la masacre en León, acudieron a la presidencia municipal para pedir una audiencia con la alcaldesa. El reclamo es que pese a la tecnología y la capacidad de fuerza pública que ostenta el municipio, la tragedia se consumó sin detenidos.
Gutiérrez Campos condenó el ataque en redes sociales, pero vivo el tema entre los reporteros de la fuente, afirmó que su administración sigue trabajando para reducir los homicidios dolosos que, según sus cifras, ya se ha reflejado en un decremento del 19 por ciento.
Por su parte, Huett López nuevamente usó información no comprobada para afirmar que los sicarios buscaban a dos personas. “No se trata de un hecho aleatorio”, sostuvo como si eso aminorara los efectos del crimen atroz. “Tiene antecedentes el evento”, agregó en un tono criminalizante a las víctimas.
Ni qué decir del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de León, Mario Bravo Arrona, quien dijo desear “una bolita” para conocer con antelación dónde va a suceder un hecho y estar ahí rápidamente.
Son respuestas oficiales que repiten esquemas pero que no dan soluciones. La violencia más allá de los números, sigue presente en una ciudad que la soporta ante los ojos abstraídos del gobierno municipal, estatal y federal, que tratan de imponer una narrativa alejada de la realidad.
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Ver nota: Sobrevivientes de masacre en León piden justicia y apoyo por sus familiares
2.- PAN le pone presión al TEEG
Atrás quedó aquel Tribunal Estatal Electoral de Guanajuato (TEEG), cuyas conexiones más directas eran con el PAN-Gobierno. A partir de las últimas designaciones realizadas en el Senado que domina la 4T, ahora se ha convertido en objeto de sospechas y señalamientos de parcialidad.
Sin duda alguna es la presidencia de Yari Zapata López, la que más incomoda al panismo. Al llegar al TEEG con el apoyo de la senadora de Morena, Antares Vázquez Alatorre, el 23 de octubre de 2019, y posteriormente elegida presidenta en octubre de 2021.
De manera que la desconfianza motivó que ayer el dirigente estatal del PAN, Eduardo López Mares, acusara lentitud y un trato dispar al momento de juzgar asuntos que involucran a Morena.
Según el líder partidario, la colocación de propaganda electoral en lugares prohibidos fue juzgada de forma diferente, al multar con 25 mil 720 pesos al PAN en el municipio de San Felipe, pero sólo amonestar a Morena en Salamanca.
La limpieza de las resoluciones del TEEG fueron puestas en duda, al afirmar que es flexible por una parte y justifica las acciones de ciertos infractores. Pero por otra parte sanciona de manera drástica a un partido político como el PAN.
López Mares también le subió dos rayitas al abordar el caso del titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield Padilla.
Acusó lentitud frente a la orden de la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para que el TEEG revise si las expresiones que hizo Sheffield durante su campaña constituyeron violencia política en razón de género hacia la entonces candidata y actual alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos.
¿Se trata de un tribunal que se halla ante un bombardeo justificado? El reto para probar su pulcritud está puesto sobre la mesa, pero sobre todo la necesidad de que se sustente por la autonomía y la verdadera independencia de las filias y fobias partidistas.
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Ver nota: PAN denuncia ‘preferencias’ del TEEG en casos que involucran a Morena
3.- Apaseo el Grande: de bochornos y viejas formas
José Luis Oliveros Usabiaga es la prueba viviente que las caras nuevas del PAN, no son garantía de nuevos bríos. Su presidencia en Apaseo el Grande confirma las mismas formas de los gobiernos anticuados y ahora, las mismas vergüenzas.
La falta de liderazgo en el gobierno de este municipio estratégico por su posición limítrofe con el estado de Querétaro, se vio reflejada cuando la madrugada de domingo pasado policías encabezados por su director, Juan Ulises Rodríguez Castrejón, se liaron a golpes contra integrantes de una familia en Fuentes de Balvanera.
Dos videos en redes sociales muestran al grupo de policías encabezados por su director, quienes irrumpieron en el domicilio de una familia integrada por hombres y mujeres que les hicieron frente. Justificada o no, el papel de los elementos mostró la más arcaica de sus caras.
Los hechos provocaron incluso que la familia bloqueara con vehículos el acceso de Apaseo el Grande, como protesta; exigieron la presencia del propio Oliveros Usabiaga para dialogar, pero éste no llegó.
El boletín oficial no hizo más que tratar de justificar el exabrupto con un supuesto reporte de abuso en la vía pública en contra de una mujer y la agresión de un menor de edad, primo de la víctima.
Sólo una corporación incapacitada podría convertir una riña vecinal y familiar en una propia.
Según indicaron, el hombre que lideró la manifestación le fue asegurado un automóvil que presentaba diversas anomalías, principalmente por tener colocados estrobos y aparentar ser un vehículo de policía. Cinco detenidos fue el saldo final.
Aún sin una postura de José Luis Oliveros, su proceder hasta ahora no es más que el de un gobernante más corriente que común.
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Ver nota: Riña entre policías de Apaseo el Grande y una familia termina en detenciones y protestas
CONTRA RETRATO
Juan Carlos Romero Hicks
El destape se suscitó en mayo. Exrector de la Universidad de Guanajuato, exgobernador, exsenador y ahora diputado federal, Juan Carlos Romero Hicks quiere sumar la silla presidencial a los espacios que ha ocupado en la vida pública. “Me voy a apuntar”, declaró hace dos meses.
La euforia casi se desvanece cuando en las elecciones de junio el PAN obtuvo sólo dos de seis gubernaturas, mientras Morena y aliados expandieron su fuerza por el país. Un día después de los comicios, Romero formó parte de un cónclave de exmandatarios albiazules que incluyó a Carlos Medina Plascencia y Miguel Márquez Márquez; los acompañaron los exgobernadores de Querétaro, Ignacio Loyola, de Morelos, Marco Adame, Fernando Canales de Nuevo León y Francisco Ramírez Acuña de Jalisco.
Varios de ellos no han podido disimular su incomodidad ante las decisiones del líder nacional del PAN, Marko Cortés, y tampoco han podido disimular la urgencia de que el dirigente elija al abanderado rumbo a la presidencia en 2024.
Ayer, 11 de julio, al preguntarle sobre su proyecto político Romero Hicks contestó sin titubeos “vamos a ser candidatos, vamos a ganar la presidencia”.
La seguridad, la confianza con la que habla podría tener dos explicaciones: ¿está ejerciendo presión por su cuenta al autonombrarse el candidato? ¿O acaso el cónclave, el consejo de sabios panistas ya se decidió por él?
Juan Carlos Romero no mencionó qué ocurrirá con su alianza con el PRD y el PRI; sobre todo ahora que el escándalo rodea al tricolor, con el líder nacional ‘Alito’ Moreno y el expresidente Enrique Peña Nieto bajo sendas investigaciones penales. Romero se limitó a exhortar a que “impere el Estado de Derecho”. Enseguida cambió el tema, y dio rienda suelta a sus entusiastas declaraciones rumbo a la presidencia.