A 24 años del Domingo Negro en Celaya “no hubo justicia”, claman familias de José, Antonio y Pedro

Celaya, Guanajuato.- La señora Rosa Martínez, perdió a su hijo José Galván Martínez, en las explosiones del Domingo Negro hace 24 años y platicó que ella fue testigo que en la Abarrotera Celaya había una gran cantidad de pólvora almacenada y la Dirección de Fiscalización de ese tiempo no hizo nada para confiscarla.

Su hijo trabajaba en una pollería que estaba a dos locales de la bodega que explotó y defendió que la explosión no la causaron los tanques de este establecimiento, pues su hijo alcanzó a cerrarlos. A más de dos décadas, aún no se repone de la pérdida de su ser querido.

“En ese entonces decían que los causantes eran los tanques, había muchas versiones. Pero no fueron los tanques, mi hijo alcanzó a cerrar los tanques, había un hueco en el piso y estaba lleno de pólvora, era una bodega en la que se almacenaba toneladas de pirotecnia. Antes y ahora no estoy de acuerdo con la quema y venta, pero ustedes verán que mientras que se les dé un dinero para que los dejen trabajar, desgraciadamente nadie hace nada”, platicó Rosa.

Así como ella, la señora Juana García y Margarita Ramírez contaron cómo vivieron la tragedia y la impotencia que hoy sienten al ver y escuchar como de manera constante se truenen cohetes.

A 24 años de la tragedia, los familiares de los fallecidos aseguran que no se hizo justicia y que fueron muchos los funcionarios -de aquel entonces- que tuvieron omisiones y que no tuvieron un castigo. Además que a los deudos no los indemnizaron.

La señora Margarita Ramírez platicó que ella era esposa de José Antonio Ocampo, quien falleció a la edad de 35 años y en ese entonces era taxista. Contó que su marido acudió al sitio de las explosiones a ayudar a las personas lesionadas, pero desgraciadamente murió al momento de participar en las labores de rescate. Se quedó sola con un hijo de 6 y otro de 12 años y al final el gobierno sólo le dio un apoyo de 40 mil pesos. 

"¡No hubo justicia porque hay funcionarios del gobierno que nunca pagaron, a nosotros jamás nos indemnizaron! ¡No hubo justicia! Y ahora tristemente vemos que siguen tronando cohetes y las autoridades no hacen nada, entonces la tragedia, tantos fallecidos de qué sirvió si ahora permiten la quema y no hacen nada”, expresó.

Otra de las personas que asistieron y que se encargó de organizar el rezo fue la señora Juan García, mamá de Pedro Ávila García en ese entonces de 20 años y apenas tenía un año en la Policía Municipal. Había recién entrado a su turno cuando acudió al lugar de la tragedia a ayudar a los lesionados y ahí apoyando en el rescate de personas perdió la vida.

Juana García Vázquez, mamá de Pedro Ávila García, afirmó que a pesar de la gravedad de la tragedia y que Angélica Vargas, dueña de la Abarrotera Celaya, enfrentó un proceso judicial sólo fue sentenciada a poco menos de 8 años de prisión y salió libre.

“No se hizo justicia. Fueron muy poquitos siete años para tanta sangre derramada aquí, tanto muerto, tanto fallecido, tantos que perdieron la vida por venir a ayudar: los socorristas, policías, periodistas. Es un hueco que nunca se llena, no se olvida, el hueco ahí está, aprende uno a vivir con ello, aprende uno a tener consuelo, pero es algo que no se olvida nunca y que no hubo justicia", afirmó.

El secretario del Ayuntamiento, Jorge Gámez Campos, informó que en la actualidad se apoya a 39 personas afectadas por las explosiones del ‘Domingo Negro’, que son principalmente familiares de los afectados, con la condonación del pago del agua y del predial. 

“Hoy se cumplen 24 años de esta tragedia en el municipio, desde entonces se han estado otorgando apoyos a personas que desafortunadamente fueron afectados por estos eventos trágicos, se han venido dando desde 1999, los apoyos son en temas de predial o agua potable, ellos tienen que acreditarlo y para quienes solicitan otro tipo de apoyo se les canaliza al área correspondiente”, señaló el Secretario del Ayuntamiento, Jorge Gámez.

Se olvidan del Domingo Negro en Celaya

A diferencia de hace dos décadas que existía un movimiento integrado por todos los afectados de las explosiones del "Domingo Negro", o hace 10 años que se juntaba bastante gente para recordar aquel 26 de septiembre de 1999 cuando una serie de explosiones causó la muerte de 72 personas y dejó 350 heridos, en este aniversario solo acudieron los familiares de cuatro personas, quienes se reunieron en la calle Antonio Plaza para rezar el Santo Rosario por las personas fallecidas hace 24 años.

La señora Juana García Vázquez, mamá de Pedro Ávila García, quien fue policía y falleció en las explosiones del "Domingo Negro", lamentó que cada vez acude menos gente a recordar un aniversario más de las explosiones y pidió a las autoridades municipales que coloquen una placa en el lugar donde ocurrió la tragedia, para recordar a aquellas 72 personas que murieron ene se lugar y a los 350 heridos que resultaron de la tragedia.

Juana García comentó que en esta ocasión sólo participaron en la organización del rezo ella y la señora Margarita Ramírez, quien perdió a su esposo en la tragedia. Dijo que le preocupa qué va a pasar ahora que ya no estén ellas y temen que este episodio de la historia de Celaya quede en el olvido de la gente.

“Ya se fueron y no podemos regresarlos, sólo podemos pedir por ellos y recordar que aquí cayeron. ¡No los podemos olvidar!. Estamos aquí por nuestros familiares, pero también por tantos héroes conocidos y desconocidos que hubo, por tanta gente que falleció, por tanta gente que quedó mutilada, herida, lesionada de por vida. Y para que a los celayenses no se les olvide que aquí hubo una tragedia, queremos que pongan por lo menos una pequeña placa, porque aquí cayeron muchos, aunque sea para recordarlos a ellos. El día que nosotras ya no estemos, quién va a estar, ahorita somos dos y estamos vivas pero el día que falta alguna de nosotras, una sola no va a poder, por eso pedimos que pongan una placa”, dijo la señora Juan García.

Este martes se realizó un rosario para recordar el aniversario No. 24 de aquel “Domingo Negro”, pero sólo acudieron alrededor de 15 personas, entre deudos, familiares, comerciantes de la zona, paramédicos que participaron en las labores de rescate hace 24 años y rescatistas cuyos padres resultaron lesionados en las explosiones. Además de una que otra persona que pasaba por el lugar y se paraba a ver qué sucedía o porqué rezaban enfrente del negocio “Desechables y Botanas Lupita”, que fue el lugar donde hace 24 años era la Abarrotera Celaya y explotaron cuatro toneladas de pólvora y juguetería pirotécnica que ahí se almacenaba. 

En el pequeño altar improvisado sólo se veían los retratos de cuatro personas, cuando en años pasados faltaba espacio para colocar las fotografías de las personas fallecidas.

Al lugar también acudieron elementos de tránsito que dirigieron el tráfico, policías municipales que resguardaron el lugar; elementos de bomberos y protección civil y rescatistas de Ececac. Además había dos patrullas, un camión de bomberos, una ambulancia y una unidad de vialidad, que en tres momentos del acto hicieron sonar sus sirenas en honor a los caídos.

Previo al rosario que se rezó en la calle Antonio Plaza donde era la Abarrotera Celaya y se originó el siniestro, se realizó una misa en el templo del Barrio de la Resurrección.

Cabe destacar que en el 2020 y 2021 no se realizó ningún rezo porque se presentó la pandemia, las familias mandaron decir (cada uno por su lado) misas por el descanso de sus seres queridos, por todos los fallecidos y por las familias y el año pasado acudieron unas 20 personas, en este 2023, fueron menos los asistentes.

El Domingo Negro en Celaya 

El martes 26 de septiembre se cumplen 24 años de aquel “Domingo Negro”, episodio de la historia de Celaya que para muchos celayenses aún duele.

Aquel día explotaron toneladas de pólvora en una bodega ubicada en Antonio Plaza y que según las cifras oficiales murieron 72 personas y 350 heridos, pero que el Obispo de aquel entonces, Jesús Humberto Velázquez Garay, declaró haber visto más de 100 cuerpos calcinados.

Aquel día sucedió el estallido de cuatro toneladas de pólvora y juguetería pirotécnica almacenadas en una bodega ubicada en la calle Antonio Plaza de la zona de la central de Abastos y que se conoce como “El Domingo Negro”.

Poco después de las 10 de la mañana de aquel 26 de septiembre, una explosión cimbró la tranquilidad en la zona comercial del Mercado de Abastos y la Central de Autobuses. El estallido fue en un establecimiento llamado “Abarrotera Celaya”, ubicado en la esquina de las calles Antonio Plaza casi esquina con Felipe Ángeles. En la actualidad es un negocio  llamado Desechables y Botanas “Lupita”.

Tras el estruendo, el Cuerpo de Bomberos se dirigió a la zona para controlar el incendio, que se había propagado con rapidez en varios establecimientos aledaños al siniestro. Pero minutos después se produjo una segunda explosión, que se escuchó en toda la ciudad y que fue la más poderosa y que provocó la muerte de decenas de personas y más de 35 lesionados. Ocurrió una tercera explosión, que aunque fue de menor intensidad, también dejó heridos a varios.

Las investigaciones concluyeron que la tragedia fue resultado del almacenamiento ilegal de cuatro toneladas de pólvora y fuegos artificiales, que se encontraban guardados en la bodega de la “Abarrotera Celaya”. Tras la tragedia existe la veda de juguetería pirotécnica.