Gorditas de Tierras Negras en Celaya, ¿un milagro de la Virgen? Conoce su increíble historia
Celaya, Guanajuato.- En Celaya y municipios de la región son conocidas las gorditas de maíz quebrado con queso. Lo que pocos saben es que este alimento se considera un milagro de la Virgen de Guadalupe.
En Celaya, casi cualquiera sabe que las gorditas de queso son características de esta ciudad, y su origen y mayor tradición se ubica en el barrio de Tierras Negras. Tal historia es reforzada por Rogelio Escobedo Segundo en el libro “Tradición de Nuestra Señora de Guadalupe de Tierras Negras, Origen y Milagros”.
La historia de las Gorditas de Tierras Negras en Celaya
Rogelio Escobedo Segundo fue rector del templo de este barrio hasta su muerte el 13 de septiembre de 2020. Al recopilar información, señala en el libro que la imagen hasta hoy venerada fue propiedad de Laureano Collante, quien, desde el norte de Guanajuato, primero llegó a Don Diego, hoy Comonfort, en busca de mejores oportunidades. Esto ocurrió antes de la guerra de Independencia. Pasado el movimiento armado, él y su familia migraron como peones a lo que fue la Hacienda de Yustis en Celaya, donde ocurrió el primer milagro que se atribuye a la intercesión de la Virgen de Guadalupe de este cuadro. Según la historia, Laureano, sin tener más opciones, comenzó a trabajar unas tierras poco fértiles que, por lo mismo, nadie quería. Pero la Virgen le concedió el milagro de volver sus tierras negras y altamente productivas. A partir de allí, se le empezó a conocer a la imagen como la Virgen de Tierras Negras.
El padre Rogelio Escobedo explica en el libro que la fama de este hecho comenzó a atraer gente a visitar la imagen en la casa de Laureano. Fue entonces cuando crecieron los testimonios de creyentes que eran curados o recibían algún favor. Ante tanta gente y estando en Yustis, que era propiedad de otra persona, Laureano y su familia decidieron volver a migrar para poder recibir a los fieles, llegando a Celaya e iniciando así lo que es hoy el barrio de Tierras Negras. Allí, con el paso del tiempo, se construyó un templo para resguardar la imagen y facilitar su veneración.
Fue entonces que, al inaugurarse este templo el 12 de enero de 1864, se preparó una fiesta a la que llegarían autoridades eclesiásticas y civiles, pero no había comida para su recepción. Por esta razón, Alejandra, nuera de Laureano, pidió ayuda a la Virgen y mandó decir al cura de Celaya que le enviara gente para ayudar.
Quien fuera rector del templo escribió en esta obra que, luego de un rato, llegaron una mujer anciana de piel blanca y una mujer joven morena y de cuerpo menudo, quienes dieron la receta de las gorditas con los ingredientes que había en ese momento y hasta ayudaron a prepararlas.
Según el relato del padre, al terminar de hacer la comida, las desconocidas cocineras pidieron entrar al templo y, casi de manera inmediata, llegaron otras mujeres que dijeron ser enviadas por el cura de Celaya. Ante la confusión, Rogelio Escobedo redactó:
“Mandaron a su hijo menor a buscarlas sin que nadie las viese salir del templo, lo cual se consideró ante la gente que eran Santa Ana y la Virgen de Guadalupe quienes habían ayudado con la preparación”.
Muchos más milagros se atribuyen a esta imagen, y por eso la Guadalupana de Tierras Negras se celebra en enero y no en diciembre. Como cada año, este fin de semana se festejó con misas, primeras comuniones, confirmaciones, música, danzas, peregrinaciones, actividades deportivas y culturales, verbena y, por supuesto, con muchas gorditas de queso.
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