Presa de Peralillo, tesoro turístico en Guanajuato, desaparece ‘poco a poco’ por la sequía
Guanajuato, Guanajuato.- La Presa de Peralillo es un lugar de esparcimiento para capitalinos y turistas que encuentran en la zona un momento para poder salir de lo cotidiano de la ciudad o de la rutina diaria.
Durante décadas, esta zona ha sido sede de eventos deportivos como justas de ciclistas y actividades propias del senderismo. De igual forma, cuenta con instalaciones para poder acampar, disfrutar de un día de campo en solitario o acompañados, así como una tirolesa que encuentra los límites del vaso de captación.
Hoy, la situación de sequía que se vive en todo el estado de Guanajuato se hace presente en La Presa de Peralillo. Los niveles de agua son bajos y muestra de ello son las marcas en los bordes y peñas que existen en la zona. Lugares donde el agua hace algún poco tiempo tocaba senderos, hoy están secos. Algunas plantas comienzan a padecer el bajo nivel del agua, pues no alcanzan a saciar su necesidad.
Si bien la escasez de agua no es tan grave como en algunas otras presas del municipio como La Soledad, La Esperanza o La Presa de Mata, la sequía poco a poco se hace presente en este lugar.
Los lugareños y cuidadores de la Presa de Peralillo hacen un llamado extensivo a toda la ciudadanía en general que busque visitar este rincón ubicado en la Sierra de Santa Rosa, Guanajuato: no tirar basura y recoger cualquier resto de ella, al realizar fogatas tener la precaución de delimitar el perímetro para que no salga de control y cuando se termine de utilizar, verificar que esté totalmente sofocada antes de abandonar el lugar.
La Presa de Peralillo se ubica aproximadamente a 16 kilómetros del centro de la ciudad de Guanajuato, a media hora de camino, y se puede acceder con automóvil. En los límites del Rancho de Peralillo existe un acceso el cual está abierto de 6 de la mañana a 9 de la noche y cuya cuota es de 40 pesos por persona.
¿Cómo nació la Presa de Peralillo en Guanajuato?
El nombre de Peralillo se atribuye a un árbol que fue llevado a la zona de la Sierra de Santa Rosa del mismo nombre. Se presume que este podría ayudar a construir las edificaciones en la ‘Hacienda Los Núñez’ con mayor firmeza, pues los árboles nativos de la zona no servían para ello, ya que al ser cortados y con el paso del tiempo la pérdida de humedad los iba secando hasta hacerlos más débiles.
"También ese árbol era porque la Hacienda colisiona, entonces querían techarla rápidamente (...) el peralillo la característica que tiene es que lo cortas, lo montas y así se queda para siempre de la misma forma que tiene (...) a pesar de perder humedad nunca perdía la forma que tiene", comentó uno de los lugareños de la zona.
El agua que existe en la zona es a razón de la cañada que existe en esta zona y que fue captando poco a poco más y más agua, después se construyó un muro para su contención.
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