Conflicto Rusia y Ucrania escala: ahora ambos se apoyarán con voluntarios
La autorización de voluntarios en Rusia haría frente, según el Kremlin, a la “facilitación de mercenarios a Ucrania”
Staff Correo
Moscú, Rusia.- El Kremlin indicó este viernes que los ciudadanos sirios serán autorizados a combatir junto a Rusia en Ucrania. Esto después que el presidente Vladimir Putin apoyara la idea de voluntarios de otros países en el campo de batalla.
“El ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, dijo que la mayoría de los que quieren y pidieron (ir a combatir) son ciudadanos de Oriente Medio, sirios”. Así lo especificó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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Rusia aportó un apoyo militar considerable al régimen sirio desde otoño de 2015. En ese entonces apoyó a sus fuerzas tanto contra los rebeldes como contra los yihadistas, salvando de facto el poder de Bashar al Asad. Este controla ya la mayor parte de Siria.
Para el Kremlin, el envío de combatientes extranjeros se justifica porque “los países occidentales facilitan la llegada de ‘mercenarios’ de apoyo a Ucrania”.
Voluntarios sirios en Rusia son “respuesta”
“Si el mundo occidental es tan entusiasta con que vengan mercenarios diversos y variados, entonces por [nuestra] parte también tenemos voluntarios que quieren participar”. Así lo dijo Peskov, según quien, “no se trata de enviar a combatientes voluntarios rusos”.
Previamente, el viernes, el presidente Putin había ordenado facilitar el envío de combatientes “voluntarios” a Ucrania. Así lo anunció en respuesta al despliegue de ‘mercenarios’ que, según él, estarían efectuando los países occidentales.
A su decir, esto se justifica porque “los socios occidentales del régimen ucraniano ni siquiera se esconden”. Además, dijo, reúnen abiertamente “a mercenarios de todo el mundo para enviarlos a Ucrania”.
Ucrania anunció la creación de una legión de extranjeros voluntarios integrada en sus fuerzas armadas para combatir a los militares rusos en su territorio.
Fracasaron las negociaciones
La reunión de los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia, el encuentro de más alto nivel desde que comenzó la invasión acabó sin avances. En tanto, el presidente Vladimir Putin amenazó con apropiarse de activos de empresas extranjeras que han dejado su país.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, y el de Rusia, Serguéi Lávrov, terminaron la reunión en Antalya sólo con el acuerdo de mantener el diálogo. Kuleba achacó el fracaso a que su interlocutor no tenía autoridad para asumir compromisos.
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Lavrov reiteró que Rusia “no atacó Ucrania”, sino que respondió a “amenazas directas contra [su] seguridad”. Asimismo, insistió en la desmilitarización y la neutralidad de la exrepública soviética.
Además, criticó la versión de Ucrania sobre el bombardeo a un hospital materno infantil de Mariupol y aseguró que era una base de “extremistas” ucranianos. El bombardeo fue una “provocación puesta en escena” por Ucrania, acusó Rusia.
De aquí y de allá
El presidente Volodimir Zelensky acusó a Rusia de lanzar un ataque con tanques sobre el trayecto por el cual debía pasar material humanitario para Mariupol. Mientras, Putin amenazó:
“Pido al gobierno que no pierda de vista esto ante los que van a cerrar sus plantas de producción. Aquí hay que actuar con decisión… Así, como ha sugerido el presidente del gobierno, habrá que introducir la gestión externa y luego transferir estas empresas a los que quieren trabajar. (…) Hay suficientes instrumentos legales, instrumentos de mercado”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a Europa a “prepararse” para cualquier escenario. En tanto, el premier de China, Li Keqiang, dijo que la situación de Ucrania es “grave” y ofreció desempeñar un papel positivo en pro de la paz.
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