Llega a su fin el Título 42, la polémica política de deportación de migrantes de Estados Unidos
Washingtion D.C., Estados Unidos.- El pasado viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente el fin de la pandemia del coronavirus, luego de más de tres años de lucha contra dicha enfermedad en todo el mundo. Sin embargo, el final de la emergencia sanitaria afectó no solo al sector salud, sino que incluso influyó sobre ciertas políticas que se mantenían vigentes hasta ahora.
Ese es el caso del Título 42, la polémica política de deportación de migrantes indocumentados que buscaban ingresar a los Estados Unidos que fue impulsada durante el gobierno de Donald Trump, pero que se mantuvo vigente hasta ahora en la administración de Joe Biden.
Con el pretexto de detener los contagios de Covid-19 que los migrantes podrían conllevar, el Título 42 permitió la expulsión casi automática de casi 2.8 millones de indocumentados, sin importar su contexto social o las amenazas que pesaran sobre su bienestar.
Pero ahora. con el final de la pandemia, el gobierno de Biden confirmó que también se dejará de aplicar el Título 42, y en su lugar se dará paso a nuevas políticas migratorias que prometen ser más flexibles y menos rigurosas para permitir la entrada a los Estados Unidos.
¿Qué pasará ahora con los migrantes que intenten cruzar a los Estados Unidos?
Esta nueva estrategia de Biden se basa en varios ejes y lineamientos, aunque quizás el más importante sea el Título 8, una disposición migratoria vigente desde hace décadas y que se aplicó también durante los últimos años.
El Título 8 permite a las autoridades expulsar a quienes entren al país sin la documentación necesaria aunque, a diferencia del Título 42, no se trata de un proceso automático, sino que ahora se evaluará si el sujeto puede ser perseguido o torturado en caso de ser devuelto a su país, en cuyo caso, podría permitirsele el ingreso legal a los Estados Unidos en calidad de refugiado.
Sin embargo, en caso de que se concluya que no existe un peligro, se activará la “deportación acelerada”.
De cualquier modo, mientras se define la situación de cada persona, se permite a los migrantes permanecer en los Estados Unidos, o bien, pueden ser enviados a México en el marco de la política “Quédate en México”.
Instalarán Centros de Procesamiento en Latinoamérica para fomentar la migración legal
El plan de Biden también contempla crear “centros regionales de procesamiento” en toda América Latina, principalmente en Guatemala y Colombia, donde se preseleccionará a los migrantes que puedan ingresar al país.
Para ello, los oficiales migratorios evaluarán quiénes son elegibles para acceder en estatus de refugiado, permanencia temporal, reunificación familiar y hasta permisos de trabajo.
Sumado a ello, el Gobierno mejoró la aplicación móvil CBP One, que permite a los migrantes del centro o norte de México agendar una cita para presentarse en un puerto de entrada. Este sistema, que promete una mejor organización y transparencia en el ingreso, estará disponible en ocho sitios: Brownsville, Paso del Norte -en El Paso-, Eagle Pass, Hidalgo y Laredo -en Texas-, Calexico y San Ysidro -en California-, y Nogales -en Arizona-.
Estados Unidos recibiría 30 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela al mes
Las nuevas medidas tendrán trato especial para "países excepcionales", como Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, donde se viven "situaciones excepcionales".
Ahí se mantendrá vigente el programa que habilita la entrada de 30 mil personas de esos países cada mes. Sin embargo, continuarán los requisitos mínimos, como contar con un patrocinador en Estados Unidos y llegar en avión.
Además, para fomentar la reunificación de familias de migrantes que quedaron separadas en el pasado, se prometió la simplificación de los procesos de permiso de reunificación, especialmente para cubanos y haitianos. Pero se adelantó que se extenderá a ciudadanos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Colombia.
Como era de esperarse, estas nuevas políticas migratorias han levantado críticas tanto en los sectores más liberales, que las señalan como insuficientes para resolver la crisis migratoria y humanitaria en la frontera con México; pero más fuertemente por los sectores republicanos más conservadores, que advierten un “desastre masivo” por la llegada de migrantes exrtranjeros a la Unión Americana.
JRP