Condena obispo de Irapuato asesinato del padre Marcelo Pérez en Chiapas: “era un hombre profético”
Irapuato, Guanajuato.- El padre Marcelo Pérez Pérez fue constantemente perseguido y amenazado por denunciar las injusticias a los pueblos indígenas, denunció el obispo Enrique Díaz al lamentar el asesinato del sacerdote de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y sentenció que mientras la violencia y el terrorismo siguen apoderándose de muchas comunidades, las autoridades solo buscan evadir la realidad.
Compartió que este domingo el padre Marcelo celebró la misa de siete en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, y cuando iba en su vehículo, recibió varios disparos, uno de los cuales le ocasionó la muerte.
“Era un hombre profético que hablaba y denunciaba, y eso le ocasionó situaciones de persecución, de acusaciones, porque denunciaba muchas de las injusticias que se cometían en torno a las comunidades y a las comunidades indígenas. Nuestra oración, dolor y tristeza por este asesinato”, mencionó.
Las noticias de la violencia en San Cristóbal de las Casas son constantes, pero ese dolor, señaló, está presente en las personas fallecidas que dejan familias dolidas, en los desaparecidos, en los desaparecidos encontrados sin vida o despedazados.
“Nos da la sensación de que se ha normalizado la violencia, y las cosas que antes nos escandalizaban y nos llenaban de indignación, pareciera que hoy nos acostumbramos a ellas, con esta saña con la que se mata a las personas. Ciertamente, son mensajes para provocar miedo, terrorismo podríamos decir, en toda la sociedad”, enfatizó.
El obispo consideró que los homicidios cada vez son más aterradores y la política de ‘besos y abrazos’ o ‘abrazos y no balazos’ es válida si se habla de querer llegar a la raíz del problema, pero si solo es una excusa para no asumir responsabilidad por la situación de delincuencia, criminales e inseguridad, no se va a resolver con besos y abrazos.
“No lo vamos a resolver con besos y abrazos, se necesitan acciones concretas de seguridad. A veces pareciera que aumentar la Guardia Nacional podría solucionarlo, pero no ha solucionado ni en nuestro estado ni en otros estados. Aunque se acusa a Guanajuato de tener más violencia, la noticia es en todo México y en todos los lugares”, acusó.
Consideró necesario que las autoridades asuman mayor responsabilidad para subsanar esta grave deficiencia que tenemos y se evite seguir echando culpas a otros, y en su lugar, se comparta la responsabilidad para construir la paz.
Obispo lamenta violencia en Irapuato
La inseguridad en Irapuato ha cambiado drásticamente los hábitos sociales de sus habitantes, según el obispo Enrique Díaz Díaz. Las personas han dejado de caminar por las calles de la ciudad por las noches debido al miedo que generan los robos y asesinatos, afectando la vida comunitaria.
Los recientes ataques a bares y otros actos delictivos han intensificado el temor en la población, lo que ha resultado en una menor participación en actividades religiosas y sociales. El obispo señaló que ahora las calles están vacías por la noche, cuando antes era común ver a familias caminando o personas realizando actividades cotidianas.
Actividades que antes eran normales, como pláticas matrimoniales y reuniones nocturnas en las parroquias, se han vuelto complicadas debido al miedo generalizado. El temor ha modificado la vida de la iglesia y la dinámica social en general, reduciendo la asistencia a eventos vespertinos.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) refleja esta realidad, indicando que el 57.3% de los irapuatenses ya no sale a caminar por las noches, ni siquiera cerca de sus casas, mientras que el 42% ha dejado de visitar a sus familiares o amigos por miedo a la delincuencia.
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