¿Qué cambios traerá el proyecto de dignificación al polo comercial junto al IMSS en Irapuato?

Irapuato, Guanajuato.- La dignificación del polo comercial ubicado a un costado del IMSS podría entrar en el Proyecto de Obra para este 2023, cuyas condiciones de salubridad dejan mucho que desear entre los comercios establecidos que llevan años con una problemática de salubridad e inseguridad.

El director de Servicios Públicos Municipales, Rogelio Pérez comentó que el proyecto ya está en el área de la Dirección de Obra Pública en donde se proyecta la dignificación de los pisos, que actualmente no son adecuados, la instalación de baños y adecuación de los comerciantes formales ubicados en la zona.

Indicó que ya se tiene un padrón establecido de quiénes ocuparan los locales en esa zona y serán solo los comerciantes que tienen derecho y puedan acreditar que les pertenece ese espacio en donde actualmente ejercer el comercio de comida.

La intervención se espera que se dé este año como parte del Programa de Obra Pública en Irapuato, por lo que en los próximos meses se estará viendo movimiento en la zona para socializar la obra y buscar una alternativa para los comerciantes mientras que ejecutan las obras, o llegar a un acuerdo con ellos.

Este polo comercial ha sido por años un proyecto de la Administración Municipal en el que no se ha invertido, por lo menos desde hace 30 años; la última inversión fue en la administración de Ricardo Ortiz, cuando comerciantes denunciaron el robo de su mercancía en el 2016 y tiempo después fue colocada una reja para cerrar los locales a determinada hora.

En esta zona también fueron colocadas tomas de agua potable, cuando el gobierno de Sixto Zetina retiró del Parque Irekua a los propietarios de los 14 locales que quedaron al interior del parque, aún y cuando durante la administración de Jorge Estrada Palero se llegó a un acuerdo con los comerciantes que utilizaron los espacios por más de 23 años de permitir las obras de modernización del entonces llamado Parque Revolución.

Sin embargo, con la llegada de Sixto, el proyecto cambio y los locales fueron serían destinos para la renta comercial, pero terminaron siendo bodegas, mientras que sus antiguos propietarios fueron reubicados en el Polo de comercio del IMSS, bajo la promesa de que la zona sería dignificada, pero sólo colocaron tomas de agua y las ventas nunca repuntaron al ser ubicados hasta el fondo de la zona y ante las pésimas condiciones de seguridad.