Daniela vino a León por una mejor vida… ahora cambia mercancía por pañales y comida
Daniela y su familia se han enfrentado a tratos injustos cuando la corrieron del exterior de una tienda cerca de la zona centro
Jazmín Castro
León.- Daniela y su familia son originarios de Oaxaca y llegaron a León hace dos semanas en busca de un mejor futuro. Sin embargo, la falta de oportunidades provocó que los productos que trajo para vender, ahora los cambie por pañales y comida para sobrevivir.
En el cruce de los bulevares Campestre y López Sanabria, a la altura de la colonia Lomas del Campestre, bajo un árbol montó su puesto de artesanías y utensilios para el hogar. También colocó dos letreros donde dice: “vendo o cambio mis artesanías de Oaxaca por cosas para mi bebé”, una pequeña de 10 meses.
Daniela y su familia instalaron en el camellón bolsas, tortilleros, morteros, palas para cocina, ensaladeras, entre otros objetos hechos de palma de Oaxaca y madera de Guerrero que son tallados a mano.
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“Con el dinero que vendemos nuestras artesanías son para subsistir todos los días por eso les dimos esa opción de hacer el ‘truque’ de ellos darnos lo que ocupamos y es como si compraran nuestras artesanías”. Resaltó que las personas que se acercan cuentan con cosas que su familia ocupa y se pueden llevar alguno de sus productos.
Sin embargo, pidió a la población que sea consciente de los productos que busca cambiar por sus artesanías, pues hace poco estuvieron en Guanajuato y les dieron enlatados con fecha de caducidad ya vencida.
Salen de su tierra
“Allá no tenemos donde trabajar. Sí hacemos artesanías, pero no hay esa facilidad de venderlas y comprar todo lo que ocupamos. También se tienen que hacer gastos de traslados para llegar acá”, por lo que Daniela y su familia piden ayuda para salir adelante.
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La joven llegó con sus padres, esposo y su hija para buscar en esta tierra oportunidades de vivienda y desarrollo, pero no ha sido nada fácil.
Se han enfrentado a tratos injustos cuando la corrieron del exterior de una tienda cerca de la zona centro y también debe cuidarse de los inspectores de Comercio y Consumo, porque tiene miedo de que le decomisen lo único que tiene para sobrevivir.