‘El Puercas’ González de León: así luce ahora una de las grandes leyendas del futbol en Guanajuato
León, Guanajuato.- Rubén ‘El Puercas’ González no se ve sin jugar fútbol. Sin moverse, sin patear el balón, sin entrenar ni ejercitarse. A sus 73 años, quien llegó a jugar para los equipos de Curtidores y el Club León, sigue su jugada, pero con un equipo de veteranos. El leonés ha encontrado en el deporte y la fabricación de zapato, una vida plena en la colonia Barrio de Santiago.
¿Qué es ahora del ‘Puercas’ González? La leyenda del fútbol local, que le agarró gusto a la pelota a los 8 años, hoy vive en una casa de la calle Granada, esquina con Malecón del Río. El jugador fabrica tachones y tenis deportivos. Lleva los pares a una maquila y junto a su familia se encargan del adorno y los últimos detalles, listos para entregarse en diversas colonias de León y municipios aledaños de Guanajuato.
A Rubén González Reyes, nacido en el barrio del Coecillo, le dicen ‘El Puercas’ porque lo mordió una puerca. Sí, este animal lo atacó cuando era un bebé, y al platicarle a sus compañeros lo tomaron de broma y un periodista de la época lo apodó de esta forma, recuerda entre risas.
El leonés tiene una rutina como pocos adultos mayores. No aparenta su edad y su estado físico podría ser más saludable que el de cualquier joven. Come carnes blancas, no bebe alcohol y siempre está en movimiento.
Se levanta antes de las 7 de la mañana, va a Misa de lunes a viernes, al Templo del Divino Niño, en la calle Pedro Moreno. Desayuna y empieza a trabajar. En su casa hay tachones y material de zapato, además de una bicicleta en la que hace las entregas. Por las noches, se va a bailar al Parque Hidalgo, dice que no se haya estando quieto. Y es que el ejercicio que hizo desde pequeño lo ha acompañado toda su vida. En su recuerdo están los colegas jugadores que se perdieron en el vicio o se enfermaron.
“Yo soy Rubén González Reyes, alias ‘El Puercas’ en el fútbol (…) yo me siento estupendamente porque todavía entreno, me preparo para ir a jugar. Aparte de eso hago zapatito, tengo un tallercito donde hago zapato de fútbol: tachones y tenis de multitaco”.
Don Rubén juega como medio, con el número 10. Su vida en el fútbol comenzó a los 8 años, cuando asistía a los partidos del Colegio Jol Guaber, ahora Instituto Lux.
“Voy a cumplir 74 años, desde los 8 años juego fútbol y me acuerdo de todos los equipos con los que jugué. En el equipo Gallos, ahí en la Jol Guaber, el Instituto Lux. En mi familia casi no había deportistas, nomás mi hermano el mayor que se llamaba Félix, él jugaba también en el ‘Gallos’ y duramos varios años como campeones, yo estaba en la Primaria”.
“Todos ahí en el río decían: ‘yo escojo al ‘Chino’ porque con él vamos a ganar’. Siempre echábamos partidito ahí en el Malecón del Río. Llevo 66 años ya, jugando sin parar. Gracias a Dios nunca me he lesionado”.
Cuando se dio cuenta que tenía un talento para dominar el balón, siguió su pasión hasta los 17 años, en ese momento le llegó una invitación del cazatalentos Peterete Santillán, para jugar en el equipo de reserva del Club León, que en ese entonces eran los suplentes.
“El busca talentos era el Peterete Santillán y un día me vio jugar y ya no se me despegó, iba hasta mi casa. Me decía ‘ándale Chino, vamos a que entrenes ahí con el Cachorros’. Un día jugué en la zona centro y en las reservas del León, y luego luego me quedé. En las reservas del León estaba Darío Miranda, El Chepe, el ‘Cuirio’ Santoyo, Barreto, Armando Camarena, Coneja Trujillo, y un servidor”.
‘El Puercas’ González nunca firmó contrato con el Club León porque considera que era un momento en el que solo disfrutaba su presente y carecía de la seguridad suficiente para tomar tal decisión, pero el talento lo tenía y lo mantiene.
La mayoría de sus colegas sí firmaron contrato con el equipo en la década de 1970. Aunque él no lo hizo, eso no le quita el papel de jugador, de futbolista. Rubén mira atrás pero no con arrepentimiento, sino con la dicha de haber hecho lo que le gusta, de codearse con los grandes, y de continuar en el futbol.
“Como le digo a toda la gente, yo no me arrepiento de nada. Yo no creo en el hubiera, eso no vale. No lo hice, pues ya, no lo hice. Ya estaba para firmar el contrato, eran 600 pesos al mes en ese tiempo, en el 70 (década de 1970). Si era un buen dinerillo. Yo tenía 19 años, me decían ‘anímate’, pero estaba muy chico, no pensaba más que en el momento, no me aventé”.
Actualmente Rubén González juega en un equipo de veteranos, con señores de 60 años en adelante. Su condición física alcanza para hacer una buena serie de dominadas, rodar en bicicleta, caminar y correr. Lejos está de una vida sedentaria y enferma. “Tengo 45 años sin tomarme una pastilla”, comenta.
“Me va bien, y todavía me pagan por jugar. Voy en mi bicicleta y me pongo mi playera del León, tengo varias que me han regalado (…) a todos los jóvenes yo les digo que se cuiden mucho, que se aparten del vicio, y tanto teléfono afecta también porque no se concentran en los entrenamientos. Que se cuiden mucho y se alimenten bien”, finaliza el jugador leonés.
Padre de cuatro hijos, vecino de Barrio de Santiago y una leyenda en el fútbol local, Rubén ‘El Puercas’ González es un ejemplo de la vejez digna a la que se llega siendo un deportista.