En el abandono y el peligro se instalan personas sin hogar en el Río Mariches de León
Los vecinos del Río Mariches en León no tienen las condiciones adecuadas para ser habitable, ante los riesgos con que conviven
Jazmín Castro
León.- La orilla del Río Mariches en León se ha convertido en una zona habitacional para algunas familias que no cuentan con hogar en el municipio.
Al final de la calle Oviedo casi esquina con Hierro en la colonia Pileras I y II, se topa con el Río Mariches en León. Del otro lado queda una zona serrana donde solo crece la hierba y abandonan basura.
Sin embargo, desde hace poco más de un año cuatro familias se instalaron ahí, sin ningún servicio básico, ni apoyo.
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Con lonas, tablas y palos edificaron pequeños cuartos donde viven en hacinamiento familias completas, es más, hasta una mujer a punto de dar a luz habita ahí sin las condiciones adecuadas para el nuevo integrante de la familia.
El lugar no tienen las condiciones adecuadas para ser habitable, ante los riesgos con lluvia o animales es latente, además del foco de infección por la cernía del río.
No cuentan con apoyo
La necesidad para estas familias fue más allá y tomaron este espacio como hogar, donde ya cuentan con perros que vigilan mientras ellos no están.
Los vecinos del Río Mariches en León contaron a Correo que no cuentan con ningún tipo de apoyo, “nunca ha intervenido alguna autoridad para ver qué necesitan o por qué viven así, porque son familias completas, eso sí, son tranquilos, pero no es un lugar digno para que vivan”, comentó María.
Justo enfrente hay un espacio comunitario donde algunas veces se reúnen los jóvenes de la zona, son poco los que ofrecen ayuda a estas familias que han adoptado esta zona para vivir.
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“Es peligroso porque queda en el cerro y luego ahora que llueva pues puede pasar un accidente, además, en la noche aquí esta feo porque pues se pone muy solo (…) son varias personas y ya es como su casa”, platicó otras de las vecinas.
Las familias que ahí habitan han aprendido a sobrevivir sin ningún servicio, pero los vecinos alegan que no son las condiciones adecuadas para vivir porque están rodeados de basura, los malos olores del río, que pueden provocar un foco de infección.