Luz Adriana, conductora de Uber asesinada en León, evidencia inseguridad para ellas
León, Guanajuato.- Luz Adriana Hernández “estaba desprotegida” a la hora de su asesinato. Así lo consideran sus colegas conductoras ejecutivas, que en las ocasiones en que su vida ha corrido peligro se apoyan de los colectivos de conductores de la ciudad. La víctima, al parecer no pertenecía a un colectivo “grande” que estuviera pendiente; nadie pudo ayudarla desde el momento en que su ubicación desapareció.
El hallazgo sin vida de la conductora Luz Adriana en un río de la colonia Hacienda Arriba encendió alertas, pues no es el primero que sucede en León. El 23 de diciembre de 2022, María de Lourdes Pérez Gutiérrez, de 51 años, fue localizada sin vida tras 16 días desaparecida luego de dar un servicio de taxi ejecutivo para la colonia Las Joyas.
En el caso de Adriana, no fue reportada como desaparecida por varios días, pero sí fue un fin de semana largo en busca de su paradero. Sus familiares alertaron en redes sociales que salió a dar un servicio de su colonia Jardines del Río hacia Lomas de Echeveste. Nunca regresó a casa.
Según los testimonios de sus colegas, el viaje de la víctima fue de madrugada. Cuando ya venía de regreso a su domicilio luego de dar el servicio, perdió comunicación con su familia y su novio. Su ubicación se perdió.
Versiones extraoficiales que circulan entre los colegas de Luz, al parecer una camioneta la venía siguiendo, pero hasta ahora esa versión no se ha confirmado.
El peligro de ser conductora ejecutiva en León
Miriam y Mayra han tenido que librar la inseguridad que todas las noches las acecha. Las conductoras ejecutivas han tenido que crear estrategias y claves junto a sus compañeros para sobrevivir a asaltos, intentos de rapto, agresiones y amenazas. “Entre nosotros nos cuidamos, no hay de otra”, dice una de ellas.
Mayra lleva un año laborando como conductora en plataformas ejecutivas como Uber, Didi e InDriver. Conducir de noche y madrugada no es una elección, significa el esfuerzo de un segundo trabajo para el sustento de sus dos hijos, es madre soltera.
La leonesa reconoce que “a las mujeres en particular nos cuidan más, están más al pendiente de nosotras”. Pero ese valor que les dan en comparación con los hombres, es por el peligro que enfrentan todos los días “es a diario y en cualquier zona”.
En su caso, ella prefiere seleccionar en la plataforma a usuarios mujeres, para “reducir la posibilidad de un asalto”. Aun así, en algunos casos las “mujeres” piden el taxi ejecutivo y al llegar al destino hay un grupo de hombres que quieren subirse a su vehículo.
La conductora cuenta a Correo que uno de los servicios en los que su vida estuvo en peligro fue cuando recogió a un hombre de aproximadamente 50 años en la colonia El Coecillo. En realidad, el viaje había sido solicitado por una mujer, pero al verlo no desconfió y lo subió al vehículo. Momentos después el nerviosismo llegó a la conductora cuando el usuario le pidió que lo llevara a la colonia Nuevo León, y se metiera por calles prácticamente escondidas.
Luego de cuestionarle qué si no le daba miedo manejar sola y de noche, la conductora pidió ayuda a sus compañeros de los colectivos para que la escoltaran. Fue así que el usuario se dio cuenta. Luego la amenazó a ella y a sus compañeros, pidiendo que se fueran de la colonia o “nos iba tronar”, platica Mayra.
A este caso se suma una agresión con gas que le hizo una mujer que al parecer pretendía robarle sus pertenencias, pero al pegar su frente en el claxon Mayra llamó la atención de otros conductores que la apoyaron.
“Nosotras como mujeres somos más vulnerables que los hombres”, dice su colega Miriam, quien lleva ya 7 años trabajando como conductora ejecutiva en plataformas como Cabify y Uber.
El riesgo de las conductoras en León
Las anécdotas de Miriam son igual de riesgosas que las de Mayra. Recuerda que en una ocasión tuvo que dejar el auto en una gasolinera y meterse corriendo al baño porque el usuario la venía acosando. En su desesperación, a la conductora lo último que le importó fue el carro. Su vida, como en muchas noches de trabajo, estaba en riesgo.
Afortunadamente los “sustos” que ha pasado han sido resultado de intentos de asalto, pero no han sido perpetrados por el valor y la premura que ha tenido de avisar a sus compañeros taxistas, quienes por fortuna han reaccionado rápido y han llegado a tiempo hasta donde ella está.
“Son asaltos no concluidos porque yo soy muy desconfiada, entonces pido un que me sigan y bajen al usuario o que me escolten (los compañeros taxistas)”, dice Miriam.
Colegas de la conductora han sufrido tocamientos y agresiones. Reconoce que son pocas las mujeres que laboran como conductoras ejecutivas, pues en turnos vespertinos y nocturnos le ha tocado ver a dos o tres.
El peligro para las y los conductores es parejo. Incluso a los taxistas “verdes” se solidarizan al ver a compañeros en riesgo, dice Miriam.
Los colectivos de plataformas ejecutivas que hay en León se conforman de entre 50 y 60 integrantes. En la ciudad tienen identificados cuatro, entre ellos Colectivo Unión Anti Asaltos y Reacción 18. Al parecer Luz Adriana, la víctima de homicidio, no pertenecía a alguno de estos colectivos, pero sus colegas se enteraron del caso y empatizaron con los “focos rojos” que significan estos asesinatos, más en el caso de mujeres.
Hasta ahora no hay detenidos por el homicidio de Luz Adriana. La víctima era madre de dos hijos y hace poco tiempo su esposo murió, por lo que era la jefa de familia, el sustento de sus pequeños.