Trabajadoras de Gissing en León toman sus instalaciones; exigen pago de liquidaciones
La planta Gissing en León es originaria de China, y que en México contaba con asociados de Estados Unidos, abrió sus puertas en 2017
Carolina Esqueda
León.- Tras las notificaciones repentinas de despido, sin que mediara un finiquito de por medio, las trabajadoras de la planta automotriz Gissing se organizaron para tomar las instalaciones y evitar que sus empleadores saquen la maquinaria en tanto no les realicen las liquidaciones correspondientes.
La planta Gissing en León es originaria de China, y que en México contaba con asociados de Estados Unidos, abrió sus puertas en 2017. Se dedicaba a la manufactura de toldos y pisos para las firmas Tesla, BMW, General Motors y Nissan.
De acuerdo con el representante sindical de la planta, Raúl de la Cruz, el cierre se debió a malos manejos administrativos. Desde hace meses comenzaron a reflejarse en falta de pagos a proveedores, retrasos en prestaciones como el fondo de ahorro, bonos de puntualidad y depósitos incompletos de salarios. Sin embargo, desde el corporativo nunca se hicieron oficiales hasta el jueves, cuando les notificaron del cierre vía Whatsapp.
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“Se empezaba a notar que cojeaba del lado económico. Era un secreto a voces que debían a todo mundo y ellos mismos se quejaban en cortito con los compañeros hasta que esto tronó. Nosotros desde los rumores exigimos a la empresa que diera la cara y nunca, hasta hoy día, que no ha venido un solo directivo a dar la cara a los compañeros” afirmó.
Toman las instalaciones
El representante sindical afirmó que la medida de fuerza fue decidida ayer. Esto al darse cuenta de que al mismo tiempo que llevaban a cabo una mesa de negociación para garantizar los finiquitos junto a la Secretaría del Trabajo. A la entrada tenían una fila de trailers de carga esperando entrar para llevarse la maquinaria.
“No se vale hacer esas tácticas y aquí estamos para garantizar el pago de salarios, prestaciones y finiquitos del personal. Aquí nadie se mueve, nos quedamos los días que hagan falta. El compromiso es retomar la mesa de negociación con nuestro máximo representante, el licenciado Alejandro Rangel, a partir del lunes. Y esperamos avanzar y en una de esas firmar el convenio” dijo al respecto.
La totalidad del personal proviene de las colonias de los alrededores como Brisas del Campestre, Las Joyas, La Fragua, Convive, Jacinto López, Loma Dorada y Las Hilamas. Ellos acordaron tomar los horarios de sus turnos de trabajo para resguardar la fábrica, bajo la custodia de dos patrullas de policía municipal.
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“Nos decían que eran rumores”
Aunque al interior de Gissing desde hace un mes se hablaba del cierre total de la planta. Con ello los despidos de todo el personal. No fue hasta ayer por la mañana que desde el departamento de Recursos Humanos les confirmaron vía Whatsapp que se habían ido a la quiebra, por lo que no habría dinero ni para pagarles las liquidaciones ni las últimas semanas de trabajo.
“El miércoles fuimos a reclamar a Recursos Humanos por los rumores que andaban diciendo, y nos dijeron que no se crean de nada porque estaba muy bien el trabajo y no nos iba a faltar nada. Y apenas ayer nos dijeron que se habían quedado en quiebra (…) Y todavía, toda la semana el supervisor se la pasó haciendo evaluaciones que para subirnos el sueldo y cuál sueldo nos subió” narraron tres de las afectadas.
En la planta trabajaban alrededor de mil personas, en su mayoría mujeres que ya contaban con experiencia en el sector automotriz y habían optado por cambiar de empleo, gracias a sus horarios de 4 jornadas de trabajo de 12 horas de duración, por 4 días de descanso, que en el caso de las madres jefas de familia les permitía pasar más tiempo con sus hijos.
Mientras que la antigüedad promedio de las trabajadoras era de año y medio, algunas tenían apenas un mes de haber ingresado, debido a que el corporativo siguió contratando pese a que desde septiembre los materiales de trabajo comenzaron a escasear y tuvieron que hacer paros frecuentes de actividades, con la promesa de que la jornada se pagaría igual.
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Les descontaban de su sueldo
Aunque los sueldos pactados oscilaban entre los 1,200 a los 1,600 pesos semanales, las mujeres afirmaron que en los últimos 6 meses comenzaron a notar descuentos injustificados, doble cobro de ISR. Además de que los accidentes de trabajo empezaron a atenderse en un hospital privado para evitar el pago de incapacidades.
“Cortaduras, quemaduras, uno se mochó un brazo, otra se mochó un dedo. Nos decían que como ya nos iban a dar la atención en la Médica Poniente que no fuéramos al seguro y luego regrésate a trabajar, así como andas” afirmaron.
Las mujeres también expresaron su preocupación por sus compañeras que presentaron sus incapacidades por embarazo, y las que estaban a punto de pedir sus permisos de maternidad, quienes contaban con la cobertura del Seguro Social para dar a luz.
“Hay varias mujeres embarazadas ya a punto de reventar y ¿Qué va a pasar con ellas? A una le hace falta un mes. Que el gobierno haga algo, imagínese cómo le vamos a hacer sin dinero” dijo una de las trabajadoras, identificada como Magaly.
EZM
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