Detrás del ring la historia de Gio Cabrera el séptimo mejor boxeador de EUA
Con un padre de origen leonés y una madre americana-italiana, Gio busca colocarse como el número uno en su categoría de peso ligero, “para mí se trata de gloria, no de dinero”.
Scarleth Pérez
León.- Entre escaleras, callejones, pandillas y homicidios, Giovanni ‘El Cabrón’ Cabrera, el séptimo mejor boxeador de Estados Unidos, y con la posición número 29 en el mundo, se formó en las entrañas de León, Guanajuato. Ahí en la colonia Obrera, en la calle Venus y la Solano tiene sus raíces.
Nacido en Chicago, con un padre de origen leonés y una madre americana-italiana, Gio busca colocarse como el número uno en su categoría de peso ligero, “para mí se trata de gloria, no de dinero”.
En su paso por Guanajuato, Cabrera vivió en la casa de sus abuelos, en direcciones distintas, ambas en la colonia Obrera, donde los memoriales por homicidios abundan y la droga es el motivo principal de las balas.
“Pasaba todos los días por aquí, con su short en temporada de frio. Él estaba acostumbrado al frío de Chicago. Su abuelo recién me dijo que viera la pelea de su muchacho, me imagino fue esta última”, apuntó Paco, un vecino de la Hermenegildo Galeana, calle que baja a un costado del Santuario de Guadalupe.
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Entre su primer año de vida y hasta los nueve, Gio vivió en León de manera intermitente, iba a la escuela pública Miguel Hidalgo. Después regresó a Chicago, allá ganó los Guantes de Oro. Para 2015, previo a la Olimpiada Nacional de Box en México, regresó a León para representar a Guanajuato, donde consiguió la tercera posición.
En León, César fue su entrenador en el Gym de Rocky, uno que se ubica en el tercer piso de un viejo edificio del Descargue Estrella. A veces se iba caminando, otras en bicicleta, los vecinos de la Sollano lo recuerdan, pero muchos le perdieron la pista.
Gio es el primer deportista profesional de su familia, pero su carrera no ha sido fácil, dice que “para crecer no puedes estar cómodo” y es que la perseverancia y la suerte van de la mano para conseguir el éxito.
La última pelea que ganó fue el sábado 29 de enero, su primera dentro del Top Rank de ESPN, con quien recién firmó contrato luego de dos años en el congelador.
En plena racha de desconcierto, Gio conoció a una persona que se convirtió en un buen amigo, él lo contactó con Chuck C quien, después de una buena charla le consiguió una cita con Freddie Roach, en ese entonces entrenador de Manny Pacquiao -el único boxeador que ha ganado 8 títulos en 8 diferentes categorías en el mundo-.
“Ese día dejé mi apartamento en Chicago y manejé tres días hasta Los Ángeles, California. Cuando llegué al gimnasio Freddie nos dice, no pueden entrar, Pacquiao acaba de llegar”, recordó Gio del día que le cambió la vida.
Después de que se fueron las cámaras y Pacquiao, aquel 19 de julio de 2021, día de su cumpleaños, Freddie le preguntó su récord a Cabrera, “18 ganadas, 0 perdidas”, respondió, y “¿Knockouts?”, “Siete”, “¿Nada más siete?”, “Disculpa Freddie, pero por lo menos le he ganado a más boxeadores invictos que cualquier otro boxeador”. Gio le sacó una sonrisa a Freddie, quien le advirtió, “si eres bueno te quedas, si no, ya sabes”.
“Dos días después estaba entrenando, corrí a las 5 de la mañana y el sparring a las 10:30 y me dice Freddie, ‘oye Gio te voy a presentar a Pacquiao hoy’ me sorprendí. Y luego me dice, ‘si le caes bien a lo mejor el fin de semana o la próxima semana puedan hacer un sparring (entrenamiento) y me pidió que me quedara después de entrenar”, recordó Gio con una gran sonrisa.
Cinco minutos después, Freddie regresó con Gio y le comentó que Pacquiao había despedido a sus dos compañeros de sparring, “quiere aventarse 6 rounds contigo ahorita mismo”, dijo Freddie.
A Cabrera le temblaron las piernas, pero aceptó con gusto. “Me prestaron unos guantes nuevos, careta, y cuando me empezaron a preparar las manos entra Pacquiao y su equipo, conformado por unos 50 filipinos”, dijo Gio.
Ese 21 de julio en el gimnasio, el público lo conformaban jugadores de la NBA, un artista de los Black Eye Peace, muchos reporteros de televisión y el atemorizador equipo de filipinos.
“¿Por qué tantas cámaras? Me van a querer chingar”, fue lo que pensó Gio Cabrera al ver las cámaras y a tanta gente.
Cuando Gio se subió al ring recuerda que rezó con toda la fe como nunca antes lo había hecho: “Dios déjame sentirme orgulloso de mi esfuerzo y es todo lo que pido”. Ese día le dio al 100, recuerda, y así conquistó a Pacquiao, quien luego de esa pelea lo contrató como su compañero de entrenamiento previo a su pelea de despedida en 2021.
Después de entrenar con Pacquiao casi dos meses, Gio Cabrera aun no tenía manager, ni promotor. Pero el leonés de corazón no desistió y encontró un manager, el mismo de Óscar de la Hoya, a quien lo conquistó con su esfuerzo.
Meses después de negociaciones cerró trato con Top Rank de ESPN y así, Gio Cabrera alcanzó otro de sus sueños.
“El mejor entrenador del mundo, y la mejor compañía de box del mundo, ahora nada más es mi turno, demostrar que todavía estoy fresco y dar buenas peleas al público, a mi gente y a mí familia”, agregó Giovanni ‘El Cabrón’ Cabrera, quien asegura siempre peleará como mexicano, para poner a León y Guanajuato en alto.
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