Rickey Henderson, el hombre del robo, fallece a los 65 años

CDMX, México.- El mundo del béisbol está de luto tras la confirmación del fallecimiento de Rickey Henderson, uno de los jugadores más icónicos en la historia de las Grandes Ligas. Henderson, conocido como “The Man of Steal”, murió el viernes 20 de diciembre en su casa de Los Ángeles debido a complicaciones derivadas de una neumonía. Su deceso fue confirmado este sábado por fuentes como NBC Sports Bay Area y TMZ.

Una carrera que marcó época

Rickey Henderson nació el 25 de diciembre de 1958 en Chicago, Illinois, y creció en Oakland, California. Su carrera profesional comenzó en 1976 cuando fue seleccionado por los Atléticos de Oakland, equipo con el que debutó en las Grandes Ligas el 24 de junio de 1979. Henderson jugó durante más de 25 años en la MLB, vistiendo los uniformes de nueve equipos diferentes, incluidos los Yankees de Nueva York, los Mets de Nueva York, y los Padres de San Diego.

Con un promedio de bateo de .279, acumuló 3,055 hits, 297 jonrones y 1,115 carreras impulsadas. Sin embargo, su verdadero impacto radicó en su velocidad y habilidad para robar bases, lo que lo llevó a ostentar dos de los récords más destacados en la historia de las Grandes Ligas:

Bases robadas: 1,406, un récord establecido el 1 de mayo de 1991 y que aún permanece intacto.

Carreras anotadas: 2,295, la mayor cantidad en la historia de la MLB.

Logros y legado de Rickey Henderson

Henderson fue 10 veces All-Star, ganó el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana en 1990 y obtuvo dos campeonatos de la Serie Mundial (1989 con los Atléticos y 1993 con los Azulejos). Además, su habilidad para liderar ofensivas lo convirtió en una pieza clave para cada equipo en el que jugó.

En 2009, Rickey Henderson fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol en su primer año de elegibilidad, con un 94.8% de los votos. También fue reconocido por el Salón de la Fama de los Deportes del Área de la Bahía en 2020, consolidando su lugar como una figura legendaria dentro y fuera del diamante.

Un estilo inigualable

Más allá de sus logros estadísticos, Henderson fue conocido por su carisma y estilo único. Sus discursos y declaraciones, muchas veces llenas de humor y confianza, lo convirtieron en una figura icónica. Su apodo, “The Man of Steal”, reflejó su habilidad para cambiar el curso de un juego con su velocidad y astucia en las bases.

Un adios que deja un vacío en el béisbol

El fallecimiento de Rickey Henderson marca el fin de una era para el béisbol de Grandes Ligas. Su influencia no solo se refleja en los récords que aún perduran, sino también en las generaciones de jugadores que lo ven como un modelo a seguir. Henderson no solo redefinió el arte del robo de bases, sino que también demostró que la velocidad y la inteligencia podían ser igual de valiosas que el poder en el diamante.

Con su partida, el deporte pierde a una de sus máximas leyendas, pero su legado vivirá por siempre en los corazones de los aficionados y en las páginas de la historia del béisbol.