Descuido en rellenos de Pueblo Nuevo y Abasolo saturan el basurero de Huanímaro
Manuel Arriaga
Huanímaro.- Los municipios de Pueblo Nuevo y Abasolo han incumplido el acuerdo firmado hace más de 20 años para la construcción de rellenos sanitarios regionales, con la finalidad de resolver la problemática de confinación final de los residuos sólidos, en los municipios de Abasolo, Huanímaro y Pueblo Nuevo.
Esas omisiones han ocasionado prolongar la vida útil del basurero municipal de Huanímaro, el cual se encuentra desbordado y sigue operando más allá del tiempo para el cual fue diseñado.
En el año 2000 y con recursos del extinto fondo para el desarrollo regional, que operaba la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado de Guanajuato, los municipios de Huanímaro, Abasolo y Pueblo Nuevo, firmaron un acuerdo para la construcción de tres rellenos sanitarios regionales, para resolver la problemática de basura en estos tres municipios ubicados en el Suroeste de Guanajuato.
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Como parte del compromiso, cada uno de los rellenos sanitarios tendría una vida útil de 10 años y resolvería el problema de confinamiento de los residuos sólidos urbanos, para los próximos 30 años.
El primer relleno sanitario se construyó en Huanímaro y estaba proyectado para dar servicio durante 10 años, del año 2000 al 2010. En el 2010, se debió iniciar la construcción del segundo relleno sanitario en el municipio de Abasolo, para brindar el servicio a los tres municipios hasta el 2020 y en ese año, se realizaría la construcción del tercer basurero en Pueblo Nuevo, para brindar servicio hasta el 2030.
Sin embargo, en pleno 2022, ni el municipio de Abasolo ni el municipio de Pueblo Nuevo realizaron la construcción de los rellenos sanitarios que les correspondía y siguen vertiendo su basura en el basurero de Huanímaro, el cual se encuentra totalmente desbordado y fuera de su vida útil.
Ya no puede apoyarlos
El relleno sanitario regional instalado en Huanímaro, aquel que prometía ser el mejor del Estado en el manejo de los residuos sólidos y que fuera construido con recursos del extinto Consejo para el Desarrollo Regional, se encuentra saturado, podría dejar de recibir los desechos de Abasolo y Pueblo Nuevo municipios que no tienen basurero propio. La basura se apila por toneladas, ya no existe el manejo integral de los residuos sólidos, además, las bolsas de plástico invaden los árboles de la zona.
A principios del 2021 se dio a conocer que lucía obsoleto y rebasado; lo que se suponía que un día sería un modelo a seguir en el estado de Guanajuato, se ha convertido en un tiradero a cielo abierto que genera contaminación, además de que recibe también la basura proveniente de Abasolo y Pueblo Nuevo.