Día del Músico | Fascinación desde niños, profesionales cuentan su trayectoria en este arte
Guanajuato, México. - "Desde pequeño me gustó la música fue una tendencia con la que yo creo nací. Desde muy pequeño me sentí identificado con los tambores, que me robaba las baquetas, es algo de lo que me platica mi papá”, comentó Daniel Zermeño baterista del grupo de rock infantil Papos Rodantes.
La familia de Daniel se oponía a que fuera músico, le decían que mejor estudiara otra carrera, pero después de un tiempo, su papá decidió apoyar su interés y gusto por la música y este ingresó a la Escuela de Música de la Universidad de Guanajuato.
"Es una carrera complicada al inicio, buscar tu propio camino, abrirte puertas, a veces los comentarios de la propia familia que de músico se muere uno de hambre", el instrumento que desde pequeño a Daniel le gustó fue la batería, esta es la que toca actualmente en la agrupación a la cual pertenece.
De un padre que amaba la música a un hijo que la crea
Por su parte Luis Cibrian García desde primaria le movía a cualquier instrumento que tenía en las manos hasta que pudiera generar notas musicales.
"Tengo buen oído, mi papá tiene mucho que ver en que yo me dedicara a ser músico ya que él es melómano, tenía LPs de toda música: disco, cumbia, clásica, Cri Cri, Cepillín... todo ese repertorio me lo trague a la oreja".
De alguna manera su historia con la música inicia a través de su papá de relacionar ritmos y géneros, letras con la música que siempre ponía su papá. Al ingresar a la Prepa ya escribía canciones a diferencia de Daniel, Luis recibió el apoyo de su familia para que ingresara a la Escuela de Música para cumplir su sueño.
Ser músico es demandante, pero gratificante
"Mis tambores, mis cazuelas… toqué el tambor, la trompeta en una banda de guerra. En secundaria aprendí a tocar la guitarra", mencionó Juan Carlos Torres Cuellar. Al entrar a estudiar la preparatoria decidió estudiar música contando con el apoyo de su familia para que ingresara a la Escuela de Música. Ser músico es una carrera para la cual todos los días deben prepararse, constantemente surgen nuevos géneros y ritmos de los cuales deben aprender.
Buscan rescatar la música infantil
Juan Carlos Torres Cuellar, Daniel Zermeño y Luis Cibrian García se conocieron en la Escuela de Música en la Universidad de Guanajuato donde estudiaban, los tres tenían el sueño de formar una banda así que hace casi 15 años formaron la Agrupación de Papos Rodantes Rock para niños. A decir de Juan Carlos, director de la agrupación, la música infantil esta olvidada.
"Las nuevas generaciones ya no escuchan música de Cri Cri se dejan guiar por las modas debido a las plataformas y televisión, no se dejen guiar por las modas escuchen música que les provoque la imaginación la creatividad", mencionó Luis Cibrian García.
Existen más bandas de música de rock para niños como Patota de Perro, Yucatán A gogó, Los botes cantan, Aruca Hernández. Las canciones ellos mismos las componen, buscan que sean divertidas y con un buen mensaje para la niñez.
No se cuenta con el apoyo de televisoras o radiodifusoras para dar a conocer este tipo de agrupaciones, los espacios que los apoyan para difundir su música son por las instalaciones culturales.
45 años de amor por la música
Sergio Arturo González Trejo, musico de profesión, inició su gusto por la música desde hace más de 45 años. Esta profesión le ha dado grandes satisfacciones durante el trascurso de varias décadas y lo ha llevado a prepararse constantemente hasta la actualidad.
“Son varias décadas… desde niño tuve la oportunidad de irme iniciando primero con mi papá, quien fue mi primer maestro, él no era musico, era contador público, pero siempre le gustó mucho la música, pues era entonado para cantar y tocaba la guitarra de acompañamiento y un poco la armónica y todo esto, lo fue transmitiendo a un servidor y a mis demás hermanos”, resaltó.
Comenzó a gustarle el piano, pues en su casa se tenía un ‘pianito’ de juguete, con el que comenzaba a tocar melodías que escuchaba en la radio. Posteriormente, tuvo la suerte durante su educación de nivel primaria de formar parte del coro, comenzó a aprender melodías de música tradicional mexicana.
Explicó que sus inicios fueron empíricos, sin embargo, posteriormente comenzó a aprender solfeo y sus primeras notas escritas, teniendo la oportunidad en su momento, de estudiar en el conservatorio J. Guadalupe Velázquez, tuvo la suerte incluso de tomar clases con distintos profesores de quienes aprendió muchos ‘tips’
Posteriormente entró a la facultad de Bellas Artes, que en ese tiempo le llamaban la academia, la cual, se situaba en el centro de Querétaro, tiempo después, entró a la escuela de música sacra en León, situación que le ayudó en mucho para cantar en misas y dirigir coros.
Luego ingresó al Conservatorio Nacional de Música y finalmente estudió la vertiente del género de jazz en la escuela Superior de Música, ambas situadas en la ciudad de México.
Resaltó que la música le ha traído un enorme aprendizaje que no ha terminado, pues es un arte amplio que no se termina de estudiar, por lo que sigue aprendiendo cada día, algo que le da muchas satisfacciones y agradecimiento.
Para finalizar exteriorizó que, malamente, en ocasiones o con ‘mucha’ frecuencia, entre músicos o artistas y personas en general de distintas profesiones surgen cuestiones de vanidad y engreimiento que de repente estorban el buen desempeño y desarrollo como ser humano y musico, situación que no debe de suceder en ningún ámbito.
LC