Entre restos y agua contaminada, trabajan 60 rastros clandestinos en Pénjamo

Durante más de tres décadas, estos rastros clandestinos de Pénjamo se encuentran instalados en zahurdas, en viviendas y en algunas bodegas

Manuel Arriaga
Pénjamo.- En Pénjamo existen al menos 60 rastros clandestinos que operan fuera de las regulaciones sanitarias. Además, dotan de la materia prima que se distribuye a través de la preparación de alimentos, en diferentes zonas de la localidad. Es un problema de salud pública que incluso las autoridades municipales prometieron atender hace 6 años. Hoy en día no han sido regularizados ni tampoco han sido clausurados.

En el 2016, el entonces presidente municipal Juan José García López habló sobre la presencia de al menos 60 rastros clandestinos en Pénjamo. 40 de ellos en la cabecera municipal y al menos otros 20 en la localidad de Santa Ana Pacueco, la comunidad más grande e importante con la que cuenta este municipio.

No te pierdas: Gobierno de Pénjamo busca que Santa Ana Pacueco no se convierta en ‘basurero’

Se instalan en bodegas y hasta en casas

Durante más de tres décadas, estos rastros clandestinos de Pénjamo se encuentran instalados en zahurdas, en viviendas y en algunas bodegas. Han funcionado al amparo de la falta de atención de las autoridades sanitarias, pese a los problemas que generan en el entorno donde funcionan.

Habitantes de la calle Primera de Mayo denunciaron en el 2017 que el agua potable estaba contaminada. Al respecto, el director del Comité del Agua Potable en turno aseguró que se debía a la presencia de un rastro clandestino. Hasta este momento no se han registrado clausuras de los sitios que continúan funcionando con normalidad.

Lee también: Entre la suciedad y el tiradero: Pénjamo y Silao también sufren por recolección de basura

Dejan restos animales ‘por doquier’

En julio de 2016, el entonces alcalde de Pénjamo, Juan José García López, habló de la presencia de al menos 20 rastros clandestinos en Pénjamo y Santa Ana Pacueco. Además, advirtió que deberían regularizarse para evitar ser clausurados.

Lo anterior después de una denuncia ciudadana que evidenció, huesos y restos de ganado eran tirados en contenedores de basura instalados sobre la prolongación Manuel Doblado. También en la colonia Lindavista de la cabecera municipal donde opera uno de los centros clandestinos para el sacrificio de animales.

Además, el 5 de febrero del mismo año, habitantes del Callejón de Artes en la zona centro de Pénjamo denunciaron la posible existencia de un rastro clandestino en el área. Esto ras los constantes bloqueos en la red de drenaje con vísceras y otros desperdicios derivados del sacrificio de animales.

Hasta el momento, las casas y negocios que fungen como rastros clandestinos en Pénjamo continúan trabajando con total normalidad.