Salvatierra clama por sus jóvenes asesinados: así les dicen adiós

Salvatierra, Guanajuato.- Entre gritos de dolor, palabras de agradecimiento y despedida, Salvatierra despidió a siete de los 11  jóvenes asesinados en la masacre del domingo 17 de diciembre.

Los gritos de hartazgo, furia e impotencia helaron la sangre a los presentes que se reunieron por decenas para decir adiós a quienes tenían toda una vida por delante.

El más joven de las víctimas apenas tenía 16 años, era Héctor Almaraz, un joven alegre y amiguero a quien hoy su madre dice adiós, con gran temple y la mejor cara que el dolor le permitió. Junto a ella, decenas de personas contenían el llanto y el dolor de ver partir a alguien muy querido que ni siquiera alcanzó la mayoría de edad.

Pero no todos los padres pudieron hablar con calma, el dolor y la rabia se hizo presente en otras familias, nadie las culpa. Nadie tiene palabras para calmar las heridas de una ciudad y un estado que sigue perdiendo a sus jóvenes.

En redes sociales muchos también despedían a las víctimas, jóvenes que muchos defendieron y testificaron que eran “muchachos de bien”. Entre estudiantes y profesionistas jóvenes, la duda de por qué se los llevaron carcome a la población.

La ciudad ha tenido que soportar año tras año de esta incertidumbre. Desde las fosas clandestinas cuando se destapó el dolor y la podredumbre oculta en las raíces del poblado, ya nadie ha podido regresar a Salvatierra a lo que era.

Cada vez que reina la paz, esta parece solo momentánea, pese a que años atrás el lugar era conocido por su tranquilidad.

En los gritos que hoy hacen resonar a Salvatierra podemos escuchar la fuerza con la que el pueblo clama por justicia y por la paz que le fue arrebatada de la peor forma posible.

También dan último adiós a Héctor

Este miércoles, a las 12 del día, se realizó la misa de cuerpo presente de Héctor Almaraz, el joven de 16 años víctima de la masacre en la ex hacienda de San José del Carmen.

Familiares, amigos y ciudadanos de Salvatierra que se han unido a los funerales de las 11 víctimas durante esta semana, y este miércoles acompañaron al joven Héctor Almaraz a darle el último adiós, el último que quedaba pendiente de darle cristiana sepultura.

La misa se realizó en la parroquia de Nuestra Señora de la Luz, donde en su homilía, el sacerdote reconoció no tener una respuesta a este tipo de hechos.

“Es un momento doloroso, no solo para ustedes sino para todo el pueblo. Es algo lamentablemente sin explicación y palabras para demostrar. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? Nos hemos quedado en silencio ante esta situación, la verdad, y no nos queda más que acompañarnos”.

A la cabeza del cortejo fúnebre que recorrió las calles de la ciudad iba una patrulla, la carroza y una camioneta tipo pick-up donde se llevaba el féretro y una banda de viento tocaba, mientras le seguían los familiares que iban a pie hasta llegar al panteón.

Mientras que entre ciudadanos, además de la tristeza por lo ocurrido, queda la sed de justicia para dar con los responsables y hacerlos pagar.

LC