Silao: a 30 años del festejo del Grito de Independencia con más “libertinaje”
Óscar Jiménez
Silao.- Hace 30 años, las celebraciones del Grito de Independencia en el municipio de Silao resultaron catastróficas, pues 50 personas fueron detenidas por daños en el Palacio Municipal por 75 millones de pesos de entonces.
Durante la noche del 15 de septiembre de 1991, un grupo de 50 jóvenes irrumpió en la Presidencia Municipal, donde arremetieron contra los ventanales, puertas y mobiliarios del lugar, causando severos daños, aunque al final, de los 50 detenidos, sólo 20 realmente habían estado involucrados en el ataque a las oficinas municipales.
“Porque confundieron la libertad con el libertinaje la noche del 15 de septiembre”, dijo un par de días después, el entonces alcalde del municipio, Raúl Bravo Velázquez, quien pidió una investigación durante semanas a la Procuraduría de Justicia del Estado de Guanajuato.
Pese a que para controlar aquella situación participó el grupo ‘Furia Gris’ de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado con la intención de contener los ataques, en primer momento no se supo el porqué de aquellas agresiones.
Primeramente, se consideró que los jóvenes estaban drogados, aunque a la postre, esto no se pudo confirmar debido a que no se realizaron exámenes médicos. Aun así, algunos jóvenes irrumpieron en estado de ebriedad.
“Vidrios quebrados, lámparas, patrulla destruida, saqueo de la oficina de Tránsito, entre otras cosas”, fue lo que se consideró desde la alcaldía para calcular el daño que ascendió hasta los 75 millones de pesos de la época. “Piedras y objetos metálicos fueron lanzados a Palacio Municipal, rompiendo vidrios anoche durante el ataque poco después de la ceremonia del Grito ante miles de personas que tuvieron que correr hacia sus hogares”, enunciaba la crónica de un periódico de la época al narrar los hechos acontecidos, que incluso, involucraron a una tienda del ISSSTE que también resultó dañada.
Aunque en ese año el estado de Guanajuato vivía un momento convulso en la política debido a las elecciones que provocaron la posterior ‘concertacesión’, éste, fue sólo un motivo probable de los ataques. Y es que se plantearon diversas líneas de investigación, como pandillerismo, rebelión popular por los problemas sociales y políticos en el municipio, hasta una venganza del expresidente municipal Teodoro Mozqueda, o, incluso, como un acto planeado por las mismas autoridades para desviar la atención.
Finalmente nunca se determinó una sola causa que explicara el motivo de las agresiones de hace tres décadas.