La lucha por el ‘oro verde’: boicot, revisiones, crimen organizado dificultan el mercado
El aguacate de México se ha convertido en el trofeo que anhelan exportadoras y el crimen organizado, pero ¿a costa de qué?
Staff Correo
Ciudad de México.- Para México, el aguacate ha sido ese cultivo milagroso por casi 25 años. Un granjero con apenas unas pocas hectáreas de árboles de aguacate puede pagar por la universidad de sus hijos o comprarse una camioneta nueva.
Precisamente en esos beneficios han puesto sus garras los integrantes del crimen organizado y otras empresas exportadoras a países como Estados Unidos. Allá, se promocionan anuncios de la fruta irresistible, incluso en el Super Bowl, con la inversión de millones de dólares.
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En tanto, acá, los productores sufren extorsiones del crimen organizado y los taladores que cortan pinares para despejar tierras. Y mientras activistas del país vecino se movilizan para evitarlo con un boicot, los de pueblos pequeños en México son asesinados.
Así, los productores en medio del fuego cruzado sufren las consecuencias con la pérdida de 12 a 14 millones de dólares. Sin embargo, una nueva propuesta promete al fin una tregua para la guerra sin cuartel.
Un pequeño paso
Han pasado seis días de que se detuvo el corte, empaque y exportación del llamado ‘oro verde’ a Estados Unidos. El gobierno vecino decidió suspender las revisiones sanitarias de aguacate para proteger al personal amenazado.
Productores y exportadores de aguacate de México, así como representantes en Estados Unidos buscan la creación de la Unidad de Investigación y Seguridad. La preocupación de los aguacateros está en que, si no hay un acuerdo, seguirá vigente la pausa en verificaciones y no podrán exportarse cargamentos.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y la oficial regional de la USDA, Christina Lohs, acordaron reforzar la seguridad de los aguacateros y exportadores. Esto, a través de un equipo de acompañamiento para resguardar su seguridad física en actividades del campo y oficinas.
A su vez, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que sigue con su labor de verificar que se cumpla el Plan de Trabajo. El documento se firmó con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del USDA para garantizar aguacate libre de plagas.
El aguacate de México
Pero no es sólo la cuestión sanitaria y los retenes. Los productores en México han tenido que pagar miles de dólares por protección a pandillas de narcotráfico por cada campo de aguacates. Quienes no pagan son amenazados con el secuestro, el asesinato y el descuartizamiento de familiares.
Las asociaciones de productores han comprado comerciales millonarios en el Super Bowl. Sin embargo, no han creado un programa de certificación que asegure a los consumidores que el aguacate no está relacionado con cárteles de drogas.
Este tipo de programa es lo que quieren los activistas de Estados Unidos. Y aunque cualquier prohibición beneficiaría a las familias mexicanas que ya no pueden comprar la fruta, sería devastadora para sus campesinos. En México, se han pasado casi cinco siglos buscando un cultivo milagroso que los saque de la pobreza.
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Azúcar, caucho, bananas, tintes naturales, café, cacao llegaron y se fueron, pero nunca cumplieron realmente esa promesa. O eran solamente prácticos en plantaciones grandes con trabajo esclavo.
Finalmente, no son los consumidores en Estados Unidos quienes están en las líneas del frente. Muchos activistas solitarios, amenazados, en pueblecitos mexicanos están peleando contra la tala ilegal y la expansión de capos de aguacate a antiguos bosques.
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