¿Qué se celebra el 28 de octubre en México?
Ciudad de México.- El 28 de octubre es una fecha que marca el inicio de una de las tradiciones más emblemáticas de México: el Día de Muertos. A partir de este día, las almas de los que han partido comienzan a hacer su visita a los vivos, trayendo consigo un manto de recuerdos y emociones que inundan los hogares mexicanos. ¿Quiénes son los que nos visitan? Este día es dedicado especialmente a aquellos que perdieron la vida en accidentes, de forma trágica o por suicidio. La creencia popular sostiene que estas almas requieren de una ofrenda especial para guiarlas en su trayecto y brindarles un cálido recibimiento.
Preparar una ofrenda no solo es un acto de amor y respeto, sino también un esfuerzo que representa un gasto significativo para muchas familias. Desde la compra de flores hasta la elaboración de platillos especiales, cada elemento de la ofrenda lleva un profundo significado.
Elementos que adornan la ofrenda
En la ofrenda del 28 de octubre se incluyen elementos simbólicos que son esenciales para honrar a las almas que llegan. Algunos de estos son:
- Agua: Para saciar la sed de las almas.
- Sal: Como purificador del alma.
- Velas y veladoras: Para iluminar el camino hacia el altar.
- Copal e incienso: Para limpiar el ambiente y atraer a las almas.
- Flores: Especialmente el cempasúchil, que guía a los difuntos.
- Petate: Donde se coloca la ofrenda.
- Izcuintle: Representa al perro que guía a las almas.
- Pan de muerto: Ofrecido como alimento espiritual.
- Cruz de ceniza: Simboliza la protección.
- Papel picado: Que da vida y color a la ofrenda.
- Retrato del difunto: Para recordarlo en su esencia.
- Comida y calaveritas de azúcar: Un tributo a los gustos de los que partieron.
Cada uno de estos elementos debe colocarse con cuidado y respeto, ya que tienen su propio orden y significado en el ritual de la ofrenda.
A pesar de que algunas familias comienzan a preparar sus altares el 27 de octubre, con la llegada de las almas de las mascotas, el 28 de octubre destaca como un momento de introspección y respeto. Es un día en el que las familias mexicanas se reúnen para recordar y honrar a aquellos que fallecieron de manera inesperada, uniendo así sus corazones en un homenaje que trasciende la muerte.
Así, con cada ofrenda, se renueva la conexión entre los vivos y los que han partido, recordándonos que el amor no conoce barreras temporales ni espaciales. En este Día de Muertos, la memoria vive y florece en cada rincón de México.
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