Ambientalistas exigen que se sanee cerro de La Cruz en Salamanca
Cuca Domínguez
Salamanca.- El ambientalista y afectado por los residuos tóxicos que la empresa Quidesa depositó de manera irregular en el cerro de La Cruz, Fermando Baca Amador dijo esperar que el gobierno actual (a través del director general de Medio Ambiente, Alberto de la Torre Gleason) sí atienda este pendiente que sigue contaminando.
“Como lo comenté desde hace años, aunque la empresa se declaró en quiebra, para deslindarse del tiradero, pero eso no lo podrán hacer, el tiradero es de ellos y seguirá siendo de ellos; quebraron la empresa silenciosamente y dejaron abandonado el tiradero, no sabemos que pasó con la empresa, si está sin producir, convirtiéndose en fierro viejo contaminado como pasó con Tekchem, pero en el tiradero tóxico lo único que cambió fue que sacaron los tanques que había en el lugar. Tuvieron que haber llevado equipo pesado para llevarse lo que había ahí”, explicó.
El ambientalista añadió que los afectados seguirán solicitando el saneamiento del lugar; “la ventaja es que en esta administración tenemos un buen elemento en la Dirección General de Ecología que es Alberto de la Torre, compañero de muchos años y ecologista con mucho conocimiento que sabe del tema, por eso esperamos que nos pueda ayudar a canalizar esa situación hacia el estado y la Federación”, precisó.
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Mantienen denuncias
Mientras, dijo Baca Amador, continuará realizando denuncias ciudadanas, “porque nunca fue cierto que se iba a sanear el lugar, que se iban a sacar 200 toneladas de residuos; lo último que supimos es que la empresa RIMSA se iba a llevar los residuos al sitio de confinamiento a mina Nuevo León, pero ya no supimos más información, porque no sabemos si Profepa o Semarnat estaba al tanto de lo que se estaba sacando. Porque el mover residuos tóxicos peligrosos no es tan sencillo, se tiene que cumplir una norma y darle seguimiento para saber hacia dónde y cuánto se saca y el destino final”.
El ambientalista destacó que en el cerro de La Cruz se estimaba que había unas 40 mil toneladas de residuos contaminantes “y solo una mínima parte y lo demás lo enterraron y todavía seguían tirando”.
Por último, alertó que ese tiradero contaminante está afectando la tierra y el agua de los mantos freáticos “y la prueba que está contaminado es que desde hace años la gente prefiere no tomar agua de la llave. En el sitio se siguen viendo las lagunas de contaminantes que destacan de los socavones que se tienen en el lugar y donde cada día están más cercas las viviendas”, manifestó Baca Amador.